26 feb 2015

CAPITULO 20

KILL ME BECAUSE YOUR SECRET. - ME MATARÁ PORQUE SE SU SECRETO.





Camino a la universidad después de almorzar me preguntaba si aun me mantenía a salvo, Fabiana acomodo el auto en el respectivo lugar de siempre, venía hablando con ella de lo mal que eran los profesores y la ladilla de entrar a clases, todo eso, pero en realidad mi mente estaba en otro lugar, si.- ¿___?- dijo casi que en un grito Fabiana, parpadeé rápidamente y la mire.

-¿Qué? ¿Qué sucede?- la mire.

-Nada malo, pero estas en otro mundo.- me dijo y negó con su cabeza.

-Disculpa...- dije y le di una pequeña sonrisa.

-Te espero en el aula, ve por tus cosas.- me dijo mientras cruzaba a otra dirección diferente de mi. Asentí sin saber si me había visto o no.

Me dirigí a mi casillero sin antes darme de cuenta que estaba la pequeña banda de la universidad donde siempre, cerca de mi casillero, respiré profundo. Continué caminando como si nada.- Llego la putita...- dijo el mismo hombre de la vez pasada. Lo miré de mala gana y continué caminando.-¿HEY?- gritó.- ¿Cuanto cobras?

Tragué grueso, y me estaba conteniendo porque apenas me dicen algo y me vuelvo HULK, pero no sería ningún HULK frente a este tipo si colocaba una bala en mi cabeza, como lo había soñado anoche. Pase a mi casillero y coloque la clave del candado para sacar mi libreta.-¿Hey?- escuche decirme una voz masculina muy cerca de mí, mejor dicho, tras de mí, vi una mano posarse sobre el otro casillero. Estaba muerta.- ¿Te has vuelto sorda?- lo ignore y tome mi libreta guardándola en mi bolso y cerrando mi casillero. Me tomó del brazo y me dio la vuelta haciéndome quedar cara a cara con él, lo mire.-¿Te eh preguntado cuando cobras?- me soltó.

Lo miré de arriba abajo.-No recuerdo.- fruncí mis cejas y lo miré.- Pregúntale a tu madre a cuanto es la tarifa.- le dije, lo empuje un poco y salí de su camino. Los que estaban alrededor escuchando empezaron a hacer en unisonó algo tipo ''Buuuuu'' y se reían, quizás de él, quizás de mi. Pero lo hacían.

Camine lo más rápido al aula, entrando y sentándome de una vez en mi lugar.

-¿Que te sucedió?- me miró Fabiana asustada.- Estas pálida.

-Estoy muerta.- dije con las manos en mi cara.- Me eh abierto el hueco donde me echaran.

-Pero ¿por qué? ¿Qué paso?

-Eh vuelto a insultar otra vez al tipo.- la miré.- el de la banda.- le susurré.

-¡¿QUÉ?!- dijo en voz alta todo el mundo nos miro. Ella tapó su boca.- ¿Te has vuelto loca?- me susurró.

-Es que me estaba jodiendo...- la miré, le conté lo sucedido, sus ojos estaban abiertos de un tamaño fuera de lo normal y estaba recostada al espaldar de la silla como si ella misma fuera insultado al hombre.- Necesito tomar aire.- dije y la miré.- Firmas por mí, por favor.- ella asintió rápidamente tomé mi bolso y salí del aula rápidamente antes de que la profesora entrara.





Me encontraba en el lugar de siempre. En el banco debajo del árbol, no podía negarlo, estaba llorando, aproveche de que todos estaban  en clase para así desahogarme.- ¿___?- escuche una voz de hombre, suave, detrás de mí. Me di la vuelta inmediatamente y solté un suspiró de alivió al ver a Kyle.

-Ky.- le dije, como de cariño, sin decirle su nombre completo.

-¿Sucede algo?

-Lo eh vuelto a insultar.- lo mire con mis ojos empañados.

-¿A quién?- preguntó con una media sonrisa.

-Al hombre.- golpeé mis piernas.- Al de la otra vez.- me puse de pie.- Y ahora me entero que todos son unos putos.- grité.- Unos jodidos vandalistas.- él me miro con sus ojos abiertos.- Unos malditos criminales, asesinos.

