SHE IS IN THE GAME - ELLA ESTA EN EL JUEGO
-¡SUÉLTAME!- grite por décima
vez.-¡SUÉLTAME!- luche porque no me metieran dentro del auto.
-Veremos quién es quién perrita...-
susurró Laureen.
-¡MUÉRETE!- le grité. Los dos
hombres detrás de mi me empujaron hacía el auto obligándome a subir en el.
Algunas lágrimas se salían de mis ojos, pero no estaba dispuesta a mostrarle mi
miedo. Dentro del auto los hombre me sujetaron las manos con un cordón fuerte.-
¡IMBÉCIL!- le grité. Y del asiento de adelante donde estaba él, le vi darse la
vuelta y levantar su mano frente de mi para luego estrellarla fuertemente en mi
mejilla.
-¿EY PUTA?- escuche que me gritaron
al mismo tiempo que caía sobre el pavimento. Comencé a toser mientras sentía el
fuerte dolor en mi mejilla.
-¡MARICA! Le pegas a una mujer
¡ERES UN MARICA!- le grité aun en el suelo.
-¡PERRA ESTÚPIDA!- me pateó un poco
en las piernas.
-¡DEBERÍAS AL MENOS SOLTARME Y NO
SER TAN MARICÓN!- le volví a gritar, esta vez mirando a mí al rededor tratando de reconocer en donde estaba.
-Suéltala.- le ordenó a uno de sus
chicos. El hombre se acerco a mi eh hizo lo que él pidió, me soltó, me desató
mis manos.- Quiero verte luchar hasta que no puedas maldita perra.- me dijo caminando
a mi alrededor.
Me puse de pie inmediatamente. Y
miré a mi alrededor.- Defiéndete pues.- dijo mientras me empujaba por los
hombros.
-¡MARICÓN!- le grité y lo golpeé
con mi puño cerrando, sin saber en qué parte de su rostro darle, luego de un
momento cuando volvió a mirarme allí estaba, sangrando de su labio. Sonreí.
-¡PERRA!- gruño. Y lanzo un golpe
hacia mí, pegándolo en mi mejilla, aunque caí en el suelo continué consciente
de lo que sucedía, sus puños lograban acomodarse perfectamente en mi estomagó y
espalda. Cada golpe me recordaba un pequeño momento en mi vida, pero muy
próximos, esos momentos donde estaba junto a Justin y me sentía protegida.
Grité en cada golpe, luche con mis manos hasta
no poder más, hasta que mis fuerzas se agotaron, hasta que mi cuerpo no
dio más.
Comencé a escuchar un sonido
conocido. Era el sonido de la pequeña maquina conectada a mí que permitía
seguir el ritmo de mi corazón. Traté de suspirar, pero fue donde me di de
cuenta de que nada había sido un sueño si no que todo era la simple realidad.
Mi pecho me dolía por tan solo respirar, al igual que mis costados y mis
brazos. Abrí mis ojos y aunque me sentía un poco extraña porque no sentía mi
rostro. Tragué un poco de saliva, y en verdad eso también dolió. Fruncí un poco
mis cejas ignorando el dolor que esto también me causaba. Veía las cosas
borrosas y pude notar también que no podía abrir muy bien mi ojo izquierdo.
Con un poco de dolor subí mi mano
derecha hasta mi rostro, mi ojo se sentía como una pequeña bolsa de agua, ¿qué
mierda me había sucedido? Cerré mis ojos y comencé a forzarme a recordar lo que
me había sucedido. ''Laureen'' susurré dentro de mí. ''Maldito
Laureen''.-¿___?- escuche que dijo una voz femenina. Baje mi mano con
cuidado. Mientras la mujer que aun no conocía apretaban un botón que hacía un
ruido extraño llamando a los doctores.
Al lograr abrir mis ojos me di de
cuenta que la mujer era mi madre, ella lloraba tomándome de la mano izquierda.-
Mi niña.- lloró. No podía hablar me dolía todo, desde mi mejilla hasta mis
piernas. Tomé un poco de aire lentamente y apreté su mano.
-Es-es-estoy bi-bien.- le susurré.
-No, no lo estas.- dijo llorando y
negando para sí con un movimiento de cabeza.
-¿Cuanto llevo aquí?- pregunté.
-Solo un día cariño, te encontramos
ayer.- me acarició el cabello.- Bueno los policías...
