IF YOU TELL ME TO STOP I WILL. - SI ME DICES QUE ME DETENGA LO HARÉ.
-¡Tu casa! ¿En serio?.- lo miré, él
sonrió.- Esa es la gran sorpresa.- reí.
-Es mejor que estar en la
universidad.- se encogió de hombros.
-Es cierto...- dije y baje del auto
al mismo tiempo que él. Camine a su lado hasta entrar en la casa y encontrarnos
en la sala. Me sentí un poco incomoda al ver los muebles, donde lo vi con esa
mujer pero ignore el pensamiento. Me senté allí y respiré profundamente y
lentamente.- Y dime...- dije mirándolo.
-Iba a cambiar los muebles...- dijo
frente a mí. Fruncí el ceño iba a preguntar que porque no lo hizo pero él se
apresuró a responderme.- Pero fue en estos muebles donde te tuve por primera
vez, y donde te convertí en mujer.- sonrió.- y también te vi sonrojarte como lo
estas ahora.- sonrió más.
-Cállate.- le dije y le lancé un
pequeño cojín. Él rió con ganas. Sonreí apenada.
Lo vi caminar por detrás de mí y
dirigirse a una de las habitaciones que no recordaba a que pertenecía. Sonreí
mientras lo vi hablar solo consigo mismo al entrar y salir de esa habitación.
Se dirigió a la cocina y nuevamente a la habitación. Fruncí el ceño con un poco
de curiosidad, así que decidí ir a la habitación y enterarme por mi misma a ver
que hacía.
Me detuve en la puerta de la
habitación mientras lo veía recordarse cosas o fijarse de que todo estuviera,
no me dio tiempo de fijarme bien a su alrededor cuando ya estaba frente a mí
con la puerta cerrada. Fruncí el ceño y parpadeé un par de veces.-No deberías
estar acá.- dijo él sonriendo.
-¿Que hay allí?.- le pregunte.
-Algo.- alzo sus hombros mientras
sonreía.- ven vamos arriba.- dijo mientras me tomaba de la mano y me llevaba a
su lado en dirección a las escaleras para luego subir hasta su habitación.
Lo mire un poco confundida.-
¿Haremos algo?.- pregunté con la garganta seca. Él sonrió. Sentí toda mi sangre
subir a mis mejillas.
-Ve despacio.- me dijo guiñándome
un ojo. Jadeé dentro de mí. Comenzó a reírse.- Bromeo... solo quiero que hagas
algo por mí.
-¿El qué?.- dije mirándolo un poco
pasmada.
-Un minuto.- dijo mientras
comenzaba a caminar alrededor de su habitación, entraba al baño y luego salía
hasta su clóset.- donde lo puso.- le escuche susurrar para sí mismo.- Ya
vuelvo.- dijo mirándome y luego saliendo de la habitación.
Fruncí el ceño sin entender
nada.-Extraño.- susurré. Camine por su habitación, terminando de pie frente al
gran ventanal que daba vista a la ciudad desde su habitación, respire el aire
puro un par de veces y me relaje unos minutos ¿que se supone que estaba
haciendo Justin?
-Disculpa.- escuche decirle.- me di
la vuelta para verle entrar a la habitación.- No sabía dónde estaba esto.- dijo
alzando una bolsa de compras que traía en su mano derecha.- Esto es lo que
harás por mi.- sonrió.
-¿Qué?
-Ponerte esto por mí.- dijo
caminando en mi dirección y entregándome la bolsa. La tome y observe dentro de
ella, un traje de baño color rojo.- No quiero que suceda lo de la ultima vez.-
Sonrió. Abrí mis ojos en par.
-¿Entraremos a la piscina?.- le
pregunté.
-No, solo quiero que te lo pongas
para verte con el.- fruncí mi ceño. Rió.- Por supuesto que entraremos a la
piscina.- dijo riendo.- Te espero aquí.- señalo el diván.- Puedes cambiarte en
baño.- lo señalo. Asentí tomando con más fuerza la bolsa entre mis manos.
Tragué grueso. Comencé a caminar en silencio y lentamente hasta el baño, entre
y cerré la puerta tras de mí, debía dejar la pena a un lado.
Me mire en el espejo por cuarta vez
antes de salir. Se veía bien el traje de baño, resaltaba en el color de mi
piel. Sonreí y mordí mi labio, por la locura que estaba a punto de hacer, ¿cómo
se supone que saldría en traje de baño? Miré a mi alrededor fijando mi mirada
en una toalla, la tome y la enrolle alrededor de mi cuerpo, respire profundamente
un par de veces para luego salir del lugar. Mire mi ropa que se encontraba
doblada en una pequeña mesita debajo del lavabo. Me di la vuelta y mire el pomo
de la puerta antes de salir. Cerré mis ojos y relaje mi cuerpo. Gire el pomo de
la puerta y abrí la puerta lentamente. Le vi estar de pie frente la cama, se
encontraba sin camiseta, descalzo y con una toalla envuelta en su cintura.
