26 feb 2015

CAPITULO 20

KILL ME BECAUSE YOUR SECRET. - ME MATARÁ PORQUE SE SU SECRETO.





Camino a la universidad después de almorzar me preguntaba si aun me mantenía a salvo, Fabiana acomodo el auto en el respectivo lugar de siempre, venía hablando con ella de lo mal que eran los profesores y la ladilla de entrar a clases, todo eso, pero en realidad mi mente estaba en otro lugar, si.- ¿___?- dijo casi que en un grito Fabiana, parpadeé rápidamente y la mire.

-¿Qué? ¿Qué sucede?- la mire.

-Nada malo, pero estas en otro mundo.- me dijo y negó con su cabeza.

-Disculpa...- dije y le di una pequeña sonrisa.

-Te espero en el aula, ve por tus cosas.- me dijo mientras cruzaba a otra dirección diferente de mi. Asentí sin saber si me había visto o no.

Me dirigí a mi casillero sin antes darme de cuenta que estaba la pequeña banda de la universidad donde siempre, cerca de mi casillero, respiré profundo. Continué caminando como si nada.- Llego la putita...- dijo el mismo hombre de la vez pasada. Lo miré de mala gana y continué caminando.-¿HEY?- gritó.- ¿Cuanto cobras?

Tragué grueso, y me estaba conteniendo porque apenas me dicen algo y me vuelvo HULK, pero no sería ningún HULK frente a este tipo si colocaba una bala en mi cabeza, como lo había soñado anoche. Pase a mi casillero y coloque la clave del candado para sacar mi libreta.-¿Hey?- escuche decirme una voz masculina muy cerca de mí, mejor dicho, tras de mí, vi una mano posarse sobre el otro casillero. Estaba muerta.- ¿Te has vuelto sorda?- lo ignore y tome mi libreta guardándola en mi bolso y cerrando mi casillero. Me tomó del brazo y me dio la vuelta haciéndome quedar cara a cara con él, lo mire.-¿Te eh preguntado cuando cobras?- me soltó.

Lo miré de arriba abajo.-No recuerdo.- fruncí mis cejas y lo miré.- Pregúntale a tu madre a cuanto es la tarifa.- le dije, lo empuje un poco y salí de su camino. Los que estaban alrededor escuchando empezaron a hacer en unisonó algo tipo ''Buuuuu'' y se reían, quizás de él, quizás de mi. Pero lo hacían.

Camine lo más rápido al aula, entrando y sentándome de una vez en mi lugar.

-¿Que te sucedió?- me miró Fabiana asustada.- Estas pálida.

-Estoy muerta.- dije con las manos en mi cara.- Me eh abierto el hueco donde me echaran.

-Pero ¿por qué? ¿Qué paso?

-Eh vuelto a insultar otra vez al tipo.- la miré.- el de la banda.- le susurré.

-¡¿QUÉ?!- dijo en voz alta todo el mundo nos miro. Ella tapó su boca.- ¿Te has vuelto loca?- me susurró.

-Es que me estaba jodiendo...- la miré, le conté lo sucedido, sus ojos estaban abiertos de un tamaño fuera de lo normal y estaba recostada al espaldar de la silla como si ella misma fuera insultado al hombre.- Necesito tomar aire.- dije y la miré.- Firmas por mí, por favor.- ella asintió rápidamente tomé mi bolso y salí del aula rápidamente antes de que la profesora entrara.





Me encontraba en el lugar de siempre. En el banco debajo del árbol, no podía negarlo, estaba llorando, aproveche de que todos estaban  en clase para así desahogarme.- ¿___?- escuche una voz de hombre, suave, detrás de mí. Me di la vuelta inmediatamente y solté un suspiró de alivió al ver a Kyle.

-Ky.- le dije, como de cariño, sin decirle su nombre completo.

-¿Sucede algo?

-Lo eh vuelto a insultar.- lo mire con mis ojos empañados.

-¿A quién?- preguntó con una media sonrisa.

-Al hombre.- golpeé mis piernas.- Al de la otra vez.- me puse de pie.- Y ahora me entero que todos son unos putos.- grité.- Unos jodidos vandalistas.- él me miro con sus ojos abiertos.- Unos malditos criminales, asesinos.

-Espera ___...- dijo en voz baja.

-Y hoy eh abierto el hueco de mi tumba.- lloré más.

-___...- volvió a susurrar.

-Y tú...- lo miré.

-¿Yo qué?- abrió mas sus ojos- ¡Dime quien eres!- le grite.- Si no eres vandalista ¿qué jodida cosa eres entonces?- le grite.- ¿Un hombre lobo? ¿Un vampiro? ¡Me siento como la estúpida de Bella en la película de vampiros! ¿Que se supone que eres tú?

-Yo pues...- no lo deje terminar de hablar cuando me lancé en sus brazos a llorar.

-Odio esto.- lloré más.

-Shuu...- me apretó mas.- estarás bien conmigo.- beso mi cabello.




(Justin.)

Llegué a la universidad, tal y como ella me había dicho él día anterior, después de clases. Suspiré por lo tonto que me veía siguiendo sus órdenes, pero sonreí. Baje de mi auto y miré algo que me llamo la atención. Todo el campus estaba solo debido a que se encontraban todos en clase. Pero habían dos afuera, entrecerré mis ojos para lograr visualizar mejor.

-¿___?- me dije y fruncí mis cejas. La vi estar llorando y gritando, claro que no podía escucharla pero la veía. Él chico frente a ella se me hacía conocido. Suspiré. Comencé a caminar lentamente al lugar, ella continuaba gritando y moviendo sus brazos a los lados.

De un momento a otro vi como el chico la abrazaba, me quede paralizado un momento. ¿Que se supone que estaba sucediendo? Mi sangre comenzó a hervir por alguna razón. Apreté mi mandíbula y aceleré el paso.

Al llegar al lugar tomé al chico por los hombros y lo hice hacía atrás separándolo de ___.- ¿Que se supone que está pasando?- dije con mi mandíbula apretada y mirando al chico que se levantaba del suelo y luego miré a ___.



(___.)

Kyle fue separado de mi por una gran fuerza, cuando abrí mis ojos vi a Kyle en el suelo y a... ¿Justin?; a Justin casi cerca de mi.-¿Que se supone que está pasando?- miró a Kyle y luego a mí. Jadeé. No podía recuperarme de tal sorpresa. Lo miré por un momento.- ¡RESPONDEME!- me gritó. Sus ojos estaban oscuros, como la vez de la tormenta.

-¡NO LE GRITES!- dijo Kyle en voz alta. Justin quien se encontraba frente de mi cerró sus ojos lentamente, y vi su mandíbula tensarse más. Tragué grueso. Se dio la vuelta lentamente.

-¿QUIEN COÑO TE CREES QUE ERES?- le preguntó con voz fuerte. Pero no estaba gritando, ni alzando su voz, solo le salió así de garganta. Lo vi dar un pasó hacía él.

-ALÉJATE DE ÉL.- le dije llorando y casi gritando mientras me colocaba frente a Kyle y mirando a Justin.

-ALÉJATE TÚ DE ÉL.- me dijo con sus ojos entornados, oscuros. Su voz gruesa. Sentí una patada en el estomagó.

-ALÉJATE TU DE MI.- dije llorando.

-¡TE EH DICHO QUE TE ALEJES DE ÉL!- me gritó.

-¡TE EH DICHO QUE NO LE GRITES!- gritó Kyle.

-¡KYLE CÁLLATE!- Le grité. Porque veía que Justin lo estrangularía allí mismo. Tomé mi cabello mientras lloraba.- JUSTIN ALÉJATE...- dije llorando.

-Ven conmigo ___.- dijo en voz gruesa y baja, dando un paso hacia atrás, aunque su cara no cambiaba. Negué con un movimiento de cabeza.- Ven conmigo te eh dicho.- dijo Justin mirándome  a los ojos. Mis lágrimas salieron mientras volvía a negar con la cabeza.

''Anda, muévete. Ve con él.''

-No vallas ___, estarás segura conmigo.- escuche un susurró detrás de mí.

''Si te vas con Kyle, Justin los matara a los dos.'' susurró otra vez mi conciencia. ''Vete con Justin, es mejor estar con Justin a que mate a Kyle por tu culpa''

''No es así, él me matara a mi...''

''Y luego a Kyle ¿Que ganas con matar a Kyle''

''Nada...''

''Entonces muévete para que Justin''

-Vete Kyle.- lo miré y le hice una seña con un movimiento de cabeza para que se fuera.- Estaré bien.- dije con la mirada baja y dando dos pasos hacía Justin.

Vi a Justin soltar una respiración, y luego tomar mi bolso del banco.- Yo puedo.- dije en tonó seco y se lo quité de las manos. Comencé a caminar y lo sentí caminar detrás de mí sin prestarle mucha atención a Kyle que aun no se movía de su lugar.

Ya cuando estábamos mas lejos de Kyle, Justin puso su mano atrás en mi espalda.- No me toques.- dije esquivándolo y sintiendo un poco de asco, recordando que era un maldito criminal. Él no dijo nada, solo eligió caminar a mi lado en silenció mientras mis lágrimas continuaban saliendo.

Llegamos al auto y subimos. En silencio puso el auto en marcha. Vi como recorría las calles, mientras me daba más tristeza recordar que él era un criminal.- Llévame casa.- dije cuando estaba en semáforo detenido donde debía cruzar a mi casa, pero no fue así, su auto siguió derecho.- ¿Qué haces?- Lo miré.

-No te llevare a tu casa hasta saber todo lo que está pasando.- dijo en tono seco. Y mi garganta se seco completamente. Mi respiración se paralizó al igual que por un momento lo hizo mi corazón.

-Llévame a casa.- dije y mis mejillas se volvieron a humedecer, pero esta vez mas que antes.

Él no me respondió solo se dedicó a conducir. Interrumpiendo su posición se movió para encender un cigarro, lo mire sin poder creer lo que veía.- Puedes empezar por decirme porque estabas, estás, tan alterada.- dijo y luego tomó una bocanada de humo, que salía poco a poco perfectamente entre sus labios. Tragué grueso.

-Puedes empezar por llevarme a mi casa.- dije con la mirada baja. Él golpeó con su palma el volante de auto lo que me hizo brincar en mi sitio.

No mencionó nada en todo el camino, llegamos a su casa donde me hizo entrar obligatoriamente mientras me llevaba en sus brazos y me depositaba con rudeza sobre el mueble. Mis mejillas no dejaban de humedecerse, mi respiración estaba acelerada, está asustada, frente a mí se encontraba de pie un criminal, un monstruo.- ___ dime que jodida mierda te sucede.- me dijo con su voz gruesa, sus ojos fijos en mí, estaba pasmada.

-¿Qué me pasa?- dije mirándolo. Tragué saliva y sequé mis mejillas. Me puse de pie.- Me pasa que ahora se todo sobre ti.- dije en tono firme frente a él.

-¿A qué te refieres?- dijo serio. Sin ninguna expresión en su rostro.

-¡QUE ERES UN MALDITO CRIMINAL!- le grite. Él se quedo quieto podía ver que contenía su respiración. Mi lágrima corrió. No me lo negaba, era cierto, todo era cierto.- ¡ESA ES LA JODIDA MIERDA QUE ME SUCEDE!- le grité.