-Creo que me querían robar...- dije
cerrando mis ojos. Al mismo momento apartaron a mi madre de mi lado y
comenzaron a preguntarme sobre mí misma.
¿Duele aquí? ¿Y aquí? ¿Por aquí?
Por supuesto dije la verdad, en
algunos lugares me dolía en otros no.
-¿Que te sucedió señorita?- me
preguntó el doctor.
-Supongo que me han robado.
-Pero estaba con sus pertenencias
cuando la encontramos...- comentó un oficial que apenas ahora me daba de cuenta
que se encontraba dentro de la habitación.
-Entonces no se...- cerré mis ojos.
-¿Sabe quien lo hizo?- me
preguntaron, negué con la cabeza. No pensaba decir ni una sola palabra, no me
pondría más en riesgo.
El tan solo sentir el dolor que se
producía en mi pecho al solo respirar me
hacía pensar en que así o peor sería la paliza que le habían dado a el hermano
de Fabiana, que esperaba que estuviese bien en estos momentos.
-___ estas bien ¿okey? No hay
fractura ni nada grave...- comentó el doctor mientras veía por tercera vez la
pantalla a un lado de mí que marcaba mis valores.
El oficial aun continuaba en la
habitación, mi madre le había pedido que se quedara, porque si no fue para
asaltarme entonces era alguna amenaza, así que allí estaba, con mi madre, el
doctor, y un oficial de policía cuidándome.
-Mamá estoy segura que no es
necesario esto...- dije mientras miraba de reojo al oficial.
-Lo es ___, ya guarda silencio y
descansa.
-El doctor ha dicho que puedes ir a
tu casa.- comentó el oficial para luego aclarar su garganta.- Podrías ir al
comando a poner la denuncia.
-Solo quiero ir a casa.- dije con
los ojos cerrados tratando de soportar el dolor.
-___ hija debes escuchar al
oficial...- comentó mi mamá.
-¡Solo quiero irme a casa! ¿okey?-
dije abriendo mis ojos y exasperándome un poco.
-Está bien, está bien...- dijo en
voz baja, y por encima de ella escuche el leve suspiro del oficial.- Llamaré a
Frank para que venga por nosotras.- dijo mientras se hacía a un lado y tomaba
su celular para luego marcar el número de Frank y llamarle.
Luego de esperar un buen rato entro
Frank por la puerta de mi habitación, pero no venía solo, estaba con Zac su
hijo, quien hizo que me apenara de que me viera en estas condiciones. Ignore el
hecho de que estaba allí en la habitación mientras mi madre hablaba con el
doctor y Frank llevaba un par de cosas al auto, lo que no pude ignorar fue el
hecho de que Zac fue quien me ayudo a levantarme de la cama, claro que tuve que
tomarme de él para no llegar a tocar al suelo ya que al estar de pie pude
sentir lo débil que estaba y lo dolorosas que estaban mis piernas.
-Deberíamos aunque sea tratar de
ser amigos...- me susurró mientras me llevaba agarrada por la cintura y yo
llevaba mi brazo por encima de sus hombros para continuar caminando si caerme.
-Si...- susurré.
-Novios ya no podemos...- dijo sin
ánimos.- En este caso estamos siendo como hermanos.- dio una media sonrisa.
-Hermanos que se besaron...- dije y
él rió. Sonreí con un poco de dolor.
-Puedo admitir que te ves horrible,
más con tu ojo así.
-Gracias por ser tan considerado y
decirme la verdad sobre mi aspecto.- dije sonriendo a medias y sonando
sarcástica en broma. Él solo se dedico a reír.
Al salir del hospital junto a Zac
quien es muy buen ayudante, entre al auto en el asiento de atrás y junto a mi
subió Zac. Mi madre y Frank adelante en sus asientos.- Mamá...- dije
mirándola.- Me pasas mi celular...- le dije.
-Hija encontramos todas tus
pertenencias menos tu celular...- me miro haciendo puchero.
-Está bien...- dije y suspiré.- y
así dicen que no fue un asalto.- susurré para mí misma.
-Fueras hecho caso al oficial...-
comentó mi mamá.
-No mamá.- la mire con mi ojo
derecho, claro que el otro ni siquiera podía abrirlo.- ¿Y Fabiana? ¿Sabes algo
sobre ella?
-Si, me ha llamado y le eh dicho
que no recibirás visitas hasta que estés mucho mejor.
