I AM WAITING FOR YOU. - ESTOY ESPERANDO POR TI.
-Café claro.- Dije al mesero con
una amable sonrisa.
-¿Y para usted señorita?- miro a
Fabiana.
-Un café fuerte.- sonrió, él
asintió y se dirigió a buscar la orden mientras Fabiana me miraba y sonreía.-
Hace tiempo que no hacia esto.- se encogió de hombro felizmente.
-Pues creó que lo harás de ahora en
adelante.- sonreí.
-Bueno dime... hablemos de nosotras...-
sonrió. Y recordé que había venido con ella por saber lo de Justin Bieber,
pero... ahora la veía más interesante a ella, Bieber podría esperar un poco más.
Sonreí.
-De ti.- le sonreí.- Cuéntame de
ti.
-¿No te maree con lo del auto?-
dijo riendo.
-No, a lo contrario me entretiene
mucho, me gustaría saber de ti.- sonreí.- Seremos amigas, debo saberlo.- alcé
mis hombros.
-Bueno.- suspiró un poco
emocionada. El chico legó con los cafés, los dejo sobre la mesa y se marcho,
Fabiana y yo probamos los cafés y sonreímos al mismo tiempo.- Bueno...- volvió
a decir seguida nuevamente de un suspiro.-Yo...- rió.
-Anda no es tan difícil.- la
anime.- ya me dijiste... por decirlo así lo malo de tu vida... ahora dime lo
demás.- reí.
-Bueno... luego de la muerte de mi
hermano.- se relajo.- Mis padres se fueron a Canadá... yo me quede en casa,
sola, sonreí, hasta ahora...- suspiro.- mis padres dicen que es mi culpa lo de
mi hermano.- me miro.
-¿Por qué?- dije asombrada.
-Es que... bueno... si desde un
principio yo no me fuera juntado con esas chicas... nada de eso hubiese salido
a la luz, nada.- hizo una mueca con su labio.
-Claro que no es así.- Fruncí mis
cejas.- En tal caso eso pasaría en algún momento.- la miré.- Tú no puedes dejar
que eso entre en tu cabeza. Tu no le dijiste nada a nadie. Esas chicas lo
inventaron todo, y si en tal caso lo dijiste no fue con esa intención.
-Es cierto... pero bueno... ellos
piensan de esa manera.- se encogió de hombros.
-¿Y que mas?- la miré.
-Bueno... me gustan las galletas y
el chocolate.- sonrió.- ¿Y tú? ¿Qué me dices de ti?
-Bueno...- sonreí.- Antes vivía en
Atlanta.
-¿En serio?- me miro con sus ojos
abierto. Sonreí mientras asentía.
-Bueno nos mudamos acá a Los
Ángeles por negocios de mi padre...- la miré.- mi papá se separó de mi madre al
los meses de estar acá...
-¿Por qué?
-Otra mujer.- alcé mis hombros.
-¿En serio?
-Es verdad.- asentí.- Y bueno
quedamos en casa mi madre y yo... mi hermano menor vivía con nosotras pero
ahora vive en otro lugar con mi tía.- suspiré.- Y yo...- sonreí.- Yo comencé
muy bien las clases hasta que me invitaron a la primera fiesta...- sonreí.-
Kate la chica
-De las bandas de las fiestas.-
sonrió ella. Yo asentí.
-Bueno ella y Kyle...- la miré,
ella asintió, entendí que también lo conocía.- Bueno a partir de allí, es
fiestas, fiestas, fiestas... y drogarme...- baje la mirada.
-¿Consumes?- me preguntó con sus
ojos más abiertos que antes.
-Solo a veces, cuando voy a sus
casas, o en fiestas...- alcé mis hombros.
-No te vez como una chica que
consume...
-¿No?
-No.- sonrió.
-¿No te molesta que consuma droga?
-Por supuesto que no... Sé que lo
haces para adaptarte...- sonrió. Asentí... si, quizás por eso lo hacía. Terminé
mi café al igual que ella, sonreímos
continuamos hablando de nosotras y nuestras vidas, de todas las cosas
buenas y malas por la que habíamos pasado en nuestra niñez hasta adolescentes.
-¿Paso mañana por ti?- me preguntó
Fabiana sonriente cuando ya me encontraba fuera del auto.
-Sería estupendo.- le sonreí.