-No me hables en ese tonó.

-¿POR QUÉ NO? ¿ME MATARAS?- lo miré y di un paso más adelante.- ¡¿ME MATARAS COMO LO HICISTE CON TU MADRE?!- le grité. Y quedé un poco aturdida. Abrí mis ojos y me encontraba en el suelo tocando mi mejilla. Mis lágrimas salieron inmediatamente.

Él se inclinó.- ___ perdóname.- dijo asustado.

-Aléjate de mi.- dije llorando.

-___.- dijo tratando de tocarme en mi brazo.

-¡ALÉJATE!- le grité y me rodé en suelo alejándome de él.- ¡ERES UN MONSTRUO!- le grité llorando y poniéndome de pie. Comencé a correr en la casa para salir por el lado de atrás ya que la puerta de la entrada él le había puesto seguro.

Pero fallé en el intentó, él corrió tras de mí y me atajo por detrás.-¡SUÉLTAME!- le grité y me moví en sus brazos, pero su fuerza me mantuvo allí con él.

-Por favor discúlpame.- me susurró con sus labios pegados en mi cabello mientras yo lloraba. Mi mejilla ardía, y en mi mente llegó el recuerdo de cuando mi padre había hecho lo mismo. Lloré más.

-Suéltame.- dije llorando. Él alzó sus brazos y me elevo del suelo, no podía verle, su pecho estaba pegado a mi espalda.- ¡SUÉLTAME MALDITO INFELIZ!- le grité mientras movía mis piernas con fuerza.

-Lo siento.- dijo y me subió a su hombro.- no puedo hacerlo, no puedo dejarte ir.

-¡SUÉLTAME!- chillé mientras con mis puños cerrados golpeaba su espalda.

Subió las escaleras. Sin problema alguno de llevarme encima de él mientras yo lloraba. Al estar arriba sentí que giro. Y vi pasar su habitación. La puerta se encontraba un poco abierta dejándome ver la cama, los recuerdos volvieron y lloré mas mientras iba en su hombro recorriendo el largo pasillo, escuche un puerta abrirse y entramos a una habitación. Me deposito sobre una silla de madera. Lo miré sin entender lo que hacía. ''Me matará porque se su secreto'' pensé, la respiración comenzó a fallar y sin pensarlo rápidamente me puse de pie y corrí hasta la puerta, saliendo al pasillo.- Maldición.- escuché susurrarle. Antes de bajar las escaleras una mano me tomó por el brazo. Caí en el suelo y comencé a llorar otra vez.

-No me mates.- dije llorando.

-Levántate.- me ordenó él. Pero yo negué con la cabeza, él me haló por el brazo poniéndome de pie y haciéndome caminar a su lado.

-Déjame.- chille entrando a la habitación.- Déjame ir.- lloré. Él me llevo hasta la silla nuevamente, poniendo mis brazos a cada lado de mi sobre las barandillas del posa brazos de la sillas, tomo unas tiras de tela, tela fuerte y ató mis manos.- POR FAVOR DÉJAME IR.- dije casi que gritando. Él no me miraba, ya no lo hacía.- NO ME MATES POR FAVOR.- lloré.

-¡CÁLLATE!- me gritó haciéndome brincar en mi lugar.

-Por favor...- susurré.

-¡MALDITA SEA ___! ¡¿POR QUÉ TE METISTE EN ESTO?!- me gritó.

-Lo siento.- chillé.- Déjame ir... no le diré a nadie lo prometo.- llore.

-¿SABES LO QUE OCURRIRÁ SI LOS...- se detuvo. Y caminó de un lado a otro tomándose en cabello.- ¡MIRA LO QUE ME HACES HACERTE!- me gritó señalándome.

-¡PUES ENTONCES MÁTAME DE UNA BUENA VEZ!- grité con lágrimas en los ojos.

-¡ESO ES LO QUE ELLOS QUERRÁN QUE HAGA!- me gritó.

-¿QUIENES? ¿LOS DE TU BANDA?- lo miré.

-¡NO DEBES SABER TANTA MIERDA!- me gritó. Me quedé callada.

-Mátame.- dije en voz baja.- Hazlo.- mis ojos estaban fijos en él, no parpadeé, mis lagrimas se acumulaban una tras otra y luego caían.


Lo vi moverse de su lugar. Y me percaté. Me mataría. Salió furioso de la habitación. Comencé a llorar, está era la última vez. El fin de todo. Escuché que se encontraba en la habitación de al lado, muchos sonidos llegaban a mí, cosas cayéndose, podía saber que estaba buscando algo... su arma. Abrí mis ojos. Mi respiración se fue. Comencé a hiperventilarme, jadeé en busca de aire, solo una muy pequeña ventana se encontraba en esta habitación, alta y muy pequeña. Jadeé. Estaba en medio de la nada, la casa de Justin estaba en medio de la nada. Miré a los lados buscando una salida pero todas las posibilidades se morían al recordar que estaba atada. Ya me faltaba mucho mi respiración, necesitaba aire, mis manos me sudaban, mi corazón palpitaba a mayor velocidad, jadeé mientras apretaba mis puños fuertes. Escuche sus pasos en el pasillo para luego verle aparecer frente a la puerta.

23 feb 2015

CAPITULO 19

CRIMINAL - CRIMINAL





Eran las cinco de la tarde y escuche el auto de Fabi sonar su bocina frente a mi casa.-Mamá Fabi vino por mi...- grite desde la puerta. Después de estar completamente arreglada- Te aviso cualquier cosa.

-Dios te cuide.- la escuche decirme desde su habitación, sonreí y salí de la casa cerrando la puerta tras de mí. Fabiana me esperaba con una gran sonrisa dentro del auto.

Me acerque casi que corriendo y entre a su auto.- Hey.- la salude.

-Hey.- respondió ella sonriéndome yo le devolví la sonrisa.

Puso su auto en marcha a velocidad rápida, mientras yo colocaba un poco de volumen a su radio. Luego de un rato ella bajo un poco de volumen.- ¿Qué sucede?- me preguntó.- o mejor dicho ¿que sucedió?

-¿Sobre qué?- la mire sin entender.

-No te hagas la loca.- rodó sus ojos.- sobre lo que me mencionaste antes de irte de clases.- se detuvo en el semáforo.- Bieber.- mencionó.

-Oh... él.- caí en la cuenta y suspire- Bueno él...

-Esta bueno.- dijo ella sin dejarme terminar de hablar y sonriéndome. Sonreí. El auto se puso en marcha.

-Bueno aparte de eso...- suspiré.- él es extraño.- dije y fruncí mis cejas.

-¿En serio?- me pregunto ella.

-Si, en serio.

-Ay ___.- suspiró ella.

-¿Por qué me dijiste esa vez que era afortunada?- la mire.- o mejor.- recordé.- tu me dijiste que él no frecuentaba estos lugares...- la miré.- ¿Por qué?- le pregunté.

-Bueno...- suspiró.- Te cuento dentro.- dijo y le vi apagar la radio y el auto. Mire por la ventaba y allí estábamos, frente a su gran casa. Sonreí. Me encantaba esta casa.




Al estar dentro de la casa fuimos directamente a su habitación, siempre que estábamos allí, nuestro lugar favorito era la habitación; ella se encontraba cambiándose de ropa, frente a mí, si porque ella no se avergonzaba de su cuerpo. Si había algunos kilitos de más decía que era exceso de su belleza. Y no se vistió sin antes modelar en ropa interior y hacerme reír con sus poses locas. Yo ya me encontraba encima de la gran cama. Donde estaba rodeada de más de diez almohadas y sin mis zapatos para estar fresca. Ella se puso su ropa de casa, la más sencilla y fresca, recogió su cabello en un moño y subió a la cama acomodándose frente a mí.

-Cuéntame.- le dije ya ansiosa.

-___...- me miro.- no te quiero asustar...- movió sus labios a un lado.

-Ya al decirme eso me has asustado.- dije sonriendo.

-Bueno... Justin Bieber...- me miró.

-Él...- la presioné un poco.

Suspiró y frunció sus labios lo cual me hacía más suspenso a mi.- Esta bueno.- dijo de repente y comenzó a reírse. Rodeé mis ojos.

-Ya...- me quejé.- dime pues, de verdad.

-Okey, ya.- suspiró.- ___, él... es un tipo algo...- pensó un momento.- ¿Peligroso?- dijo sin saber si esa era la palabra  exacta. Y me quedé allí recordando inmediatamente al hombre que se me había acercado advirtiéndome sobre de que no me acercara a él, a Justin.

-¿Por eso no frecuenta estos lugares?

-Si.- me miro.- bueno no solo estos lugares... todos...

-Pero... ¿Por qué?- pregunté sin aun entender.

-___...- suspiró.- Él es el Jefe de una banda, quizás la más temida y conocida.

-¿QUÉ?.- dije pasmada.

-Ay ___.- dijo en un suspiró.- Su banda está por encima de las demás...- me miró e hizo una mueca con sus labios.

Me puse de pie y camine de un lado a otro.- ¿Que se supone que estás diciendo?- la mire mientras tomaba mi cabello.- ¿Que eh estado saliendo con un criminal?- ella abrió sus ojos.

-Me dijiste que no estabas saliendo con él.- me miró de arriba abajo rápidamente y frunció un poco sus cejas.

-Fue cuando te conocí.- la miré.- pero en realidad...- suspiré.- Eh estado un par de veces con él.

-¿Has estado con él?- abrió sus ojos.

-Si.- la miré, ella abrió mas sus ojos.- ¡NO!- parpadeé.- No de esa manera.

-Sales con él...- dijo ella intentando aclarar la situación.

-No se...- me encogí de hombros.- Solo eh salido un par de veces con él...

-¿Se han besado?

-¡Por supuesto que sí!- dije un poco histérica.

-___ entonces si sales con él- me miró.

-Claro que no.- la mire.- Bueno no se.- mordí mi labio.- no hemos quedado en nada.- me encogí de hombros.

-Bueno...- suspiró.- Ven.- palmeó a su lado.- Siéntate y cálmate.

-Pero... como es posible que logre calmarme cuando eh estado junto a criminal.- la mire y me senté a su lado.

-Bueno pero no es un criminal así que se diga...- rodo sus ojos. La miré.- Es uno de los mejores.- dijo sonriéndome.

-Oh, gracias.- dije y volteé los ojos. Ella rió.

-Solo intento ser algo chistosa para que te relajes.- me palmeó la espalda.

-¿y qué más?

-¿Qué mas de qué?- me preguntó.

-¿Que mas sabes de él...- la mire en suplica de que me contara.

-Ay ___- miró hacia el techo y suspiró.- espero no me hagas arrepentirme de esto.- me miró con un poco de preocupación.

-No lo haré, lo prometo.

-Bueno...- se puso de pie.- Vamos a donde esta todo.- me dijo y me puse mis zapatos rápidamente antes de ir tras de ella y seguirla por donde iba.

Luego de bajar hasta un lado de la casa que aun no conocía, nos dirigimos a una pequeña puerta que daba entrada al sótano. Entramos y ella cerró la puerta tras de mí. La miré un poco asustada de lo que vendría ahora.