-Mamá...- me quejé.
-Mamá nada.- dijo ella firme en su
decisión.- No dejare que nadie te haga más daño que este.
-Mamá es Fabiana!- alcé mis manos.
-¿Y?- dijo ya más sería que antes.-
No y punto. Te verá cuando regreses a clase. Mientras Zac se encargara de que
no te aburras en casa.
-¡¿QUE?!- grité. Y si, me arrepentí
luego cuando sentí el dolor en mi pecho y mi estomago. Me giré para lograr
verle un poco y él se encogió de hombros como si no supiese sobre el asunto.-
no es posible.- dije dejando caer mi cabeza un poco sobre la parte de atrás del
asiento.
-Además el doctor ha dicho que nada
de estrés.- replicó ella.- Nada es nada, ni visitas, ni celular ni nada.
-¡No es justo!- me queje.
-Para mí tampoco es justo haber
pasado por este susto ¿crees que estoy feliz de verte así? ¿Crees que es lindo
que te digan que tu hija podría resistir a esto si no hubiese fractura o algo?
-¿INSINÚAS QUE ES MI CULPA?-
pregunté ya alterada con mi dolor de cabeza.
-NO.- dijo ella.- Solo dije que no
tendrás estrés y que haré todo lo que dijo el doctor.
-Como sea.- dije furiosa y sin
prestarle más atención.
Aunque ya me encontraba instalada
en mi habitación, me encontraba súper incomoda tan solo por el hecho de que mi
madre me había dejado a cargo de Zac, así que allí estaba él, con sus
auriculares y un libro en su mano mientras lo leía concentrado y yo moría de
aburrimiento allí acostada, sin ignorar el hecho de que yo misma no me podía
sentar ya que mi dolor en el abdomen era muy fuerte. Así que necesitaba de
ayuda, su ayuda, exactamente de Zac. De más nadie.
Suspiré obstinada por estar allí
acostada sin hacer nada. Fruncí mi ceño y sentí el dolor, maldije en voz baja.
Mi ojo izquierdo permanecía dormido con la crema que mamá había puesto encima
de la piel hinchada. Y Zac se encargaba de cada media hora cambiarme una rodaja
de papá, tratamiento casero que me ayudaría a bajar la inflamación y a no
dejarme el golpe colorido.
-Me estoy tomando el papel de
hermano seriamente.- dijo sonriendo. Quise echarle malos ojos pero no pude.
-Puedes pudrirte en el colegio de
hermanos en alquiler, nadie te elegiría por lo tonto que eres.- dije en
sarcasmo. Claro que para él siempre era broma.
-Bueno tu madre me ha elegido.- se
encogió de hombro.- Así que tú te pudrirás conmigo.- sonrió. Cerré mis ojos
para ignorar el hecho de que de verdad se encontraba allí en la habitación
junto a mí.
-Deberías traer un poco de
alcohol.- le comenté.
-¿Para las heridas?
-¡Por supuesto que no idiota!- alcé
mi mano y la deje caer sobre la cama.- ¡Para tomar!
-¿Tu tomas?
-Si ¿tú no?
-No sabía que tu tomabas...- me
miró sorprendido.
-¿Lo traerás o no?- pregunté.
-No.- dijo sonriendo y caminando a
su sillón. Tomó sus audífonos y se los puso, tomo su libro y regreso a la página
donde había quedado.
Yo solo deseaba recuperarme rápido
para ver a Fabiana, regresar a la universidad y no estar postrada en la cama
como un paralitica. Suspiré ya resignándome a morir postrada estos días hasta
recuperarme completamente. Zac se había quedado dormido con la cabeza guindando
a un lado y sus audífonos puestos, claro, tan buen cuidador él, tanto así que
si vienen a matarme escuchara exactamente todo lo que suceda.
Mantuve mis ojos cerrados, quería
descansar pero no sabía si podría hacerlo con Zac en mi habitación. Trate de
tomar mi respiración de que no me doliera tanto así que a medida que lo logre
también logre quedarme dormida.
A medida que iban pasando los días
mi ojo volvía a su normalidad, los morados en mi cuerpo comenzaban a salir y el
dolor comenzaba a desaparecer. Zac había
decidido contarme sobre lo que leía, al igual que dejo pasar a escondidas a
Fabiana a mi habitación sin que mi madre se diera de cuenta. Aunque mi madre se
notaba aun preocupada ya le había dejado claro que apenas me recuperara iría a
la universidad. Si, es que no podía aguantar otro día allí encerrada, casi dos
semanas y aun estaba en mi habitación. Justin no había dado señales, Fabiana recibía
amenazas de Laureen y yo me preocupaba por ella.