Trate de mantener mi respiración él me miro de arriba abajo y sonrió.- Sabía
que saldrías así.- camino hasta la puerta.- Si ya estas lista podríamos ir
abajo.- dijo sonriéndome.
Asentí y fui hasta su lado, pasando
frente a él y saliendo de la habitación para que el saliera tras de mí y
bajáramos juntos las escaleras.- Recuerdas que no sé nadar...- le dije en voz
baja como si no quisiera decirlo.
-Lo recuerdo perfectamente.-
sonrió. Terminamos de bajar las escaleras y nos dirigimos al lugar de la
piscina, en la parte de atrás de la casa. Estaban las sillas de tomar sol y
unas mesas donde uno se sentaba a tomar o comer. Sonreí para mí misma, me
vendría muy bien esto, eh estado tan estresada últimamente.- Y bien...-
pronunció el sacándome de mis pensamientos. Me gire a verle, se encontraba en
bóxer, había dejado su toalla en una de las sillas.- Creo que es hora de entrar
a la piscina.- dijo sonriéndome y dándose la vuelta para lanzarse de clavito a
la piscina. Sonreí al ver el agua elevarse y chispear cerca de mí un poco.
Luego de unos segundos salió de agua y sacudió su cabello. Sonreí. Movía sus
brazos alrededor de él haciendo pequeñas olas a su lado.- ¿Te esperó acá o voy
por ti?.- grito desde la piscina. Fruncí mis labios.- ¡Vamos no tengas pena!-
volvió a gritar.
Suspiré y tome el nudo de la toalla
desatándolo para luego empezar a prepararme mentalmente. Mordí mis mejillas, y
solté un último respiró para dejar caer mi toalla.
-Nada mal.- dijo Justin desde la
piscina mientras ponía su mano frente a su frente para cubrirse un poco la luz
del sol.
-Idiota.- dije riendo.
(Justin)
Dejo caer su toalla, estaba
nerviosa, pero deje de ver su rostro para admirar su cuerpo. Agradecí estar en
el agua para así enfriar el calor que recorría mi cuerpo al tan solo verla así,
sin duda no me había equivocado de color, un rojo, perfecto para su piel clara.
-Nada mal.- dije para aliviarla y
quitar de mi mente los pensamientos morbosos.
-Idiota.- dijo ella en referencia a
mí, pero más como un susurro.
-Vamos nena, estas bien ¿podrías
entrar a agua?- le anime.
Ella no dijo nada, solo camino en
silencio sonriendo un poco hasta llegar a la orilla de la piscina. Se inclino
un poco y miro el agua.- de noche se ve menos onda.- dijo un poco triste, y se
sentó a la orilla de la piscina, sus piernas caían del lado de adentro
cubriéndose de agua.- Además esta fría.- me miro.
-No podría estar más fría que esa
noche que nevaba.- dije sonriendo y moviéndome hacía ella.- Además para que necesitas que sea llana si me tienes
a mi por si te ahogas.
-Gracias.- dijo ella en sarcasmo.
Reí.
-Venga.- dije tomando sus piernas.-
Entra al agua estoy aquí, no te sucederá nada- alcé mis hombros.- Confía en
mi.- la miré. Ella sonrió tímidamente y se impulso con sus brazos hacía dentro
de la piscina. Deje que cayera para luego tomarla por la cintura y alzarla un
poco. Ella paso sus manos por su cara y luego acomodo su cabello hacía atrás.
-Comienzo a sospechar que esto es
solo para mantenerme cerca de ti...- dijo ella entrecerrando los ojos y
mirándome. Sonreí.
-Tal vez.- alcé mis hombros. La
miré se veía tan bella y provocativa, me fui acercando poco a poco a ella. Ella
se mantenía mirando fijamente a mis ojos. Antes de llegar a sus labios un monto
de agua calló a un lado de mi cara. Abrí mi boca en sorpresa y ella comenzaba a
reír.- Te lamentaras de eso.- le dije. Y comencé a despegar mis manos de su
cadera pero ella se pego a mí y enrollo sus brazos en mi cuello.
-Si me hundo, te hundes.- me dijo
riendo.
-Me hundo.
-Nooo.- chillo ella, reí y me
sumergí en el agua, tomándola a ella por la cadera para traerla conmigo. Luego
de un minuto bajo el agua ella golpeó mi pecho y yo la solté, subió a la
superficie del agua y yo seguidamente de ella.