-Espera ___...- dijo en voz baja.

-Y hoy eh abierto el hueco de mi tumba.- lloré más.

-___...- volvió a susurrar.

-Y tú...- lo miré.

-¿Yo qué?- abrió mas sus ojos- ¡Dime quien eres!- le grite.- Si no eres vandalista ¿qué jodida cosa eres entonces?- le grite.- ¿Un hombre lobo? ¿Un vampiro? ¡Me siento como la estúpida de Bella en la película de vampiros! ¿Que se supone que eres tú?

-Yo pues...- no lo deje terminar de hablar cuando me lancé en sus brazos a llorar.

-Odio esto.- lloré más.

-Shuu...- me apretó mas.- estarás bien conmigo.- beso mi cabello.




(Justin.)

Llegué a la universidad, tal y como ella me había dicho él día anterior, después de clases. Suspiré por lo tonto que me veía siguiendo sus órdenes, pero sonreí. Baje de mi auto y miré algo que me llamo la atención. Todo el campus estaba solo debido a que se encontraban todos en clase. Pero habían dos afuera, entrecerré mis ojos para lograr visualizar mejor.

-¿___?- me dije y fruncí mis cejas. La vi estar llorando y gritando, claro que no podía escucharla pero la veía. Él chico frente a ella se me hacía conocido. Suspiré. Comencé a caminar lentamente al lugar, ella continuaba gritando y moviendo sus brazos a los lados.

De un momento a otro vi como el chico la abrazaba, me quede paralizado un momento. ¿Que se supone que estaba sucediendo? Mi sangre comenzó a hervir por alguna razón. Apreté mi mandíbula y aceleré el paso.

Al llegar al lugar tomé al chico por los hombros y lo hice hacía atrás separándolo de ___.- ¿Que se supone que está pasando?- dije con mi mandíbula apretada y mirando al chico que se levantaba del suelo y luego miré a ___.



(___.)

Kyle fue separado de mi por una gran fuerza, cuando abrí mis ojos vi a Kyle en el suelo y a... ¿Justin?; a Justin casi cerca de mi.-¿Que se supone que está pasando?- miró a Kyle y luego a mí. Jadeé. No podía recuperarme de tal sorpresa. Lo miré por un momento.- ¡RESPONDEME!- me gritó. Sus ojos estaban oscuros, como la vez de la tormenta.

-¡NO LE GRITES!- dijo Kyle en voz alta. Justin quien se encontraba frente de mi cerró sus ojos lentamente, y vi su mandíbula tensarse más. Tragué grueso. Se dio la vuelta lentamente.

-¿QUIEN COÑO TE CREES QUE ERES?- le preguntó con voz fuerte. Pero no estaba gritando, ni alzando su voz, solo le salió así de garganta. Lo vi dar un pasó hacía él.

-ALÉJATE DE ÉL.- le dije llorando y casi gritando mientras me colocaba frente a Kyle y mirando a Justin.

-ALÉJATE TÚ DE ÉL.- me dijo con sus ojos entornados, oscuros. Su voz gruesa. Sentí una patada en el estomagó.

-ALÉJATE TU DE MI.- dije llorando.

-¡TE EH DICHO QUE TE ALEJES DE ÉL!- me gritó.

-¡TE EH DICHO QUE NO LE GRITES!- gritó Kyle.

-¡KYLE CÁLLATE!- Le grité. Porque veía que Justin lo estrangularía allí mismo. Tomé mi cabello mientras lloraba.- JUSTIN ALÉJATE...- dije llorando.

-Ven conmigo ___.- dijo en voz gruesa y baja, dando un paso hacia atrás, aunque su cara no cambiaba. Negué con un movimiento de cabeza.- Ven conmigo te eh dicho.- dijo Justin mirándome  a los ojos. Mis lágrimas salieron mientras volvía a negar con la cabeza.

''Anda, muévete. Ve con él.''

-No vallas ___, estarás segura conmigo.- escuche un susurró detrás de mí.

''Si te vas con Kyle, Justin los matara a los dos.'' susurró otra vez mi conciencia. ''Vete con Justin, es mejor estar con Justin a que mate a Kyle por tu culpa''

''No es así, él me matara a mi...''