Por alguna extraña razón Fabiana se
dio de cuenta que mi celular lo tenía Laureen, pero claro que ella era un poco más
cobarde que yo como para ir a quitárselo. Me preguntaba si Justin abría
escrito. Zac ya no se pasaba todo el día metido en la habitación, ahora que
estaba mejor me daba mi privacidad, aunque a veces hacía falta insultarlo para
que pudiese salir de la habitación.
Me puse de pie y Zac se encontraba
aun leyendo, esta vez no se trataba de libros si no de un tema para un examen
de aprobación en la universidad de la ciudad donde yo solía vivir. Ya el reloj está
pisando las tres de la tarde, yo me encontraba frente al espejo viendo como
continuaban curándose mis heridas.- Ya no me veo nada mal.- dije sonriendo y
feliz porque ya se acercaba el día en que volvería a salir a la calle e ir a la
universidad.
-Solías verte mejor antes...-
susurró él en un suspiro.
-¿Antes de la golpiza?- lo miré.-
por supuesto que sí, ahora solo falta un poco mas y volveré a verme linda.
-No decía antes de la golpiza.-
dijo, lo miré.- Dije que solías verte mejor antes.- se puso de pie.- Cuando
estabas golpeada.- sonrió burlándose de mí. Abrí mi boca en forma de sorpresa.
-Te agradecería que te largaras.-
dije sonriendo y ignorándolo.
-Tu noviecito ni siquiera ha dado
señales de vida.
-¿Ya te moriste?- le pregunté aun
mirándome en el espejo.
-Es cierto lo que te digo.- se
encogió de hombros y tomo sus cosas.
-No seas estúpido- lo miré
frustrada.- ¿Dónde está mi celular ahora?- le pregunté.- ¡No esta verdad!- alcé
mis manos.- Y tampoco tengo otro. Así que ¿a dónde daría sus señales de vida?-
lo miré mas frustrada que antes.
-Está bien, ya cállate que te ves más
horrible cada vez.
-Muérete.- le dije. Él sonrió y
salió de la habitación cerrando la puerta tras de él.
Me pregunté si podría salir e ir a
verle, pero me mire nuevamente al espejo, aun se veían apenas los morados en mi
cara y los puntos aun continuaban allí en mi ceja. Pero al menos podía abrir mi
ojo izquierdo. Sonreí. Ahora quería volver a la universidad con Fabi y verle la
cara a Laureen cuando sepa que no me mato como él quería. Aunque sé que nada le
costaría hacerlo, pero... por lo menos tendría que recuperar mi celular. Lo
necesitaba. Sí que lo necesitaba. Y Justin, no da señales.
(Justin)
Respiré frustrado por quinta vez en
la tarde. Tenía tantas cosas en la mente que terminaría por volverme loco, y
pensar que los chicos aun no volvían del recorrido a los que le había enviado,
se estaban tardando más de la cuenta. Golpeé un poco con mi puño el vidrio de
la mesa, apreté mi mandíbula para lograr contener la frustración que sentía en
estos momentos y no dejarla salir y destruir con la casa, si lo haría los
chicos se molestarían. Sonreí para mi mismo al ver pasar en mi mente una imagen
de los chicos viendo la casa desordenada, patas arriba y destruida. Reí.- ¿Te estás
poniendo loco?- me preguntó Ryan, quien apenas me daba de cuenta que se
encontraba allí. Me di la vuelta para verlo sonreír y tras él ver entrar a los
demás chicos.
-¿Que tal les ha ido?- pregunté
mientras los veía que se encontraban relajados sentándose en los muebles. Esto
solo significaba dos cosas: o algo no se
dio, o salió perfectamente como estaba planeado.- Hablen.- les presione.
-Todo está perfecto.- dijo Chaz
relajado y tirándose sobre el mueble para luego extender sus piernas.
-Bueno como siempre.- dijo Khalil
haciendo lo mismo que Chaz.
-¿Y sobre lo que les encargué a
ustedes dos?- mire a Ryan y a John.
-Él ya logro rastrear su número.-
dijo Ryan señalando a John. Lo miré inmediatamente.
