7 ene 2015

CAPITULO 7

YOU'RE CRAZY? - ¿ESTAS LOCO?





24 de diciembre.
''Hace más de una semana que no sé nada ni de mi acosador, ni de Kyle, me preguntaba si fue plan de los dos confundirme de esta manera. Y yo no quise tomar el primer paso en escribirles. Así que supongo que no sabré mas nunca de Mi acosador, y no sabré de Kyle hasta que empiece la universidad otra vez''. Mordí mi labio y volví a cambiar de canal en la tv con el control remoto.

Kyle:
Acompáñame al supermercado.

Espere un momento digiriendo lo que acababa de ver, un mensaje de Kyle para que lo acompañara al supermercado. Fruncí el ceño.

Para Kyle:
Sí, yo estoy bien, espero tu también.

Kyle:
Disculpa, tuve unos asuntos. ¿Recuperamos el tiempo? No estés molesta.

Mi Acosador:
Nena te espero en Fairfield, en la plaza del condado a las 3:30pm

''¡MALDITA SEA USTEDES DOS! QUE SE PROPONEN PARA HACERME LA VIDA BOLA.'' suspire con frustración. Miré la hora, 2:46pm. Suspire.

Para Kyle:
Si bueno al menos un mensaje para saber que estás vivo debiste enviar.

Para Kyle:
Y no puedo, hoy es noche buena y estoy ocupada con una cosa aquí en casa con mi mamá.

Kyle:
Está bien, nos vemos luego.

''Si claro ___ muy ocupada que estas ahí tirada en tu cama como una morsa.'' sonreí. Continué escuchando música con mis auriculares y jugando en mi celular.

-___.- escuche mi madre decirme desde la cocina, deje mi celular y los auriculares en mi cama y baje casi que corriendo.

-Dime.- le dije mirándola.

-Puedes ir al supermercado a comprar unas cosas para la cena de hoy.- abrí mis ojos en par. Trate de mantener la respiración.

-Cre-Creo que si.- dije encogiéndome de hombros.

-Bien, anda alistarte mientras te hago una lista de lo que iras a comprar.- me dijo asentí, y salí de la cocina sin siquiera saber cómo porque no sentía mi cuerpo. Tenía que ir al supermercado ''Y si me encuentro con Kyle.'' trague grueso.

Subí a mi habitación me duche y luego me aliste, abrigándome de pies a cabeza porque afuera había nieve. Suspiré. Puse mi sobretodo encima de mi suéter y mis pantalones y mis botas de nieve. Puse mi gorro negro y mis guantes. Eran tan cálidos baje hasta la cocina donde mi mamá me esperaba con el dinero y la lista de lo que compraría.




Caminé por los pasillos del supermercado, estaba solo, un día como hoy estaban todos en casa, solo a mi madre se le ocurría dejar algunas compras para última hora. Continué recorriendo el pasillo lentamente con el carrito de compras. Suspire. Mire la lista para saber que comprar ''y por ultimo Pan de Jamón, pernil, mostaza y papas'' volví a suspirar. Agradecí haberme traído mi MP3 ya que el Ipod mis padres me lo habían quitado, me quede solo con el BlackBerry y el MP3, continué escuchando música, Ed Sheeran. Tamboreé los dedos en el agarrador de carrito, paseé por los pasillos buscando lo que me faltaba. ''Mostaza donde estas.'' mordí mi labio mirando a los lados, para ver al final del pasillo a Kyle y Kate ¿BESÁNDOSE? Abrí mis ojos. Ellos se separaron y reían. Él paso su brazo por encima de su hombro y ella llevaba el carrito de compras donde no faltaba la cerveza. Trague grueso y desvié la mirada. ''Como puedes hacer esto Kyle?'' mordí mi labio y tome la mostaza. ''Deberías regresar de donde saliste'' cerré mis manos con fuerza y mis nudillos se hicieron blancos.