-Nos vemos.- dijo y se despidió con
un movimiento de mano. Hice lo mismo mientras ella puso su auto en marcha me
dirigí a dentro de la casa.
Eran las seis de la tarde, claro
que después del café fuimos al centro comercial a caminar y hablar sobre
nosotros, reí más de lo normal, aun no podía creer por lo que la pobre había
pasado. Me encogí de hombros, salude a mamá que luego de la tormenta ahora nos
llevábamos bien, subí a mi habitación, quite mi ropa y entre a la ducha.
A medida que pasaban los días, mas
amigas nos hacíamos, el fin de semana me quedaba en su casa, mi madre ya la
conocía y la amaba, era como su segunda hija. Kyle me trataba normal aunque ya
no lo veía casi, y Kate... ella se distancio de mi, a veces la veía murmurarse
cosas con las demás chicas cuando me veía pero no me importaba. Y de Justin
Bieber.... bueno de él no sé nada.
Suspiré por cuarte vez dentro del
auto.- ¿Sucede algo?- me preguntó Fabiana. Negué con la cabeza sonriendo, hacía
dos semanas que nos habíamos conocido y ya éramos mas que amigas unidas. Detuvo
el auto en el estacionamiento de la universidad y bajamos, nos dirigimos dentro
de la universidad abriéndonos camino
entre las personas. Mire hacía mi lado derecho donde vi venir a Kate. Baje la
mira e hice como si no la fuese visto.
-¿No te causa pena?- le escuche
decirme. La mire mientras Fabiana solo guardaba silencio arreglando sus cosas
en el casillero.
-¿De qué?
-De andar con una lesbiana.- aquí
va, saco sus garras. Sonreí.
-No es lesbiana...- alcé mis
hombros.
-Es obsesiva con sus amigas ¿no lo
sabías?- me miró sedienta de mi reacción.
-No sabías que yo también lo
era...- le dije en un susurro cerca de rostro. La miré a los ojos los cuales
abrió y luego dio un paso hacia atrás, mirándome con cara de asco y marchándose
con sus amigas. Sonreí y me volteé a mirar a Fabiana que se encontraba
mirándome en forma de agradecimiento. Alcé mis hombros.- No es nada.- sonreí.
-Gracias...- comentó.
-Te eh dicho que no es nada.-
sonreí.
-Ahora te miraran extrañamente como
a mi...- sonrió apenas.
-Pues que lo hagan. Me vale
mierda.- sonreí y la abracé. Ella sonrió encogiéndose de hombros.
Los chicos del pasillo habían
escuchado así que nos miraban
extrañamente pero de verdad no me importaba, esta chica era especial, era una
muy buena amiga, la apoyaría de ahora en adelante, sentí que debía ser así, y
así será. Suspiré cuando entramos al aula de clases, ahora venía mi tortura...
tomé asiento al lado de Fabiana y permanecí en silencio.
Luego de todo un día de tortura ya
me encontraba en la penúltima clase, mi celular sonó haciendo que la profesora
me mirara de mala gana. Me encogí de hombros y ella continuó en la clase. Tome
mi celular y leí el mensaje.
Bieber:
Deberías apresurarte a salir.
Mi respiración se detuvo. ¿Cómo es
que de repente daba señales de vida... y sus señales eran órdenes?
Para Bieber:
Valla Bieber estás vivo, que bueno.
Estoy en clases, tendrás que
esperar.
Bieber:
Estoy esperando por ti.
Sentí una corriente recorrer mi
cuerpo. Tragué grueso y miré hacía la puerta pensando en si salir o no de allí.
Una silueta apareció frente a mis ojos. Tapé mi boca al verle allí mirarme con
sus ojos intensos. Tragué grueso. Su camiseta morada con blanca, su cabello,
sus ojos. Miré a Fabiana sin saber qué hacer, para mirar nuevamente a la puerta
y no verle. Tragué grueso.
Bieber:
Estoy en el estacionamiento.
-Fabi...- la miré.
-Dime...- susurró ella aun con su
mirada fija en la profesora.
-Debo irme... te estoy
escribiendo...- ella me miro con sus ojos abiertos sin entender.- Bieber.- le
mencione. Ella abrió mas sus ojos y asintió.-¿Nos vemos luego?- pregunté.
-Sí, si ve.- sonrió.
-Te estoy escribiendo.- dije
levantándome de mi lugar y saliendo rápidamente del aula.