-Siempre se encuentra en la
universidad.- me miró y suspiró un poco.
-¿Y?- le miré.
-Pues no lo tiene ella. Él celular
lo tiene otra persona.
-¿Quién?- pregunté.
-Justin no querrás saber...-
comentó Christian quien entraba por la puerta.
-¡¿QUIÉN?!- pregunté ya fuera de
mis casillas. Todos permanecieron callados, se encontraban sentados en los
muebles.- ¿QUIÉN JODIDO LO TIENE?- pregunté ya más bravo porque no respondían.
-Rift.- comentó John mirándome con
curiosidad, me quede un momento quietó. ¿Por qué él tenía su celular?
Suspiré.
-Justin... amigo.- comentó Drake.-
creó que deberías sacar tu cabeza de su culo.- fruncí sus labios. Lo miré sin
saber que decir o hacer, aunque los otros chicos lo miraron con un poco de
sorpresa, se atrevía a decirme esas cosas.- Solo digo que si...- suspiró.
-¿Que si qué?- le pregunté.
-Bueno amigo que si él tiene su
celular es por algo.- se encogió de hombros y rascó un poco su cabeza.
-¿A la chica le gusta jugar?-
preguntó Chaz.
-Ella está en el juego- dijo
Christian.
-¡CÁLLENSE!- le dije.- Ella no es
así...- dije sin mirarlos, en realidad no se los decía a ellos, trataba de
decírmelo a mí mismo.
-Justin Broth...- comentó Ryan, lo
miré.- Quizás ellos tengan algo de razón.
-La chica anda con Rift.- apuntó
Christian.
-¡Cállate de una buena vez!- le
ordene. Él levantó sus manos en alto de rendición.
-Mira como la defiendes.- Dijo Chaz
moviendo su cabeza.
-John- le miré.- ¿Averiguaste bien?
-Por supuesto que si Justin.- me
respondió inmediatamente.
-¡Por Dios Justin!- dijo Drake.-
Saca tu cabeza de su culo.- me dijo.- Esta más que claro que anda con él. Por
algo no responde tus mensajes.- dijo alzando un poco sus hombros.
-Cállate de una maldita vez.- dije
en voz fría. Sin siquiera alzar la voz o algo.- Mete tu cabeza en tu culo antes
de que yo mismo lo haga por ti.- presioné mi mandíbula para no irme sobre él y
destrozarlo. Caminé hacia las escaleras furiosamente y antes de subir me di la
vuelta para verles mientras estaban sentados en los muebles en un incomodo
silencio.- Si saben algo más del negocio me avisan.- y sin decir más me di la
vuelta y subí las escaleras a mi habitación. Entré y tiré la puerta tras de mí.
Mi pecho subía y bajaba de lo furioso que ahora me encontraba. ''___ no era
así. ¡Por supuesto que no!'' Apreté mis puños y los mantuve a mi lado antes
de destrozar algo. Miré a mi cama y recordé la primera vez que la tuve allí,
ella estaba drogada, pobre, y pobre de mí por lo que tuve que soportar toda esa
noche por no hacerla mía. Tragué saliva.
-¿Se puede?- escuche decir detrás
de mi tras unos toques sobre la madera de la puerta. Me di la vuelta para ver a
Ryan detenido allí.
-¿Que quieres?- le miré.
-Solo quiero pasar hablar
contigo...- asentí. Él paso y cerró la puerta tras de él.- Justin...- me miró.-
Se supone que tú debes conocerla, la has investigado, no te has perdido ni un
solo detalle de ella, no creo que ande con él...- me dijo.- menos con él.-
recalcó.- Algo pasa allí Justin, sabemos que a ella le gustan las cosas malas.-
me miró sonriéndome y haciéndome sonreír.- pero no se iría por lo peor.-
suspiró.- Debes averiguar lo que pasa.- me miró a los ojos mientras permanecía
serio.- Si quieres que sea tu chica debes mantenerla a tu lado.- Tenía sentido
lo que me estaba diciendo.- Debes averiguar por ti mismo lo que sucede con
ella, así que piensa un poco y saca tu cabeza de su culo por un rato.- sonrió.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Hola chica, ¿qué tal? Deja tu comentario acá que me servirá de mucho. Gracias por leela.♥ → Deja tu comentario con lo que sea :3 ♥ I SEE YOU :*