''Eso es ___, tu mejor amigo con el que tendrías una relación de besos se besa con la que se suponía que era tu amiga'' me dicto mi conciencia.

''Tú también puedes pudrirte al igual que él'' espeté y seguí caminando intentando no derramar lagrimas  de rabia.

''No, no. TU púdrete yo te dije muy claramente que no confiaras en este chico. Las apariencias lindas engañan.'' sonrió, si esa sonrisa malvada que utiliza cuando quiere decir un 'te lo dije'.

Sentí unas manos rozar mi cintura, me sobresalté y di la vuelta inmediatamente. Jadeé al ver a Justin allí sonriéndome. Sus ojos claros me calmaban. Movió sus labios diciéndome algo pero no lo escuche. Quité mis auriculares y los guarde junto en MP3 en el bolsillo de mi sobretodo. Él sonrió y repitió.- Pensé que nos veríamos.- dijo sonriendo. Recordé que también estaba molesta por no dar señales de vida después de tanto tiempo. Me di la vuelta y continué caminando por el pasillo.- Hey ¿qué sucede?.- dijo siguiéndome el paso.

-Nada.- dije sin mostrar emoción alguna.

-Podrías dejar de caminar y decirme que sucede?.- Me dijo mirándome y sujetando el carrito.

-Nada.- espeté.- no puedo hacer mis compras tranquilamente?- le miré.

-No sé porque siempre andas con un humor de perros.- dijo soltando el carrito de mala gana.- Mas te vale que no faltes a la cita que te di.

-Pues faltaré.- le dije. Él abrió sus ojos en par.- tengo cosas importantes que hacer!- le dije.

-¿Importantes?.- dijo inclinando a un lado su cabeza. Como si quisiera que le repitiera lo que dije.

-Exacto.- dije y camine hacia la caja para pagar lo que había tomado.

-Se supone que teníamos una cita hoy.

-Se supone que se requiere de dos para planear un cita.- le di una sonrisa falsa. Él me miró con rabia en sus ojos.

-Perra.- me dijo y se aleja. Me quedé con los ojos abiertos en par. No podía que acababa de llamarme así. Tragué grueso la chica de la caja me miraba. Sequé la lágrima que rodaba por mi mejilla. Suspiré y le pase los artículos a la chica quien los facturo, le di el dinero correspondiente y salí del lugar con las bolsas.

Agradecí que hubieran taxi y tome uno rápidamente que en un poco de tiempo me dejo frente a casa, baje y le pague. Tome las bolsas y camine hasta la puerta tratando de no caerme sobre el hielo. Entre y deje las bolsas sobre la mesa de la cocina donde se encontraba mi madre cantando y cocinando felizmente. Deje lo que quedo de dinero al lado de las bolsas y subí a mi habitación, cerrando la puerta con seguro. ''¿Qué debo hacer? ¿Qué debo hacer?'' me preguntaba una y otra vez. Caminando de un lado a otro. Suspiré y jalé de mi cabello, que le había pasado a mi vida, ¿por qué tanto drama? Porque dos chicos y no uno! Mordí mis labios para ignorar el hecho de que quería llorar. Miré la ventana y la cerré. Si la cerré, con seguro. Y baje las cortinas y pagué la luz, el cuarto tomaba un aire acogedor y oscuro. Encendí la calefacción porque aun así había frió. Quite mis botas y mi sobretodo. Subí a mi cama aun con el suéter y los pantalones puestos. Tome el MP3 y puse mis auriculares, a volumen un poco alto.

''Ahora a quien iré cuando este mal?''  me pregunté. ''Ya no puede ser Kyle.'' mordí mas mi labio inferior.-¡MALDITA SEA! ¡NO DEBÍ BESARTE!.- en voz alta pero ni yo misma sabía a quien lo decía, a Kyle o a Justin. ''¿Cómo pudiste llamarme perra?'' derramé una lagrima. Y allí sentada en mi cama vi su imagen. De espalada mirando por la venta mientras Kyle estaba abajo. Negué con mi cabeza ignorando ese recuerdo.