-Justin Bieber es uno de los criminales menos visto y más temido.- dijo mientras pasaba imágenes de él en la pared. Ahora bien, estaba recibiendo clases sobre Justin Bieber. Suspiré.- Casi nadie sabe que es él... solo algunos... pero como estamos en un lugar tan pequeño.- sonrió.- todos logran saber de él, conocerlo de vista.- paso la imagen.- Justin Bieber a su corta edad a logrado ser él más temido, aunque algunas bandas quieran superarlo, no pueden, su banda está conformada por cinco más aparte de él.- paso la imagen donde se encontraba algo parecido a un árbol de familia.- Justin Bieber.- lo señaló.- Le siguen Ryan y John.- los señalo.- asentí.- Y Christian, Chaz y Khalil.

Recordé cuando estaba el día de la tormenta en casa de Justin y me asomé por las escaleras, el único hombre que recordaba era el moreno... Khalil...-¿Qué edad tiene Justin?

-¿No lo sabes?- me preguntó ella con sus cejas fruncidas. Negué con la cabeza.- Bueno el tiene 21 años.- abrí mis ojos.- Si, yo también me sorprendí lo joven que es para ser un Jefe.

Tragué grueso.- Y la banda que...- mordí mis labios y guarde un momento silencio.- ¿La que mato a tu hermano?- la miré.

-Oh... sonrió.- Esa es más conocida para mi.- dijo buscando el CD de las fotos.- La de Justin nunca hemos logrado saber más de allí.- se encogió de hombros.- Estos mira.- me dijo mientras colocaba el CD en el aparato. Puso la primera imagen.- Su jefe, Laureen Rift.

-Espera, espera.- dije y me puse de pie.

-¿Qué?- me miro.

-Él es...- abrí mis ojos.- El de la universidad.- la miré.- ¿Él asesino a tu hermano?- ella asintió.- Entonces si es peligroso...

-¿Lo conoces...?

-Lo insulte la otra vez.- la miré con pánico.- Me matara.- dije y caí sentada sobre la silla.

-___ ¿cuando sucedió eso?

-Antes de conocerte...- la mire.

-Entonces no te matara...- me miró y sonrió.- Si lo fuese hacer lo hubiese hecho al mismo día siguiente.

-¿En serio?- pregunté, ella asintió.

-Bueno continuó.- sonrió.- En su banda están.- paso la imagen.- William.- paso imagen.- Lucas.- paso imagen.- Erick.- paso imagen.- Christopher.- puso un collage de todos.- en total son cinco miembros en esa banda, a diferencia de la de Justin que son seis.

-¿Y no sabes mas sobre Justin?

-Preferiría no meterme con eso.- sonrió.

-Por favor, te lo estoy pidiendo yo.- hice puchero.

-Bueno.- suspiró.- saco el CD eh ingreso otro que muy rápidamente leí Justin Bieber.- Era hijo único, su padre era un empresario adinerado, su madre se dedicaba a él y la casa.- ella se encontraba de espalda a mí, mientras iba pasando imágenes  de lo que iba diciendo.- Cuando Justin cumplió sus quince años comenzó la banda, como cualquier otro chico con su grupo de amigos.- miré su foto de cuando era más joven.- A esa misma edad fue encarcelado y culpado de asesinato de su madre quien fue encontrada muerta en su habitación, con una puñalada y un tiro...

-Detente...- le dije y me puse de pie.- Detente.- dije casi en suplica. Ella se dio la vuelta a mirarme.

-¿Que sucede?

-No quiero saber más.- dije con mis ojos cristalizados.- Yo...- suspiré.- No puedo ser capaz de creer eso, no soy capaz de creerlo.

-___.- me miró.- ¿Sabes de quien estamos hablando?

-Lo sé perfectamente, y no lo creo capaz de matar a su propia madre.- la miré.- ¿Tu lo crees?

-___...- susurró.- Yo tampoco lo creía...- me miró.- pero las pruebas dicen que así fue.

-¿Que pruebas?- la miré.

-Las de las huellas, el ADN... las pruebas que los policías reunieron.

Y basto esa palabra ''policías'' pasa que recordara el momento que lo saqué de prisión, cuán confundido estaba el oficial, las veces que me pregunto si estaba segura de hacer eso, de sacarlo de allí.-No...- susurré.- simplemente no puedo creerlo...- negué con mi cabeza. La miré.- Creo que no debí meterme con él, ni con esto, ni nada...- tome mi cabello.- No debí.- la miré.

-___...- suspiró.- Es duro, veo que se a pintado a ti de otra manera...- me miró, y negué, sabía que no era un perfecto ángel, por cómo me había tratado ese día, por la forma en que se convirtió.- Ten...- me paso un pequeño libro.- la miré sin entender.- ábrelo.- levanté la portada que decía 'Ciencias de la Naturaleza', al ver la segunda portada me quedé asombrada.- Lo hizo mi hermano cuando estaba vivo, fue todo lo que logro averiguar.- asentí.- espero lo leas y así no te suceda lo que te sucedió con Justin.

-Está bien...- la miré, ella me sonrió.- Gracias...- le dije.

-¿Por qué?

-Por confiar en mí y decirme.- le sonreí.

-Sé que puedo hacerlo.- sonrió.

-Creo que... debo irme...- dije.- es un poco tarde...


-SI, se nos han pasado las horas volando.- sonrió.

22 feb 2015

CAPITULO 18

I AM WAITING FOR YOU. - ESTOY ESPERANDO POR TI.







-Café claro.- Dije al mesero con una amable sonrisa.

-¿Y para usted señorita?- miro a Fabiana.

-Un café fuerte.- sonrió, él asintió y se dirigió a buscar la orden mientras Fabiana me miraba y sonreía.- Hace tiempo que no hacia esto.- se encogió de hombro felizmente.

-Pues creó que lo harás de ahora en adelante.- sonreí.

-Bueno dime... hablemos de nosotras...- sonrió. Y recordé que había venido con ella por saber lo de Justin Bieber, pero... ahora la veía más interesante a ella, Bieber podría esperar un poco más. Sonreí.

-De ti.- le sonreí.- Cuéntame de ti.

-¿No te maree con lo del auto?- dijo riendo.

-No, a lo contrario me entretiene mucho, me gustaría saber de ti.- sonreí.- Seremos amigas, debo saberlo.- alcé mis hombros.

-Bueno.- suspiró un poco emocionada. El chico legó con los cafés, los dejo sobre la mesa y se marcho, Fabiana y yo probamos los cafés y sonreímos al mismo tiempo.- Bueno...- volvió a decir seguida nuevamente de un suspiro.-Yo...- rió.

-Anda no es tan difícil.- la anime.- ya me dijiste... por decirlo así lo malo de tu vida... ahora dime lo demás.- reí.

-Bueno... luego de la muerte de mi hermano.- se relajo.- Mis padres se fueron a Canadá... yo me quede en casa, sola, sonreí, hasta ahora...- suspiro.- mis padres dicen que es mi culpa lo de mi hermano.- me miro.

-¿Por qué?- dije asombrada.

-Es que... bueno... si desde un principio yo no me fuera juntado con esas chicas... nada de eso hubiese salido a la luz, nada.- hizo una mueca con su labio.

-Claro que no es así.- Fruncí mis cejas.- En tal caso eso pasaría en algún momento.- la miré.- Tú no puedes dejar que eso entre en tu cabeza. Tu no le dijiste nada a nadie. Esas chicas lo inventaron todo, y si en tal caso lo dijiste no fue con esa intención.

-Es cierto... pero bueno... ellos piensan de esa manera.- se encogió de hombros.

-¿Y que mas?- la miré.

-Bueno... me gustan las galletas y el chocolate.- sonrió.- ¿Y tú? ¿Qué me dices de ti?

-Bueno...- sonreí.- Antes vivía en Atlanta.

-¿En serio?- me miro con sus ojos abierto. Sonreí mientras asentía.

-Bueno nos mudamos acá a Los Ángeles por negocios de mi padre...- la miré.- mi papá se separó de mi madre al los meses de estar acá...

-¿Por qué?

-Otra mujer.- alcé mis hombros.

-¿En serio?

-Es verdad.- asentí.- Y bueno quedamos en casa mi madre y yo... mi hermano menor vivía con nosotras pero ahora vive en otro lugar con mi tía.- suspiré.- Y yo...- sonreí.- Yo comencé muy bien las clases hasta que me invitaron a la primera fiesta...- sonreí.- Kate la chica

-De las bandas de las fiestas.- sonrió ella. Yo asentí.

-Bueno ella y Kyle...- la miré, ella asintió, entendí que también lo conocía.- Bueno a partir de allí, es fiestas, fiestas, fiestas... y drogarme...- baje la mirada.

-¿Consumes?- me preguntó con sus ojos más abiertos que antes.

-Solo a veces, cuando voy a sus casas, o en fiestas...- alcé mis hombros.

-No te vez como una chica que consume...

-¿No?

-No.- sonrió.

-¿No te molesta que consuma droga?

-Por supuesto que no... Sé que lo haces para adaptarte...- sonrió. Asentí... si, quizás por eso lo hacía. Terminé mi café al igual que ella, sonreímos  continuamos hablando de nosotras y nuestras vidas, de todas las cosas buenas y malas por la que habíamos pasado en nuestra niñez hasta adolescentes.




-¿Paso mañana por ti?- me preguntó Fabiana sonriente cuando ya me encontraba fuera del auto.

-Sería estupendo.- le sonreí.

-Nos vemos.- dijo y se despidió con un movimiento de mano. Hice lo mismo mientras ella puso su auto en marcha me dirigí a dentro de la casa.

Eran las seis de la tarde, claro que después del café fuimos al centro comercial a caminar y hablar sobre nosotros, reí más de lo normal, aun no podía creer por lo que la pobre había pasado. Me encogí de hombros, salude a mamá que luego de la tormenta ahora nos llevábamos bien, subí a mi habitación, quite mi ropa y entre a la ducha.




A medida que pasaban los días, mas amigas nos hacíamos, el fin de semana me quedaba en su casa, mi madre ya la conocía y la amaba, era como su segunda hija. Kyle me trataba normal aunque ya no lo veía casi, y Kate... ella se distancio de mi, a veces la veía murmurarse cosas con las demás chicas cuando me veía pero no me importaba. Y de Justin Bieber.... bueno de él no sé nada.

Suspiré por cuarte vez dentro del auto.- ¿Sucede algo?- me preguntó Fabiana. Negué con la cabeza sonriendo, hacía dos semanas que nos habíamos conocido y ya éramos mas que amigas unidas. Detuvo el auto en el estacionamiento de la universidad y bajamos, nos dirigimos dentro de la universidad abriéndonos  camino entre las personas. Mire hacía mi lado derecho donde vi venir a Kate. Baje la mira e hice como si no la fuese visto.

-¿No te causa pena?- le escuche decirme. La mire mientras Fabiana solo guardaba silencio arreglando sus cosas en el casillero.

-¿De qué?

-De andar con una lesbiana.- aquí va, saco sus garras. Sonreí.

-No es lesbiana...- alcé mis hombros.