Se tomo de la orilla de la piscina
y me miro de mala gana. Reí.- No te molestes.- le dije
-Si tu intención era ahogarme
déjame decirte que no te dejare hacerlo.- frunció sus cejas. Sonreí, se veía
tan linda enojada, me causaba ternura.
-Nena no te molestes, solo bromeé.-
dije y roce su brazo pero ella se hizo a un lado y se impulso con sus brazos
hacia arriba sentándose en la orilla de la piscina y luego poniéndose de pie.-
___, nena.- le dije. Ella salió caminando hacia su toalla mientras decía cosas
en voz baja.
Salí de la piscina y me dirigí a
donde estaba ella quien secaba su cabello.- No te molestes...- le dije y tome
mi toalla para secarme también.
-No lo estoy.- dijo sería.
-Woau, si eso no es estar molesta
no quiero saber ni verte cuando lo
estés.- dije ella trató de reprimir una sonrisa.
-Idiota.- dijo mientras me echaba
malos ojos. Sonreí.
-Solo quería jugar un rato, no te
ahogaría ni nada de eso.- le dije y me acerqué a ella quien tenía la toalla
enrollada en su cadera. Ella trató de decir algo pero luego soltó un suspiro.-
Anda no te molestes.- tome su mentón para que me mirara. Ella lo hizo, me miro.
Humedecí mis labios mientras ella me miraba, me acerque a ella y la bese.
Contuve la respiración por un momento al igual que ella para luego comenzar a
mover mis labios lentamente sobre los suyos. Coloqué mis manos en sus caderas y
ella alrededor de mi cuello pegándome más a ella. La halé hacía mi pegando su cuerpo
al mío y acariciando su espalda. Ella continuó besándome.
-No tengamos prisa...- susurró
ella.
-No la tenemos...- le dije y me
separe de ella entre besos. Un estruendo se escucho del cielo, de un momento a
otro se había oscurecido el cielo y la lluvia comenzaba a caer. Sonreí, ella
también sonrió sonrojada.
-Deberíamos ir adentro.- señale.
Ella negó con un movimiento de cabeza.- ¿No?- le pregunté.
-Quedémonos acá.- dijo ella
sonriendo. Me soltó y quito la toalla de sus caderas. Camino por el asfalto
liso que rodeaba la piscina e inclino su cara hacía arriba, abriendo sus brazos
a los lados y dando una vuelta, me miró sonriéndome.- Ven.- me invitó. Sonreí.
Esta chica sí que estaba loca, pero
lo hice, deje mi toalla a un lado y fui hasta donde ella tomándola en mis
brazos y dándole vueltas en el aire. Su risa se escuchaba en todo el lugar,
sonreí por hacerla sentir bien. La baje y ella continuó riéndose mientras
sostenía su estomago. El cielo se tornó más oscuro que antes y esta vez sus
estruendos eran más fuertes, ___ salió corriendo a meterse debajo de techo.
-¿Que sucede?.- dije aun bajo la
lluvia.- ¿Le tienes miedo a los truenos?
-Cuando son muy fuerte como ese
si.- dijo ella temblando del frío en su lugar, sonreí mientras la veía
enrollarse en su toalla, mire el cielo, que lluvia tan inoportuna. Me dirigí a
ella y me seque. Ella sonrió mientras sus labios comenzaban a tornarse un poco
morados pálido por el frío.
Entramos a la casa y cerré la
puerta tras de nosotros. Ella camino directamente escaleras arriba y yo le
seguí. Entro a la habitación corriendo y le seguí el paso.- Primero yo.- dijo
entrando al baño y escuche que cerraba la puerta de baño de la ducha. Sonreí.
-Eso es trampa.- dije acercándome
al baño. Escuche su risa.- tengo una mejor idea.
-Ni lo pienses Bieber.- escuche
decirle desde adentro de la ducha. Yo ya me encontraba en el lugar del lavabo.
Sonreí.
-¿Qué tal si compartimos ducha?.-
dije abriendo la puerta del baño.
(___)
-¿Qué tal si compartimos ducha?.-
escuche decirle ya cerca, para luego sobresaltarme con el sonido de la puerta
del baño. Me di la vuelta, y allí estaba él, sonriéndome.- Puede que sea más
rápido.- dijo guiñándome. Agradecí aun tener el traje de baño puesto y sentí mi
sangre comenzar arder.
-Bueno pero hay una sola ducha.-
dije haciéndome la loca y metiéndome debajo del agua tibia que caía de la
ducha.
-Eso podemos arreglarlo.- dijo él
entrando deprisa al baño por completo y pegándose a mi- si me dices que me
detenga lo haré.- dijo él con los ojos cerrados, con su nariz pegada a la mía y
sus manos a ambos lados de mi.