''Y luego a Kyle ¿Que ganas con matar a Kyle''

''Nada...''

''Entonces muévete para que Justin''

-Vete Kyle.- lo miré y le hice una seña con un movimiento de cabeza para que se fuera.- Estaré bien.- dije con la mirada baja y dando dos pasos hacía Justin.

Vi a Justin soltar una respiración, y luego tomar mi bolso del banco.- Yo puedo.- dije en tonó seco y se lo quité de las manos. Comencé a caminar y lo sentí caminar detrás de mí sin prestarle mucha atención a Kyle que aun no se movía de su lugar.

Ya cuando estábamos mas lejos de Kyle, Justin puso su mano atrás en mi espalda.- No me toques.- dije esquivándolo y sintiendo un poco de asco, recordando que era un maldito criminal. Él no dijo nada, solo eligió caminar a mi lado en silenció mientras mis lágrimas continuaban saliendo.

Llegamos al auto y subimos. En silencio puso el auto en marcha. Vi como recorría las calles, mientras me daba más tristeza recordar que él era un criminal.- Llévame casa.- dije cuando estaba en semáforo detenido donde debía cruzar a mi casa, pero no fue así, su auto siguió derecho.- ¿Qué haces?- Lo miré.

-No te llevare a tu casa hasta saber todo lo que está pasando.- dijo en tono seco. Y mi garganta se seco completamente. Mi respiración se paralizó al igual que por un momento lo hizo mi corazón.

-Llévame a casa.- dije y mis mejillas se volvieron a humedecer, pero esta vez mas que antes.

Él no me respondió solo se dedicó a conducir. Interrumpiendo su posición se movió para encender un cigarro, lo mire sin poder creer lo que veía.- Puedes empezar por decirme porque estabas, estás, tan alterada.- dijo y luego tomó una bocanada de humo, que salía poco a poco perfectamente entre sus labios. Tragué grueso.

-Puedes empezar por llevarme a mi casa.- dije con la mirada baja. Él golpeó con su palma el volante de auto lo que me hizo brincar en mi sitio.

No mencionó nada en todo el camino, llegamos a su casa donde me hizo entrar obligatoriamente mientras me llevaba en sus brazos y me depositaba con rudeza sobre el mueble. Mis mejillas no dejaban de humedecerse, mi respiración estaba acelerada, está asustada, frente a mí se encontraba de pie un criminal, un monstruo.- ___ dime que jodida mierda te sucede.- me dijo con su voz gruesa, sus ojos fijos en mí, estaba pasmada.

-¿Qué me pasa?- dije mirándolo. Tragué saliva y sequé mis mejillas. Me puse de pie.- Me pasa que ahora se todo sobre ti.- dije en tono firme frente a él.

-¿A qué te refieres?- dijo serio. Sin ninguna expresión en su rostro.

-¡QUE ERES UN MALDITO CRIMINAL!- le grite. Él se quedo quieto podía ver que contenía su respiración. Mi lágrima corrió. No me lo negaba, era cierto, todo era cierto.- ¡ESA ES LA JODIDA MIERDA QUE ME SUCEDE!- le grité.

-No me hables en ese tonó.

-¿POR QUÉ NO? ¿ME MATARAS?- lo miré y di un paso más adelante.- ¡¿ME MATARAS COMO LO HICISTE CON TU MADRE?!- le grité. Y quedé un poco aturdida. Abrí mis ojos y me encontraba en el suelo tocando mi mejilla. Mis lágrimas salieron inmediatamente.

Él se inclinó.- ___ perdóname.- dijo asustado.

-Aléjate de mi.- dije llorando.

-___.- dijo tratando de tocarme en mi brazo.

-¡ALÉJATE!- le grité y me rodé en suelo alejándome de él.- ¡ERES UN MONSTRUO!- le grité llorando y poniéndome de pie. Comencé a correr en la casa para salir por el lado de atrás ya que la puerta de la entrada él le había puesto seguro.

Pero fallé en el intentó, él corrió tras de mí y me atajo por detrás.-¡SUÉLTAME!- le grité y me moví en sus brazos, pero su fuerza me mantuvo allí con él.