-Es obsesiva con sus amigas ¿no lo sabías?- me miró sedienta de mi reacción.

-No sabías que yo también lo era...- le dije en un susurro cerca de rostro. La miré a los ojos los cuales abrió y luego dio un paso hacia atrás, mirándome con cara de asco y marchándose con sus amigas. Sonreí y me volteé a mirar a Fabiana que se encontraba mirándome en forma de agradecimiento. Alcé mis hombros.- No es nada.- sonreí.

-Gracias...- comentó.

-Te eh dicho que no es nada.- sonreí.

-Ahora te miraran extrañamente como a mi...- sonrió apenas.

-Pues que lo hagan. Me vale mierda.- sonreí y la abracé. Ella sonrió encogiéndose de hombros.

Los chicos del pasillo habían escuchado  así que nos miraban extrañamente pero de verdad no me importaba, esta chica era especial, era una muy buena amiga, la apoyaría de ahora en adelante, sentí que debía ser así, y así será. Suspiré cuando entramos al aula de clases, ahora venía mi tortura... tomé asiento al lado de Fabiana y permanecí en silencio.

Luego de todo un día de tortura ya me encontraba en la penúltima clase, mi celular sonó haciendo que la profesora me mirara de mala gana. Me encogí de hombros y ella continuó en la clase. Tome mi celular y leí el mensaje.

Bieber:
Deberías apresurarte a salir.

Mi respiración se detuvo. ¿Cómo es que de repente daba señales de vida... y sus señales eran órdenes?

Para Bieber:
Valla Bieber estás vivo, que bueno.
Estoy en clases, tendrás que esperar.

Bieber:
Estoy esperando por ti.

Sentí una corriente recorrer mi cuerpo. Tragué grueso y miré hacía la puerta pensando en si salir o no de allí. Una silueta apareció frente a mis ojos. Tapé mi boca al verle allí mirarme con sus ojos intensos. Tragué grueso. Su camiseta morada con blanca, su cabello, sus ojos. Miré a Fabiana sin saber qué hacer, para mirar nuevamente a la puerta y no verle. Tragué grueso.

Bieber:
Estoy en el estacionamiento.

-Fabi...- la miré.

-Dime...- susurró ella aun con su mirada fija en la profesora.

-Debo irme... te estoy escribiendo...- ella me miro con sus ojos abiertos sin entender.- Bieber.- le mencione. Ella abrió mas sus ojos y asintió.-¿Nos vemos luego?- pregunté.

-Sí, si ve.- sonrió.

-Te estoy escribiendo.- dije levantándome de mi lugar y saliendo rápidamente del aula.




Camine lentamente al verle, pero al mirar a los lados acelere mi paso y llegue a él, soltando una bocanada de aire.-¿Qué se supone que haces aquí?- lo miré de arriba abajo.

-Creo que no debes preguntar eso.- dijo sonriéndose y alzando un poco sus hombros.- Sube.- dijo mientras se dirigía a su puerta. No menciono nada mas, y no sé porque yo me encontraba caminando hasta mi lado perteneciente del auto y abriendo la puerta para subir en el.

El auto salió en gran velocidad de la universidad. Suspiré por quita vez en el auto sin saber que decirle o que preguntar.-Estuvo mal lo del otro día...- le escuche decir. Lo mire inmediatamente.

-Yo...

-Como eres una chica... te pido disculpas por haberte tratado así de esa manera.- asentí y comenzaba a odiarme a mi misma por estar aceptando todo eso.- Solo me moleste por algo, sé que no era razón para comportarme así contigo pero

-Está bien.- por alguna razón no quería más explicaciones, me sentía bien allí junto a él, en el auto o en cualquier otro lugar.

-¿Lo está? ¿Lo estás?

-Si...- dije me entrelace mis dedos.

-Iremos a que un amigo...- me miró. Abrí mis ojos por la sorpresa.- Te quiere conocer...

-¿Por qué?- pregunté con mis cejas fruncidas.

-Porque... eh hablado con él sobre cómo llegar a ti después de todo esto...- mordió su labio.- dice que me traes de cabeza.

-¿Y es así?- pregunté rápidamente.

-No.- sonrió.- solo exageran.- Alcé un poco mis cejas y me limite a pronunciar cualquier cosa.- Bueno... quizás me cueste aceptarlo, tal vez.- sonrió. Lo miré sorprendida. Me sonroje.

Me iba insultando a mi misma por dejar pasar todo esto, y aunque me había tratado mal había algo que me traía de vuelta a él. Lo mire detenidamente su barba y bigote comenzaba a salir, sonreí dentro de mí. Amaba sus manos, esas manos grandes... con sus dedos gruesos y un poco torcidos... sonreí.

-Deberías contarme que pasa por esa cabeza tuya...- lo miré a los ojos mientras lo veía sonreír y el auto se mantenía detenido frente al semáforo.

-Cosas...- dije y mire al pavimento.

Repentinamente recordé al hombre que se me había acercado hace unos días atrás, bueno hacía una semana, cuando me decía que no me acercara a Justin y todo por mi bien.- ¿Podrías llevarme a mi casa?- lo mire. Él frunció el ceño.

-¿Que sucede?

-Se me ha olvidado que eh quedado en hacer unos trabajos importantes para mañana...- lo miré, entrecerró sus ojos y me miro por un momento.- Por favor...

-Está bien...- dijo y dio la vuelta inmediatamente.

-Me disculpas con tu amigo...- lo mire nerviosa de como fuese a reaccionar.

-Está bien.- negó con su cabeza.- No hay problema...- asentí un poco relajada.- ¿Te veré mañana?

-Creo...- dije sonriendo, él sonrió o más bien hizo una mueca y en pocos momentos me encontraba sin saber lo que pasaba. Quería estar con él, cerca de él, pero había decidido que sería otro día. Hoy necesitaba saber algo... algo que solo Fabiana sabia.- ¿Pasas por mi mañana después de clases?- le pregunté.

-Está bien... estaré allí.- me sonrió, esta vez sí era una sonrisa.

En unos momentos me encontraba frente a mi casa, le sonreí.-Bueno...- suspiré.- Que te vaya bien...- le sonreí y baje rápidamente del auto.- Nos vemos mañana.- le dije despidiéndome con un movimiento de mano y dirigiéndome a ritmo rápido a dentro de mi casa.




-Fabiana?- dije apenas contesto la llamada.- ¿Estas libre?

-Si, por supuesto que sí.

-Podríamos vernos...

-¿En mi casa?

-Bien...- suspiré.- pero me pasas buscando.

-Está bien...- dijo y como la conozco sabía que sonreía.

-¿Aun en clases?

-No.- rió.- Voy en busca de mi auto para ir a tu casa.


-Okey, te espero.- colgué la llamada.

18 feb 2015

CAPITULO 17

IMPOSSIBLE. - IMPOSIBLE.




Luego de unos largos minutos en el auto esté se detuvo repentinamente, ___ lo miró y luego miro afuera, se encontraba al frente de su casa, tragó grueso, no sabía que decir... lo miró, pero él continuaba con la mirada fija en el pavimento, ella frunció un poco su ceño y abrió la puerta, bajo y la cerró. Camino un poco y luego se dio la vuelta para mirar el auto, quedó de pie mojándose allí, su cabello se humedeció rápidamente, pero no hubo señal de él, el auto arrancó acelerando lo más rápido posible y haciendo chillar las llantas sobre el pavimento.

Luego de un momento se dio la vuelta y camino hasta su casa, saco de su bolso las llaves y entro, cerró la puerta tras de ella.- ¡___ estás bien, gracias al cielo!.- le dijo la mamá mientras se acercaba a ella y la miraba...-¿Sucedió algo?- preguntó preocupada.

Ella solo negó con un movimiento de cabeza, levanto la mirada para verla y se le fue a sus brazos- Te amo mamá.- le dijo mientras comenzaba a llorar. Hacía mucho que no hacía eso.

-¿Te sucedió algo ___?- preguntó otra vez.

-No...- dijo ___ separándose de su madre, trató de sonreír- solo me alegra que tu también estés bien...- la abrazó nuevamente.

-Deberías irte a cambiar...- comentó su madre- Puedes tomar un resfriado si sigues con esa ropa mojada en tu cuerpo.

___ solo asintió y comenzó a caminar lentamente hacía las escaleras que la llevaban hasta su habitación.



(Justin)

-¡¿COMO MIERDA PASO ESO?!- volví a preguntar esta vez mas furioso por no haber conseguido respuesta.

-Justin...- comentó Ryan.- Deberías calmarte Broth.

-¡¿CALMARME?!- volví a decir en voz fuerte casi en grito. Golpeé la mesa que se encontraba a mi lado.-¡¿QUIERES QUE ME CALMÉ CUANDO ME DICES QUE NUESTRO ENVIÓ FUE EXTRAVIADO?!

-Justin aun no se sabe si esta extraviado o no, quizás aun continua en el barco, solo que el rastreo no sirve... por...- John suspiró- por la tormenta, nos quito la señal.

-¡SEÑAL MI CULO! ¡ENCUENTREN LA MANERA DE RASTREARLO OTRA VEZ!- dije furioso y me dirigí a mi habitación donde tiré la puerta para cerrarla después de entrar. Tomé mi cabello y lo halé, mis puños contra la pared di un grito que termino ahogado en mi garganta.





(___)

Habían pasado cuatro días, apenas hoy había amanecido lloviendo, una lluvia suave, normal a las demás. Así que hoy se integraban todos a las clases, trabajos y todo lo demás, o así lo dijo la chica de la noticia que veía mientras comía mi tostada y me preparaba para irme a la universidad.

Definitivamente no quería saber de Justin, no después de que me tratase de esa manera. Coloque mis pantalones oscuros, unas botas anti-resbalantes y un suéter de seda, claro que no podía faltar mi sobretodo. Tome el ultimo trozo de tostada y la metí a mi boca mientras caminaba por la habitación buscando mi coleta, luego de conseguirla tomé mi cabello en un pequeño moño desordenado pero se veía bien.

La bocina de un auto sonó me asomé por mi ventana para ver el auto de Kate. Sonreí y le hice seña de que esperara un momento. Tome mi bolso y lo puse a mi cuerpo, mis llaves y mi celular. Sonreí y me mire por última vez al espejo. Deje el plato de comida sobre mi escritorio y baje corriendo por las escaleras, atravesé la sala y salí de casa asegurando la puerta. Luego corrí hasta el auto de Kate para no mojarme tanto.

-Hola.- dije sonriendo y dándole un beso en la mejilla.

-Hola mamasita.- dijo haciéndome estallar en carcajadas mientras puso el auto en marcha.- ¿Aun tus padres no te quitan el castigo del auto?- preguntó.

-Supongo que no.- alcé mis hombros.- Es por un mes...- la miré e hice puchero, ella sonrió.

-¿Que tal estos días?- me sonrió.

-Encerrada.- dije con cara de pocos amigos.

-Traté de contactarme contigo pero no tenía señal.

-Está bien...- dije y solté un suspiró para luego darme de cuenta que ya estaba acomodando su auto en el estacionamiento de la universidad.- Wo, al fin temprano.- dije sonriéndole, ella sonrió mientras negaba con un movimiento de cabeza.