Camine lentamente al verle, pero al
mirar a los lados acelere mi paso y llegue a él, soltando una bocanada de
aire.-¿Qué se supone que haces aquí?- lo miré de arriba abajo.
-Creo que no debes preguntar eso.-
dijo sonriéndose y alzando un poco sus hombros.- Sube.- dijo mientras se
dirigía a su puerta. No menciono nada mas, y no sé porque yo me encontraba
caminando hasta mi lado perteneciente del auto y abriendo la puerta para subir
en el.
El auto salió en gran velocidad de
la universidad. Suspiré por quita vez en el auto sin saber que decirle o que
preguntar.-Estuvo mal lo del otro día...- le escuche decir. Lo mire
inmediatamente.
-Yo...
-Como eres una chica... te pido
disculpas por haberte tratado así de esa manera.- asentí y comenzaba a odiarme
a mi misma por estar aceptando todo eso.- Solo me moleste por algo, sé que no
era razón para comportarme así contigo pero
-Está bien.- por alguna razón no
quería más explicaciones, me sentía bien allí junto a él, en el auto o en
cualquier otro lugar.
-¿Lo está? ¿Lo estás?
-Si...- dije me entrelace mis dedos.
-Iremos a que un amigo...- me miró.
Abrí mis ojos por la sorpresa.- Te quiere conocer...
-¿Por qué?- pregunté con mis cejas
fruncidas.
-Porque... eh hablado con él sobre cómo
llegar a ti después de todo esto...- mordió su labio.- dice que me traes de
cabeza.
-¿Y es así?- pregunté rápidamente.
-No.- sonrió.- solo exageran.- Alcé
un poco mis cejas y me limite a pronunciar cualquier cosa.- Bueno... quizás me
cueste aceptarlo, tal vez.- sonrió. Lo miré sorprendida. Me sonroje.
Me iba insultando a mi misma por
dejar pasar todo esto, y aunque me había tratado mal había algo que me traía de
vuelta a él. Lo mire detenidamente su barba y bigote comenzaba a salir, sonreí
dentro de mí. Amaba sus manos, esas manos grandes... con sus dedos gruesos y un
poco torcidos... sonreí.
-Deberías contarme que pasa por esa
cabeza tuya...- lo miré a los ojos mientras lo veía sonreír y el auto se
mantenía detenido frente al semáforo.
-Cosas...- dije y mire al
pavimento.
Repentinamente recordé al hombre
que se me había acercado hace unos días atrás, bueno hacía una semana, cuando
me decía que no me acercara a Justin y todo por mi bien.- ¿Podrías llevarme a
mi casa?- lo mire. Él frunció el ceño.
-¿Que sucede?
-Se me ha olvidado que eh quedado
en hacer unos trabajos importantes para mañana...- lo miré, entrecerró sus ojos
y me miro por un momento.- Por favor...
-Está bien...- dijo y dio la vuelta
inmediatamente.
-Me disculpas con tu amigo...- lo
mire nerviosa de como fuese a reaccionar.
-Está bien.- negó con su cabeza.-
No hay problema...- asentí un poco relajada.- ¿Te veré mañana?
-Creo...- dije sonriendo, él sonrió
o más bien hizo una mueca y en pocos momentos me encontraba sin saber lo que
pasaba. Quería estar con él, cerca de él, pero había decidido que sería otro
día. Hoy necesitaba saber algo... algo que solo Fabiana sabia.- ¿Pasas por mi
mañana después de clases?- le pregunté.
-Está bien... estaré allí.- me
sonrió, esta vez sí era una sonrisa.
En unos momentos me encontraba
frente a mi casa, le sonreí.-Bueno...- suspiré.- Que te vaya bien...- le sonreí
y baje rápidamente del auto.- Nos vemos mañana.- le dije despidiéndome con un
movimiento de mano y dirigiéndome a ritmo rápido a dentro de mi casa.
-Fabiana?- dije apenas contesto la
llamada.- ¿Estas libre?
-Si, por supuesto que sí.
-Podríamos vernos...
-¿En mi casa?
-Bien...- suspiré.- pero me pasas
buscando.
-Está bien...- dijo y como la
conozco sabía que sonreía.
-¿Aun en clases?
-No.- rió.- Voy en busca de mi auto
para ir a tu casa.
-Okey, te espero.- colgué la
llamada.
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