-Por favor discúlpame.- me susurró con sus labios pegados en mi cabello mientras yo lloraba. Mi mejilla ardía, y en mi mente llegó el recuerdo de cuando mi padre había hecho lo mismo. Lloré más.

-Suéltame.- dije llorando. Él alzó sus brazos y me elevo del suelo, no podía verle, su pecho estaba pegado a mi espalda.- ¡SUÉLTAME MALDITO INFELIZ!- le grité mientras movía mis piernas con fuerza.

-Lo siento.- dijo y me subió a su hombro.- no puedo hacerlo, no puedo dejarte ir.

-¡SUÉLTAME!- chillé mientras con mis puños cerrados golpeaba su espalda.

Subió las escaleras. Sin problema alguno de llevarme encima de él mientras yo lloraba. Al estar arriba sentí que giro. Y vi pasar su habitación. La puerta se encontraba un poco abierta dejándome ver la cama, los recuerdos volvieron y lloré mas mientras iba en su hombro recorriendo el largo pasillo, escuche un puerta abrirse y entramos a una habitación. Me deposito sobre una silla de madera. Lo miré sin entender lo que hacía. ''Me matará porque se su secreto'' pensé, la respiración comenzó a fallar y sin pensarlo rápidamente me puse de pie y corrí hasta la puerta, saliendo al pasillo.- Maldición.- escuché susurrarle. Antes de bajar las escaleras una mano me tomó por el brazo. Caí en el suelo y comencé a llorar otra vez.

-No me mates.- dije llorando.

-Levántate.- me ordenó él. Pero yo negué con la cabeza, él me haló por el brazo poniéndome de pie y haciéndome caminar a su lado.

-Déjame.- chille entrando a la habitación.- Déjame ir.- lloré. Él me llevo hasta la silla nuevamente, poniendo mis brazos a cada lado de mi sobre las barandillas del posa brazos de la sillas, tomo unas tiras de tela, tela fuerte y ató mis manos.- POR FAVOR DÉJAME IR.- dije casi que gritando. Él no me miraba, ya no lo hacía.- NO ME MATES POR FAVOR.- lloré.

-¡CÁLLATE!- me gritó haciéndome brincar en mi lugar.

-Por favor...- susurré.

-¡MALDITA SEA ___! ¡¿POR QUÉ TE METISTE EN ESTO?!- me gritó.

-Lo siento.- chillé.- Déjame ir... no le diré a nadie lo prometo.- llore.

-¿SABES LO QUE OCURRIRÁ SI LOS...- se detuvo. Y caminó de un lado a otro tomándose en cabello.- ¡MIRA LO QUE ME HACES HACERTE!- me gritó señalándome.

-¡PUES ENTONCES MÁTAME DE UNA BUENA VEZ!- grité con lágrimas en los ojos.

-¡ESO ES LO QUE ELLOS QUERRÁN QUE HAGA!- me gritó.

-¿QUIENES? ¿LOS DE TU BANDA?- lo miré.

-¡NO DEBES SABER TANTA MIERDA!- me gritó. Me quedé callada.

-Mátame.- dije en voz baja.- Hazlo.- mis ojos estaban fijos en él, no parpadeé, mis lagrimas se acumulaban una tras otra y luego caían.


Lo vi moverse de su lugar. Y me percaté. Me mataría. Salió furioso de la habitación. Comencé a llorar, está era la última vez. El fin de todo. Escuché que se encontraba en la habitación de al lado, muchos sonidos llegaban a mí, cosas cayéndose, podía saber que estaba buscando algo... su arma. Abrí mis ojos. Mi respiración se fue. Comencé a hiperventilarme, jadeé en busca de aire, solo una muy pequeña ventana se encontraba en esta habitación, alta y muy pequeña. Jadeé. Estaba en medio de la nada, la casa de Justin estaba en medio de la nada. Miré a los lados buscando una salida pero todas las posibilidades se morían al recordar que estaba atada. Ya me faltaba mucho mi respiración, necesitaba aire, mis manos me sudaban, mi corazón palpitaba a mayor velocidad, jadeé mientras apretaba mis puños fuertes. Escuche sus pasos en el pasillo para luego verle aparecer frente a la puerta.

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