-Kyle me estaba preguntando por ti...- me comento. Bajamos del auto y caminamos rápidamente bajo la llovizna hacia la universidad.

-¿SI?- pregunté indiferente.

-Si...- dijo mientras llegaba a su casillero.- Pero no sé, esta extraño, él...- se detuvo y me miró, sonrió.

-¿Él qué?- le pregunté.

-¿No lo has notado?- dijo sonriendo.

-¿Notar qué?- dije abriendo mis ojos sin entender.

-¡Esta interesado en ti!- me dijo abriendo sus ojos.

Quede un poco con la boca abierta y la garganta seca. Trague grueso.- Imposible.- dije más para mí que para ella. La miré.- Es imposible porque él es muy buen amigo y todo eso...

-Debo irme.- dijo cerrando su casillero.- Ni se te ocurra mencionarle algo.- dijo señalándome con su dedo índice, asentí.- Nos vemos después de clases.- dijo dándome un beso en la mejilla y perdiéndose en el pasillo.

Me dirigí a mi pasillo donde se encontraba mi casillero, tome el libro que me tocaba en la primera clase para luego dirigirme al aula. Donde encontré a Kyle, me sonrió desde su asiento, le sonreí y por alguna razón me sonroje, quizás porque ahora sabía que él gustaba de mí. Le sonreí y me dirigí  su dirección donde se encontraba un asiento vació a su lado.

-¿Que tal linda?- me preguntó mientras se ponía de pie me abrazaba y me depositaba un beso en la mejilla.

-Todo aburrido pero bien y tu... ¿qué tal?- le pregunté mientras nos sentábamos.

-Igual.- dijo e hizo puchero. Sonreí.- ¿Has estado bien?- me preguntó.

-Sí, ¿por qué lo preguntas?- le pregunté mientras fruncía un poco mis cejas.

-No, solo quería saber, como la ultima vez insultaste a un Jefe de una banda.- sonrió, negué con la cabeza.

-Estás loco.- sonreí.

-Un poco.- respondió, reímos.





Claro que después de pasar toda la mañana en una tortura en clases era medio día, me dirigí al cafetín, compre algunas cosas y luego me dirigí al campo de la universidad, exactamente a donde siempre iba, me senté sobre el banco debajo del árbol para comer agradablemente un panque.

-¿___?- la voz de un hombre me hizo girarme inmediatamente. Le miré. Fruncí el ceño, ni siquiera conocía a este hombre.- Eres ___ ¿cierto?

-¿Quién es usted?.- dije y me coloque de pie con todas mis cosas sujetadas.

-Tranquila.- me dijo e hizo una mueca que pareció ser una sonrisa.- Solo vengo a decirte que te alejes de hombre con el que andas.

-¿Quien? ¿Cuál hombre?

-Justin Bieber. Aléjate de él, no es bueno para ti. Es por tu bien.

-¿Como sabes eso?

-Todo el mundo lo sabe.- alzó un poco sus hombros.- Solo quería decirte eso.- Asentí pasmada. Él hombre blanco se dio la vuelta y se fue. Me quede allí paralizada sin entender nada de lo que sucedía.

Me senté nuevamente sobre el banco para continuar comiendo. Aunque ya se me había pasado el apetito, ¿qué cosas eran esas de que se acerqué a ti un hombre que no conoces pero al parecer el si te conoce perfectamente a ti?. Pensé que eso solo sucedía en las películas. Pero ahora veo que no.


Definitivamente no pude comerme el panque. Así que lo deje a un lado y suspiré un par de veces. Una chica cabello rojizo se acercó a mi sonriendo tímidamente. Fruncí un poco mis cejas sin entender, ¿este era el día de ''todos acérquense a mi''?

-Hola...- susurró la chica. La salude con un movimiento de cabeza.- ¿Puedo sentarme acá?- preguntó.

-Claro...- dije sonriéndole un poco y tomando mis cosas para darle espacio a ella.

-Gracias.- comentó luego de sentarse.- Valla sí que eres afortunada...- dijo dando un suspiro de nerviosismo.

-¿Te conozco de algún lugar?- pregunté con mis cejas fruncidas.

-Oh, sí, estoy en todas las clases contigo.- rió un poco apenada y acomodando un mechón de cabello tras de su oreja.- Claro que comenzaste a faltar desde que te la pasas con los de la banda.

-¿Banda?- dije sin entender.

-Oh, bueno... ellos...- tragó grueso.- Kate y las chicas...

-Ah, la bandas de las chicas, la de las fiestas.- dije.

-Sí, si.- dijo ella y me sonrió.

-Disculpa por no conocerte.- dije.- Eh faltado mucho a clase y no sabía exactamente que estabas conmigo.- sonreí, ella asintió.- ¿Cómo te llamas?- la mire curiosa, se veía interesante.

-Fabiana.- sonrió.

-Oh, bueno mucho gusto.- extendí mi mano.- yo soy

-___.- contesto ella. La mire sin entender...- Lo sé porque aunque no asistes a clases yo te anoto en mis trabajos.- sonrió.

-¿En serio?.- dije sin creerlo.

-Si.- sonrió sonrojada.- Es que bueno... eres una chica nueva en la ciudad...- alzó un poco sus hombros.

-Gracias.- le dije sonriendo.

-No hay de que.- dijo sonriendo.

-Dijiste que soy una chica muy afortunada ¿por qué?- le pregunté recordando que no la había dejado terminar de hablar.

-Oh... es que... ahora que sales con Bieber...- dijo bajando la mirada y sonrojándose más.

-Bu-bueno yo no salgo con él.- sonreí.

-¿Ah, no?- me miró.- pero... él vino a buscarte ese día... el día de la tormenta...

-Oh, pero...- sonreí. Ahora que le decía.- Solo lo conozco y nos encontramos por casualidad.

-Valla no creo que sea tanta casualidad.- me sonrió.- No se ve mucho por estos lados.

-¿Por qué no?- la miré con curiosidad.

-Bueno es que.- el timbre sonó y ella miro a la universidad.- Debo entrar...- me miro.- Bueno debemos entrar a clases.- sonrió.

-Oh, claro.- dije sonriendo. Me puse de pie y camine junto a ella hasta el aula donde nos tocaba la clase.

-¿Que harás después de clases?- me preguntó sonriéndome.

-Creo que nada...- alcé un poco los hombros.

-¿Si quieres vamos a un café, o a mi casa?- sonrió.

-Un café.- sonreí. Esta chica se veía buena. Y creo que ya era hora de que dejara de estar en fiestas y ponerme sería, aunque había quedado con Kate después de clases... necesitaba ver que sabía esta chica sobre el loco de Bieber.





-Vallamos rápido.- dije sonriéndole para no encontrarme ni con Kyle ni Kate, no quiero encontrarme con ellos.

-Valla tienes prisa... ¿harás algo luego?- dijo ella caminando rápido a mi lado.

-Oh, no, no.- le sonreí...- es solo que no quiero ya sabes que la banda de chicas de fiestas me vea para que así no se empeñen en ir.- le dije.

-¿No quieres que te vean conmigo?- me miro.-Si es así podemos encontrarnos en el lugar y no irnos juntas.

-No, no es eso.- la miré.- No es eso lo prometo, no tengo problema con pasármela con quien yo quiera... No pienses así...- continué caminando.

-Está bien.- dijo ella encogiéndose de hombros y comenzando a sonreír mientras caminábamos.- Vamos por mi auto.- dijo sonriendo.

-¿En serio?- la miré sorprendida.

-Todos tiene así que le exigí a mis padres uno... y cuando entre a la universidad me lo dieron como obsequió.

-Que bueno.- le sonreí ahora más feliz que nunca por no tener que tomar un taxi. Caminamos bajo la suave llovizna mientras nos dirigíamos a su auto y entrábamos en el.

Fabiana puso su auto en marcha mientras me sonreía tímidamente y colocaba una canción en su radio. Note lo feliz que ella era, quizás en su propio mundo lo era, ella sonreí y tamboreaba  sus dedos al ritmo de la música mientras conducía con cuidado por las calles para llegar al lugar donde tomaríamos un café.

-Me gustaría tener una amiga como tu.- comentó ella en un momento, deje de mirar el pavimento para mirarla a ella que se encogía de hombros.- Lo digo porque no tengo ninguna amiga acá en la ciudad.- sonrió.- bueno en ningún lado.

-¿En serio?- le pregunté sin poder creer lo que me decía.

-Sí, es cierto...- suspiró.- por un momento las chicas de las fiestas quisieron que me las pasara con ellas... pero luego quisieron que me drogara y esas cosas con ella...- negó con la cabeza.- yo definitivamente tuve mucha fuerza de voluntad para dejarlas y quedarme sola.

Por un momento me sentí mal, yo si no había tenido fuerza de voluntad para negarme a eso de las drogas con ellas. Suspiré. Y pensar que no lo hice por no querer quedarme sola. La miré con un poco de lástima.-¿Y por qué no conseguiste otras amigas?- la mire sin entenderla.

Ella sonrió y negó con la cabeza.- Una vez que yo me separe de ellas...- suspiró y me miro para luego seguir conduciendo.- Ellas dijeron a todo el mundo que yo era un tipo de acosadora hacía chicas, dejaron en claro a todas las chicas que yo me obsesionaba con ellas al una ves tenerlas como amigas.- la miré sorprendida.- Y sobre los chicos...- pensó un momento.- Les dijeron que mis padres denunciaban a todo tipo de chico que se me acercara, aparte de tener un hermano perteneciente de una banda peligrosa.

-Y lo de tu hermano... ¿es cierto?

-Era cierto...- Sonrió.- En su momento fue cierto.- dio un suspiró.- Mi hermano pertenecía a ''una banda'', no peligrosa ni por armas ni esas cosas, si no porque sabía todo de cada una de las bandas, sus integrantes, sus movimientos, todo, se trataba de él y dos chicos más. ¿Como lo hacían? Ni idea, pero lo hacían, una vez que las chicas dijeron todo eso sobre mi hermano, cada jefe de cada banda puso el ojo sobre él, quizás para utilizarlo, quizás para matarlo.

-¿Y qué sucedió luego?

-¿No te aburró?- preguntó sonriendo. Negué con mi cabeza.- Bueno... una vez unos chicos lo encontraron, solo a él.- detuvo el auto cuando la luz del semáforo se puso en rojo.- Le preguntaron miles de cosas, él dijo no saber nada de nadie, le golpearon enviándolo directo al hospital, días antes sus dos amigos habían muerto. Así que él me había contado todo a mi.- puso en marcha el auto nuevamente.- me dejo todas sus investigaciones y todas las cosas a mi.- alzó un poco sus hombros.- Cuando fui a verle en el hospital me dijo que nunca le contara a alguien que no conociera bien estas cosas. Y me dijo que si me las veía fuertes buscara ayuda de una banda, esa banda que al siempre le hubiese gustado pertenecer.

-¿Y por qué me la cuentas a mi?- la miré sin entender.

-Porque... veo en ti algo bueno.- sonrió encogiéndose de hombros.

-¿Por qué no?- susurré.

-¿Por qué no qué?- me preguntó.

-¿Por qué no intentar ser amigas?- le sonreí.