Mientras mi espalda permanecía
pegada a la pared y el agua recorriendo mi cuerpo, ahora nuestros cuerpos, no
pensé, no razone, solo hice que lo quería, lo que salió de impulso, lleve mis
manos a su cuello y lo traje hacía mi donde comencé a besarlo. Sus manos
dejaron de estar a ambos lados de mí para ubicarse en mis caderas, pegándome
más a él.
Sus manos bajaron hasta mis muslos
y los tomaron con fuerza despegándome del suelo, enrosque mis piernas alrededor
de su cintura mientras él me sostenía contra la pared y quedaban sus manos
libres para acariciarme los muslos, el trasero, la cintura, el abdomen, la
espalda, mi cabello... podía sentir su bulto pegando en mi sexo. Y yo cada vez
me apretaba más a él porque me gustaba sentirlo.
Sus manos consiguieron un camino
hasta mi espalda donde desataron el brasier del traje de baño y lo tiraron al
suelo. No me cubrí continué con mis brazos alrededor de su cuello y mis manos
en su cabello. Lo halé un poco y un gemido se escucho al fondo de su garganta.
Él haló mi cabello haciendo que mi rostro se inclinara hacía arriba, dándole
espacio a él para besar y mordisquear la piel de mi cuello. Mientras hacía esto
me separo de la pared y me llevo contra la otra quedando nosotros fuera del
agua, pude sentir el calor irradiar de nuestros cuerpos, jadeé, un jadeo
silencioso que quizás él escucho.
Me saco del baño y salió a la
habitación donde rápidamente consiguió el camino hasta la cama y me deposito
allí quedando él encima de mí. Comenzó a moverse de una manera muy excitante.
Mientras sus manos bajaban por todo mi cuerpo, sus labios dejaron los míos para
hacerse un camino de besos por mi cuello hasta llegar a mis senos, jadeé cuando
succiono duro. Lo tome del cabello y lo hice volver a mis labios.
En un momento gire mi cabeza,
quedando con la vista a la ventana que mostraba el cielo oscuro y la gran
lluvia cayendo. Sus labios volvieron a los míos y una de sus manos a mi
intimidad. Jadeé al sentir su tacto. Él inmediatamente se incorporó y quito mi
bikini para luego quitar su bóxer y revelar ante mis ojos su miembro. Volvió
acomodarse encima de mí al igual que antes. Esta vez rozando su miembro en mi
sexo haciéndome desearlo y humedecerme más de lo ya estaba. Presiono un poco y
gemí, alce mis caderas para conseguir más de él, comenzó a besarme por el
cuello mientras sus manos acariciaban mis senos, jadeé en suplica para él, él
no tardo mas y presiono otras vez su miembro en mi sexo haciendo que este se
adentrara un poco, gemí. Él me tomo un poco por el cabello y presiono mas
mientras mantenía sus labios sobre los míos, sostuve la respiración cuando él
entro completamente, se mantuvo allí por un momento para luego salir lentamente
y volver adentrarse. Repitió el procedimiento seguidamente aumentando la
velocidad, tomamos el ritmo, cuerpo a cuerpo como si fuésemos unos solo.
Los gemidos y las respiraciones
aceleradas se convirtieron en silencio, siendo cubiertas tiernamente por el
sonido de la lluvia. Otro beso depositado en mi cabello mientras nuestros
cuerpos se encontraban entrelazados, la divina paz se sentía en toda la
habitación, el fino cobertor cubría desde mis senos hasta mis muslos. No quise
abrir los ojos, no sabía qué hacer o decir después de todo esto.
-Me encantaría quedarme así por
siempre...- dijo su voz ronca mientras acariciaba mi cabello.- pero temo que
podamos hacerlo.
-¿Por qué?- pregunté. Trate de no
sonar curiosa y me salió algo más que un susurro.
-Por qué debemos comer...- dijo
sonriendo. Sonreí.- Luego podemos volver aquí si así deseas nena...- me dijo
sonreí y asentí con un poco de peso en mis ojos.- Si quieres esperas aquí
mientras bajo a buscar algo de comer... estas agotada.- dijo mirándome de
arriba abajo, me sonroje. Él se sentó y se inclino un poco para depositar un
beso sobre mis labios. Luego sonrió y se puso de pie, yo cerré mis ojos
mientras él caminaba a su clóset y buscaba su bóxer. Luego que abrí los ojos le
vi salir sonriente por la puerta de la habitación. Suspiré y tire mis brazos a
los lados, quería gritar de alegría, emoción, felicidad. Mordí mi labio y me
encogí de hombros pensando en él.
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