-Estupendo.- dijo ella sonriendo.- No nos costara nada, ya verás.- rió.

CAPITULO 16

MONSTER. - MONSTRUO.




Luego de un momento en la cama asimilando todo me levante de prisa en dirección al baño dirigiéndome inmediatamente a donde estaba mi ropa interior. Me mire frente al espejo y mire alrededor en busca de una goma para recoger mi cabello pero no encontré ninguna, salí del baño en ropa interior y comencé a mirar alrededor de la habitación.- Piensa, piensa...- me decía a mi misma mientras buscaba algo con que sujetarme el cabello, encima de la mesita de noche había algo muy parecido a una coleta así que lo tome y me sujete el cabello en un moño desordenado. Continué mirando alrededor de la habitación y me fije en el diván donde se encontraba la ropa que Justin traía cuando me fue a buscar en la universidad, sonreí, vi su suéter vinotinto que me encantaba como le quedaba, así que me acerqué a el y lo tomé, lo olí, olía a él. Cerré mis ojos y me encogí de hombros. No aguante la tentación y me metí en el, sonreí por lo loca que me veía haciendo eso.

-Te queda bien.- di un brinco y me volteé a mirar a Justin quien se encontraba caminando por la habitación para poner la bandeja de comida sobre la mesa de noche.

-Yo... Yo... Yo solo...- suspiré, estaba muerta de pena.- Yo solo sentí curiosidad.- dije sujetando el suéter para no quedar solo en ropa interior.

Justin rió y termino de depositar la bandeja.- De igual forma te queda bien, déjatelo.- dijo mirándome... me miré las manos.- No seas tonta, es una simple ropa.- se acercó a mi.- Y a pesar de eso estas roja como el.- se burló. Le di malos ojos.- No vuelvas hacer eso, no me gusta.- dijo dándose la vuelta. ''Uy que temperamental me saliste''.- ¿Te parece si vemos una película aquí mientras comemos?- asentí. Le vi encender la gran tv que estaba en la pared frente a su cama, el televisor era casi del tamaño de la mismísima pared. Los truenos de la lluvia cada vez eran más fuertes y oscurecía cada vez mas.-¿Podrías venir?- volví hablar sacándome de mis pensamientos. Parpadeé un par de veces y camine hasta la cama donde me subí y me acomode cerca de él pero no tan cerca.-Disculpa.- le escuche decir en algo parecido a un susurró.

-¿Em?

-Dije que lo siento...- dijo pasando los canales. La bandeja de comida se encontraba aun en la mesita de noche.

-¿Por qué?

-Es que... ___ te estoy tratando mal ¿acaso no te das de cuenta?

-Si.- respondí.- eso me hace sentir como si fuese una puta y tú pagaras porque yo te obedezca.- dije mirándome las manos.

-No eres una puta...

-¿Es por tu suéter que estas así? Porque puedo quitármelo.- comencé a quitármelo.

-No, no, quédatelo, no es eso... es que... uno de los chicos me llamo para algo, le dije que no podía porque estaba contigo...- me miró. Tragué grueso.- Y bueno se molesto e hizo que me molestara...

-¿Pero está todo bien?- pregunté sin saber si estaba preocupada o solamente curiosa.

-Sí, lo está.- dijo regalándome una pequeña sonrisa.- Ya olvidemos eso...- comentó. Asentí. Él se inclino hacía mi y tomo mi mentón, comenzó a besarme, cerré mis ojos, su mano dejo mi mentón y aterrizo en mi muslo, lo acaricio un poco y luego separo sus labios de los míos, abrí mis ojos, él permanecía con sus ojos cerrados, dejo salir un respiro y luego abrió sus ojos, sus pupilas claras demostraban tranquilidad, estaba sereno...- Deberíamos comer.- sonrió, reí y asentí.

Me acomodé a su lado mientras terminaba de buscar algo en la tv, lo dejo en un canal de noticias mientras acomodaba la bandeja entre nosotros para comer a gusto. Sonreí mientras en fruncía su nariz y me guiñaba. Algo en la tv me llamo la atención.

''Bueno y les informamos que Los Ángeles está pasando por una gran tormenta que se ha desatado repentinamente, le comunicamos que se mantengan en un lugar seguro, permanezcan en sus casas y le estaremos informando de mas en unos minutos.''

Me quede boca abierta por la noticia. Parpadeé un par de veces y luego mire a la ventana, exactamente al cielo que aun permanecía oscuro y sus fuertes sonidos.

-No podría ser más perfecto.- escuche a Justin decir, le miré, se acomodaba sonriente sobre las almohadas.- Ahora no te iras de acá hasta que escampe.- me volvió a guiñar.
Jadeé.

-Pero... esto podría durar días...- dije aun sin poder digerir la noticia.

-Estarás conmigo..- sonrió.- Prometo que no te sucederá nada malo.

-Pero... y mi madre...- lo mire.

-Estará bien.- suspiró.- deja de preocuparte nena.- me tomo de la mano y apretó un poco en forma de darme ánimos.

-Bien...- dije dándome por vencida y acomodándome a su lado que él había acomodado la bandeja a su otro lado. Paso de canal y terminamos en un canal de películas, una de acción, y no tenía problema con eso porque en realidad siempre me habían gustado las películas de acción.




Brinque en mi lugar por el sonido de un trueno y seguidamente di un suspiró, me había quedado dormida en cualquier momento. Fruncí el ceño al no verlo a mi lado, la tormenta seguía y eran las cinco de la tarde. Baje de la cama aun envuelta en el suéter de Justin y aun adormecida. Lo escuche hablar a lo lejos, seguro hablaba por teléfono en la sala. Camine hasta la puerta de la habitación, la abrí en silencio y camine hasta el comienzo de las escaleras donde me detuve y me fije que Justin no hablaba por teléfono, estaba acompañado, allí, en la sala.

Cuatro chicos blancos supongo que de la misma edad que Justin, y un chico moreno. Este ultimo miro hacia arriba, en mi dirección. Yo di un paso hacia atrás y me devolví a la habitación cerrando la puerta con seguro.



(Justin)

-Pero demos hacerlo, no podemos esperar más tiempo.- insistió por tercera vez Drake.

-Eh dicho que no, aun no.- le repetí.

-Estas acompañado, ¿eh?- comento Khalil mirando hacia arriba de las escaleras, donde inmediatamente todos miramos y vi una sombra moverse con rapidez.

-Esperen acá un momento.- dije mientras me ponía de pie y hacía mi hacía arriba.

Llegue a la habitación donde trate de abrir la puerta pero no pude. Toque con mis nudillos sobre la madera y espere un momento.- ¿Quién es?.- escuché decirle. Sonreí.

-Justin, nadie más.- dije. Escuche el seguro quitarse, tome el pomo de la puerta y lo gire, abriéndola y dándome paso a la habitación. Ella se encontraba a poca distancia de la puerta, con su moño desordenado y mi suéter puesto sonreí.

Ella se acomodo un mechón de cabello tras de oreja y movió sus pies descalzos sobre la alfombra.- No sabía que estabas acompañado.- dijo casi en un susurró.

-Disculpa.- la miré- ellos...- suspiré.- estaba dormido junto a ti, escuche un ruido, eran ellos que habían llegado...

-¿Están muy ocupado?- preguntó ella mirándome un instante y luego mirando el suelo.

-No, ya no. Era solo algo de negocios, ya se van, no hay problema.- la mire, ella asintió y se dio la vuelta para irse otra vez a la cama.- Estaré acá en un momento.- le dije, ella no dio alguna señal, asentí para mí mismo y salí de la habitación cerrando la puerta tras de mí.



(___)

Me subí a la cama y miré la tv, comencé a pasar de canales hasta encontrar algo bueno, una película, romántica, suspiré. La deje allí y me deslice en la cama para alcanzar la bandeja donde había comida, tome una tostada y me la comí rápidamente, Dios, estaba tan hambrienta.

Deje la comida a un lado y baje de la cama completamente para dirigirme al baño, exactamente a donde se encontraba mi ropa, busque mi celular en el pequeño bolso, lo tomé, y me senté en un pequeño taburete que había allí. Marque el numero de mi madre repetidamente pero no había nada de señal por la tormenta. Suspiré, solo esperaba que ella se encontrara bien.

-¿Ey?- escuche su voz ronca. Levanté rápidamente mi rostro para mirarle.

-Hey...- dije en voz suave, él sonrió.

-¿Qué haces?.- preguntó mientras se recostaba al umbral de la puerta del baño.

-Solo intentaba llamar a mi madre para decirle que estoy bien.- le enseñe mi celular.- pero no hay señal.- me encogí de hombros.

Él estiro su mano hacía mí, lo miré y tome su mano, él me haló hacía el, sonreí al igual que él.- Esta tranquila...- acarició mi mejilla con su otra mano.- Llegaras a casa antes de una semana.

-¡¿Una semana?!- dije pasmada. Él rió.

-Está bien, está bien...- dijo riéndose.- quizás ya mañana estés allá.- me sonrió.- eso si no decides quedarte.- se encogió de hombros, sonreí mientras me sonrojaba.




-¡TRAMPA! ¡HACES TRAMPA!- me gritó mientras yo me reía y le ganaba por quinta vez en ajedrez.

-Claro que no...- dije riendo.

-No juego más esto contigo.- dijo e hizo a un lado el tablero de ajedrez con sus piezas. Lo mire.-¿Como me explicas a mí, que yo soy el rey del ajedrez, de todo, de todos los juegos, y tu vienes y me ganas... ¡CINCO VECES SEGUIDAS!- me dijo mientras se colocaba de pie eh iba a la cocina por otra cerveza, me quedé allí sentada en los muebles de la sala mientras me reía.

Le vi saborear su primer tragó en la cocina, sonreí mientras me encogía de hombros. Él me hizo seña con su dedo de que me acercara al lugar, sonreí tímidamente y me puse de pie, camine descalza hasta la cocina donde se encontraba él sereno y con una mueca, tal vez una sonrisa.- Dime...- le dije.

-Come o toma lo que quieras.- dijo extendiendo su brazo y señalando con este todo su alrededor.

-¿Chocolate caliente?- dije, bueno le pregunte.

-Lo que gustes.- me guiñó. Mordí mi labio y pase por su lado para acercarme a la cocina, él me acerco una olla con agua del grifo y yo me encargué de encender la cocina y poner la olla en ella. Suspiré y me di la vuelta, para encontrarlo sentado, sereno, y muy cómodo sentado en uno de los bancos del mesón de la cocina observándome.

Fruncí mi ceño sin demostrar que ahora me llenaba completamente de pena. Sonreí a medía y me coloqué frente a él, quedando separados por el mesón.- Seguramente tendré un gran problema con mis padres por no entrar a clase...- comenté, él abrió sus ojos y sonrió.

-No, no creo.- negó con su cabeza.

-La directora ya me lo había dicho, que si faltaba... se comunicaría con mis padres...

-Pero calló una tormenta...- dijo riendo.

-Pero se supone que debería estar allá.- fruncí mis labios.- Bueno... no se puede hacer nada al respecto...

-Tú no lo puedes hacer... pero si quieres yo puedo hacer algo al respecto.- sonrió traviesamente.

-No creo que los haya llamado.- dije y me di la vuelta para observar si el agua había hervido. Con cuidado la tomé sin quemarme y la serví en el vaso, Justin para mi suerte ya me había puesto el chocolate en polvo sobre la mesa así que lo que hice fue echar cuatro cucharaditas de té en el vaso y revolverlo para ayudarlo a disolverse, el teléfono de Justin sonó pero seguí concentrada revolviendo mi chocolate.



(Narradora)

Justin suspiró un segundo y trato de contenerse, él mensaje de los chicos no le había gustado para nada. Mordió su labio inferior y miro detenidamente por un momento a ___.- Ve a cambiarte, ponte tu ropa.- dijo con voz fría.

___ levanto la mirada rápidamente hacía él.-¿Qué?- preguntó aun sin entender aunque había escuchado claramente lo que él le había dicho.

-¡QUE TE VALLAS A CAMBIAR DE ROPA!- le gritó haciendo sobresaltar a ___ y que derramara un poco de su chocolate sobre el mesón.-¡MUÉVETE JODER!- volvió a gritarle mientras plantaba con fuerza la palma de su mano sobre el mesón.

___ salió del lugar sin entender nada pero en shock, antes de subir a las escaleras lo miró por última vez y corrió en dirección hacia arriba, sus ojos comenzaron a amenazarle con llorar, respiró profundamente varias veces antes de llegar a la habitación, entrar y cerrar la puerta tras ella.

Quitó el suéter de Justin dejándolo sobre la alfombra corrió al baño donde se encontraba su ropa, se encerró en el y trato de calmarse un poco, sus manos temblaban, ¿Quien se supone que era ese hombre de allí de abajo? Rápidamente puso su pantalón seguidamente de su camiseta. Soltó su cabello y dejo la goma encima del lavabo, miro por un momento el baño donde hace horas habían comenzado a sacar su deseo. Paso sus manos por sus mejillas para secarlas y trato de calmarse, antes de  salir escucho ruido en la habitación. Se quedo paralizada un momento para luego salir de allí.

Justin ya se encontraba vestido, caminando de un lado a otro mientras buscaba las llaves de su auto. ___ no pronunció ninguna palabra, le daba miedo, los ojos de Justin se habían tornado oscuros. Tragó grueso y bajo la mirada sin querer ver a esa persona, ese monstruo.-Vamos.- le dijo Justin, ella lo miró mientras se quedaba paralizada allí en su lugar.-¡JODER QUE NOS VAMOS!- le gritó mientras caminaba hasta ella y la tomaba por el brazo para luego traerla caminando a su lado casi que corriendo, salieron de la habitación, bajaron hasta la sala, atravesaron esta misma para luego salir bajo la lluvia y subirse al auto, bueno que él la subiera al auto.

Justin subió al auto y lo encendió.- No puedes manejar mientras llueve de esta manera...- susurró ___ con un poco de miedo.

-Manejo de todas las maneras.- dijo él como si se refiriera a cualquier otra persona.

___ tragó grueso, no se demostraría débil ante él. Así que suspiró y se mantuvo sería, mirando hacía la avenida que era muy difícil de ver por la lluvia que caía. Prefirió no comentar nada durante el camino, definitivamente este hombre no se podía entender, ni siquiera era él, otra persona, exacto. ''¿Quién eres?'' le preguntó ___ mentalmente mientras lo miraba de reojo.

-¿Puedo saber que sucede?- preguntó ella con un poco de nervio en su voz.

-No, no puedes.- Le respondió secamente. Ella abrió un poco sus ojos, por alguna razón esperaba esa respuesta.

-¿A dónde vamos?- le preguntó.

-Te llevare a tu casa.- le respondió mientras aferraba su mano al volante.- ¿Ahora puedes callarte y dejarme pensar?- la miró un momento, ella asintió rápidamente, él devolvió su mirada hacia adelante.

Un rechinido se escucho cuando su auto freno repentinamente para evitar chocar con otro auto. ___ mantuvo un momento la respiración y llevo su mano a su pecho, Justin golpeó el volante y maldijo en voz baja pero aun así continuó su camino.

Ahora ___ si estaba realmente asustada, no sabía en quien se había convertido Justin, su brazo le dolía desde que la había sujetado de allí y... ahora temía de algo peor...
lo que iba a pasar, y la mataba por dentro no saber nada, no saber porque su actitud, porque su ira, porque su cambio. Porque nunca se percato de esto antes de irse con él a la cama.

Temía de lo que sucedería después de esto.

14 feb 2015

CAPITULO 15

IF YOU TELL ME TO STOP I WILL. - SI ME DICES QUE ME DETENGA LO HARÉ.





-¡Tu casa! ¿En serio?.- lo miré, él sonrió.- Esa es la gran sorpresa.- reí.

-Es mejor que estar en la universidad.- se encogió de hombros.

-Es cierto...- dije y baje del auto al mismo tiempo que él. Camine a su lado hasta entrar en la casa y encontrarnos en la sala. Me sentí un poco incomoda al ver los muebles, donde lo vi con esa mujer pero ignore el pensamiento. Me senté allí y respiré profundamente y lentamente.- Y dime...- dije mirándolo.

-Iba a cambiar los muebles...- dijo frente a mí. Fruncí el ceño iba a preguntar que porque no lo hizo pero él se apresuró a responderme.- Pero fue en estos muebles donde te tuve por primera vez, y donde te convertí en mujer.- sonrió.- y también te vi sonrojarte como lo estas ahora.- sonrió más.

-Cállate.- le dije y le lancé un pequeño cojín. Él rió con ganas. Sonreí apenada.

Lo vi caminar por detrás de mí y dirigirse a una de las habitaciones que no recordaba a que pertenecía. Sonreí mientras lo vi hablar solo consigo mismo al entrar y salir de esa habitación. Se dirigió a la cocina y nuevamente a la habitación. Fruncí el ceño con un poco de curiosidad, así que decidí ir a la habitación y enterarme por mi misma a ver que hacía.

Me detuve en la puerta de la habitación mientras lo veía recordarse cosas o fijarse de que todo estuviera, no me dio tiempo de fijarme bien a su alrededor cuando ya estaba frente a mí con la puerta cerrada. Fruncí el ceño y parpadeé un par de veces.-No deberías estar acá.- dijo él sonriendo.

-¿Que hay allí?.- le pregunte.

-Algo.- alzo sus hombros mientras sonreía.- ven vamos arriba.- dijo mientras me tomaba de la mano y me llevaba a su lado en dirección a las escaleras para luego subir hasta su habitación.

Lo mire un poco confundida.- ¿Haremos algo?.- pregunté con la garganta seca. Él sonrió. Sentí toda mi sangre subir a mis mejillas.

-Ve despacio.- me dijo guiñándome un ojo. Jadeé dentro de mí. Comenzó a reírse.- Bromeo... solo quiero que hagas algo por mí.

-¿El qué?.- dije mirándolo un poco pasmada.

-Un minuto.- dijo mientras comenzaba a caminar alrededor de su habitación, entraba al baño y luego salía hasta su clóset.- donde lo puso.- le escuche susurrar para sí mismo.- Ya vuelvo.- dijo mirándome y luego saliendo de la habitación.

Fruncí el ceño sin entender nada.-Extraño.- susurré. Camine por su habitación, terminando de pie frente al gran ventanal que daba vista a la ciudad desde su habitación, respire el aire puro un par de veces y me relaje unos minutos ¿que se supone que estaba haciendo Justin?

-Disculpa.- escuche decirle.- me di la vuelta para verle entrar a la habitación.- No sabía dónde estaba esto.- dijo alzando una bolsa de compras que traía en su mano derecha.- Esto es lo que harás por mi.- sonrió.

-¿Qué?

-Ponerte esto por mí.- dijo caminando en mi dirección y entregándome la bolsa. La tome y observe dentro de ella, un traje de baño color rojo.- No quiero que suceda lo de la ultima vez.- Sonrió. Abrí mis ojos en par.

-¿Entraremos a la piscina?.- le pregunté.

-No, solo quiero que te lo pongas para verte con el.- fruncí mi ceño. Rió.- Por supuesto que entraremos a la piscina.- dijo riendo.- Te espero aquí.- señalo el diván.- Puedes cambiarte en baño.- lo señalo. Asentí tomando con más fuerza la bolsa entre mis manos. Tragué grueso. Comencé a caminar en silencio y lentamente hasta el baño, entre y cerré la puerta tras de mí, debía dejar la pena a un lado.


Me mire en el espejo por cuarta vez antes de salir. Se veía bien el traje de baño, resaltaba en el color de mi piel. Sonreí y mordí mi labio, por la locura que estaba a punto de hacer, ¿cómo se supone que saldría en traje de baño? Miré a mi alrededor fijando mi mirada en una toalla, la tome y la enrolle alrededor de mi cuerpo, respire profundamente un par de veces para luego salir del lugar. Mire mi ropa que se encontraba doblada en una pequeña mesita debajo del lavabo. Me di la vuelta y mire el pomo de la puerta antes de salir. Cerré mis ojos y relaje mi cuerpo. Gire el pomo de la puerta y abrí la puerta lentamente. Le vi estar de pie frente la cama, se encontraba sin camiseta, descalzo y con una toalla envuelta en su cintura. Trate de mantener mi respiración él me miro de arriba abajo y sonrió.- Sabía que saldrías así.- camino hasta la puerta.- Si ya estas lista podríamos ir abajo.- dijo sonriéndome.

Asentí y fui hasta su lado, pasando frente a él y saliendo de la habitación para que el saliera tras de mí y bajáramos juntos las escaleras.- Recuerdas que no sé nadar...- le dije en voz baja como si no quisiera decirlo.

-Lo recuerdo perfectamente.- sonrió. Terminamos de bajar las escaleras y nos dirigimos al lugar de la piscina, en la parte de atrás de la casa. Estaban las sillas de tomar sol y unas mesas donde uno se sentaba a tomar o comer. Sonreí para mí misma, me vendría muy bien esto, eh estado tan estresada últimamente.- Y bien...- pronunció el sacándome de mis pensamientos. Me gire a verle, se encontraba en bóxer, había dejado su toalla en una de las sillas.- Creo que es hora de entrar a la piscina.- dijo sonriéndome y dándose la vuelta para lanzarse de clavito a la piscina. Sonreí al ver el agua elevarse y chispear cerca de mí un poco. Luego de unos segundos salió de agua y sacudió su cabello. Sonreí. Movía sus brazos alrededor de él haciendo pequeñas olas a su lado.- ¿Te esperó acá o voy por ti?.- grito desde la piscina. Fruncí mis labios.- ¡Vamos no tengas pena!- volvió a gritar.

Suspiré y tome el nudo de la toalla desatándolo para luego empezar a prepararme mentalmente. Mordí mis mejillas, y solté un último respiró para dejar caer mi toalla.

-Nada mal.- dijo Justin desde la piscina mientras ponía su mano frente a su frente para cubrirse un poco la luz del sol.

-Idiota.- dije riendo.



(Justin)

Dejo caer su toalla, estaba nerviosa, pero deje de ver su rostro para admirar su cuerpo. Agradecí estar en el agua para así enfriar el calor que recorría mi cuerpo al tan solo verla así, sin duda no me había equivocado de color, un rojo, perfecto para su piel clara.

-Nada mal.- dije para aliviarla y quitar de mi mente los pensamientos morbosos.

-Idiota.- dijo ella en referencia a mí, pero más como un susurro.

-Vamos nena, estas bien ¿podrías entrar a agua?- le anime.

Ella no dijo nada, solo camino en silencio sonriendo un poco hasta llegar a la orilla de la piscina. Se inclino un poco y miro el agua.- de noche se ve menos onda.- dijo un poco triste, y se sentó a la orilla de la piscina, sus piernas caían del lado de adentro cubriéndose de agua.- Además esta fría.- me miro.

-No podría estar más fría que esa noche que nevaba.- dije sonriendo y moviéndome hacía ella.- Además  para que necesitas que sea llana si me tienes a mi por si te ahogas.

-Gracias.- dijo ella en sarcasmo. Reí.

-Venga.- dije tomando sus piernas.- Entra al agua estoy aquí, no te sucederá nada- alcé mis hombros.- Confía en mi.- la miré. Ella sonrió tímidamente y se impulso con sus brazos hacía dentro de la piscina. Deje que cayera para luego tomarla por la cintura y alzarla un poco. Ella paso sus manos por su cara y luego acomodo su cabello hacía atrás.

-Comienzo a sospechar que esto es solo para mantenerme cerca de ti...- dijo ella entrecerrando los ojos y mirándome. Sonreí.

-Tal vez.- alcé mis hombros. La miré se veía tan bella y provocativa, me fui acercando poco a poco a ella. Ella se mantenía mirando fijamente a mis ojos. Antes de llegar a sus labios un monto de agua calló a un lado de mi cara. Abrí mi boca en sorpresa y ella comenzaba a reír.- Te lamentaras de eso.- le dije. Y comencé a despegar mis manos de su cadera pero ella se pego a mí y enrollo sus brazos en mi cuello.

-Si me hundo, te hundes.- me dijo riendo.

-Me hundo.

-Nooo.- chillo ella, reí y me sumergí en el agua, tomándola a ella por la cadera para traerla conmigo. Luego de un minuto bajo el agua ella golpeó mi pecho y yo la solté, subió a la superficie del agua y yo seguidamente de ella.

Se tomo de la orilla de la piscina y me miro de mala gana. Reí.- No te molestes.- le dije

-Si tu intención era ahogarme déjame decirte que no te dejare hacerlo.- frunció sus cejas. Sonreí, se veía tan linda enojada, me causaba ternura.

-Nena no te molestes, solo bromeé.- dije y roce su brazo pero ella se hizo a un lado y se impulso con sus brazos hacia arriba sentándose en la orilla de la piscina y luego poniéndose de pie.- ___, nena.- le dije. Ella salió caminando hacia su toalla mientras decía cosas en voz baja.

Salí de la piscina y me dirigí a donde estaba ella quien secaba su cabello.- No te molestes...- le dije y tome mi toalla para secarme también.

-No lo estoy.- dijo sería.

-Woau, si eso no es estar molesta no quiero saber  ni verte cuando lo estés.- dije ella trató de reprimir una sonrisa.

-Idiota.- dijo mientras me echaba malos ojos. Sonreí.

-Solo quería jugar un rato, no te ahogaría ni nada de eso.- le dije y me acerqué a ella quien tenía la toalla enrollada en su cadera. Ella trató de decir algo pero luego soltó un suspiro.- Anda no te molestes.- tome su mentón para que me mirara. Ella lo hizo, me miro. Humedecí mis labios mientras ella me miraba, me acerque a ella y la bese. Contuve la respiración por un momento al igual que ella para luego comenzar a mover mis labios lentamente sobre los suyos. Coloqué mis manos en sus caderas y ella alrededor de mi cuello pegándome más a ella. La halé hacía mi pegando su cuerpo al mío y acariciando su espalda. Ella continuó besándome.

-No tengamos prisa...- susurró ella.

-No la tenemos...- le dije y me separe de ella entre besos. Un estruendo se escucho del cielo, de un momento a otro se había oscurecido el cielo y la lluvia comenzaba a caer. Sonreí, ella también sonrió sonrojada.

-Deberíamos ir adentro.- señale. Ella negó con un movimiento de cabeza.- ¿No?- le pregunté.

-Quedémonos acá.- dijo ella sonriendo. Me soltó y quito la toalla de sus caderas. Camino por el asfalto liso que rodeaba la piscina e inclino su cara hacía arriba, abriendo sus brazos a los lados y dando una vuelta, me miró sonriéndome.- Ven.- me invitó. Sonreí.

Esta chica sí que estaba loca, pero lo hice, deje mi toalla a un lado y fui hasta donde ella tomándola en mis brazos y dándole vueltas en el aire. Su risa se escuchaba en todo el lugar, sonreí por hacerla sentir bien. La baje y ella continuó riéndose mientras sostenía su estomago. El cielo se tornó más oscuro que antes y esta vez sus estruendos eran más fuertes, ___ salió corriendo a meterse debajo de techo.

-¿Que sucede?.- dije aun bajo la lluvia.- ¿Le tienes miedo a los truenos?

-Cuando son muy fuerte como ese si.- dijo ella temblando del frío en su lugar, sonreí mientras la veía enrollarse en su toalla, mire el cielo, que lluvia tan inoportuna. Me dirigí a ella y me seque. Ella sonrió mientras sus labios comenzaban a tornarse un poco morados pálido por el frío.

Entramos a la casa y cerré la puerta tras de nosotros. Ella camino directamente escaleras arriba y yo le seguí. Entro a la habitación corriendo y le seguí el paso.- Primero yo.- dijo entrando al baño y escuche que cerraba la puerta de baño de la ducha. Sonreí.

-Eso es trampa.- dije acercándome al baño. Escuche su risa.- tengo una mejor  idea.

-Ni lo pienses Bieber.- escuche decirle desde adentro de la ducha. Yo ya me encontraba en el lugar del lavabo. Sonreí.

-¿Qué tal si compartimos ducha?.- dije abriendo la puerta del baño.



(___)

-¿Qué tal si compartimos ducha?.- escuche decirle ya cerca, para luego sobresaltarme con el sonido de la puerta del baño. Me di la vuelta, y allí estaba él, sonriéndome.- Puede que sea más rápido.- dijo guiñándome. Agradecí aun tener el traje de baño puesto y sentí mi sangre comenzar arder.

-Bueno pero hay una sola ducha.- dije haciéndome la loca y metiéndome debajo del agua tibia que caía de la ducha.

-Eso podemos arreglarlo.- dijo él entrando deprisa al baño por completo y pegándose a mi- si me dices que me detenga lo haré.- dijo él con los ojos cerrados, con su nariz pegada a la mía y sus manos a ambos lados de mi.

Mientras mi espalda permanecía pegada a la pared y el agua recorriendo mi cuerpo, ahora nuestros cuerpos, no pensé, no razone, solo hice que lo quería, lo que salió de impulso, lleve mis manos a su cuello y lo traje hacía mi donde comencé a besarlo. Sus manos dejaron de estar a ambos lados de mí para ubicarse en mis caderas, pegándome más a él.

Sus manos bajaron hasta mis muslos y los tomaron con fuerza despegándome del suelo, enrosque mis piernas alrededor de su cintura mientras él me sostenía contra la pared y quedaban sus manos libres para acariciarme los muslos, el trasero, la cintura, el abdomen, la espalda, mi cabello... podía sentir su bulto pegando en mi sexo. Y yo cada vez me apretaba más a él porque me gustaba sentirlo.

Sus manos consiguieron un camino hasta mi espalda donde desataron el brasier del traje de baño y lo tiraron al suelo. No me cubrí continué con mis brazos alrededor de su cuello y mis manos en su cabello. Lo halé un poco y un gemido se escucho al fondo de su garganta. Él haló mi cabello haciendo que mi rostro se inclinara hacía arriba, dándole espacio a él para besar y mordisquear la piel de mi cuello. Mientras hacía esto me separo de la pared y me llevo contra la otra quedando nosotros fuera del agua, pude sentir el calor irradiar de nuestros cuerpos, jadeé, un jadeo silencioso que quizás él escucho.

Me saco del baño y salió a la habitación donde rápidamente consiguió el camino hasta la cama y me deposito allí quedando él encima de mí. Comenzó a moverse de una manera muy excitante. Mientras sus manos bajaban por todo mi cuerpo, sus labios dejaron los míos para hacerse un camino de besos por mi cuello hasta llegar a mis senos, jadeé cuando succiono duro. Lo tome del cabello y lo hice volver a mis labios.

En un momento gire mi cabeza, quedando con la vista a la ventana que mostraba el cielo oscuro y la gran lluvia cayendo. Sus labios volvieron a los míos y una de sus manos a mi intimidad. Jadeé al sentir su tacto. Él inmediatamente se incorporó y quito mi bikini para luego quitar su bóxer y revelar ante mis ojos su miembro. Volvió acomodarse encima de mí al igual que antes. Esta vez rozando su miembro en mi sexo haciéndome desearlo y humedecerme más de lo ya estaba. Presiono un poco y gemí, alce mis caderas para conseguir más de él, comenzó a besarme por el cuello mientras sus manos acariciaban mis senos, jadeé en suplica para él, él no tardo mas y presiono otras vez su miembro en mi sexo haciendo que este se adentrara un poco, gemí. Él me tomo un poco por el cabello y presiono mas mientras mantenía sus labios sobre los míos, sostuve la respiración cuando él entro completamente, se mantuvo allí por un momento para luego salir lentamente y volver adentrarse. Repitió el procedimiento seguidamente aumentando la velocidad, tomamos el ritmo, cuerpo a cuerpo como si fuésemos unos solo.



Los gemidos y las respiraciones aceleradas se convirtieron en silencio, siendo cubiertas tiernamente por el sonido de la lluvia. Otro beso depositado en mi cabello mientras nuestros cuerpos se encontraban entrelazados, la divina paz se sentía en toda la habitación, el fino cobertor cubría desde mis senos hasta mis muslos. No quise abrir los ojos, no sabía qué hacer o decir después de todo esto.

-Me encantaría quedarme así por siempre...- dijo su voz ronca mientras acariciaba mi cabello.- pero temo que podamos hacerlo.

-¿Por qué?- pregunté. Trate de no sonar curiosa y me salió algo más que un susurro.


-Por qué debemos comer...- dijo sonriendo. Sonreí.- Luego podemos volver aquí si así deseas nena...- me dijo sonreí y asentí con un poco de peso en mis ojos.- Si quieres esperas aquí mientras bajo a buscar algo de comer... estas agotada.- dijo mirándome de arriba abajo, me sonroje. Él se sentó y se inclino un poco para depositar un beso sobre mis labios. Luego sonrió y se puso de pie, yo cerré mis ojos mientras él caminaba a su clóset y buscaba su bóxer. Luego que abrí los ojos le vi salir sonriente por la puerta de la habitación. Suspiré y tire mis brazos a los lados, quería gritar de alegría, emoción, felicidad. Mordí mi labio y me encogí de hombros pensando en él.