Ahora estaba sola, como al principio. si. Sin amigos, sin nada. Y estaba dicho. Volvería a ser la misma chica de antes. No quería más problemas. No iría más a fiestas. No lo haría.




27 de Diciembre.
Camine por el centro comercial. Estaba triste, estaba sola. Suspiré y metí mis manos a los lados en los bolsillos de mi sobretodo. Ed Sheeran sonaban en mis oídos, recordé cuando Kyle me hizo correr a su lado en busca de un helado. Deje salir un largo suspiró. El 25 de diciembre había hablado con él por mensajes y aunque me pidió disculpas no pude disculparlo. Me sentía más que engañada, aunque en ningún momento fuimos algo, siempre lo mantuvimos, eso que no se que era, allí entre nosotros, esa química, esas risas tras cada mirada, esos juegos, esos momentos. Me senté en un banco allí dentro del centro comercial a mirar. Pero no dure mucho allí, las personas me miraban extrañados. Camine lentamente a uno y otro lado, mi MP3 se descargo así que retire mis auriculares. Camine hacía una tienda, miré a través del vidrio unos peces.

-¿Puedo acompañarte?.- escuche una voz, me di la vuelta y vi a Justin, me sentí un poco mejor. Asentí y continué mirando.- ¿Estas molesta aun?.- asentí. Él guardo silencio. Esa tarde me había llamado después de esperar hora y media en el lugar de la cita y yo no ir. Le dije como me sentía al respecto de llamarme 'perra' y que no se dirigiera a mi más nunca. Pero allí estaba a mi lado. En silencio. Observando los peces de colores.

Escuche una vos conocida junto a la risa de una mujer. Levante la vista para ver a un lado a.... -¿Papá?.- dije en vos alta cuando la mujer le depositaba un beso en sus labios. Él se separo de ella y dejo de sonreír.

-Hija yo...- guardó silencio, no sabía que decirme. Miré a la mujer, más joven que mi madre quizás de unos 25 años. Mis lágrimas comenzaron a salir de mis ojos humedeciendo mis mejillas. Llevé mis manos a mi boca y lloré.- Puedo explicarte todo.- me dijo él. Yo negué con la cabeza.

Me di la vuelta a Justin que me miraba sorprendido y miraba mi padre a veces.- Sácame de aquí.- le dije llorando y mirándolo a los ojos. Él asintió y paso su brazo detrás de mí para así guiarme en su camino. Rápidamente nos encontrábamos en el estacionamiento. Reconocí su deportivo negro al estar frente a él. Jadeé en busca de aire.  Mire arriba y trataba de respirar, pero mi garganta parecía haberse cerrado completamente.

-¿Ey? ¿Ey?.- me dijo Justin tomándome en sus brazos.- Estoy aquí.- yo chillaba.- ¿Ey?.- dijo tomando mi rostro entre sus manos y haciendo que le mirara.- Mírame, mírame.- dijo un poco nervioso pero estable.- Respira conmigo.- me dijo. Yo asentí tratando de calmarme. Él tomo un respiró profundo y lo dejo salir lentamente. Yo hice lo mismo que él, él asintió.- Así es...- dijo él más relajado. Repitiendo en procedimiento. Ahora que ya podía respirar, me controle un poco, pero aun seguía llorando. Baje mi cabeza y él me abrazó, escondí mi rostro en su pecho. Lloré con tranquilidad, él solo se encargo de abrazarme.

-Sácame de aquí, por favor.- dije. Él me monto en el auto y paso por delante del mismo para montarse en su lugar. Encendió el auto y lo puso en marcha.- Llévame a mi casa por favor.- le dije.

-¿A tu casa? ¿Estás segura de que quieres ir allí?.- preguntó confundido. Yo asentí.- Si no quieres ir allí puedo llevarte a mi casa.- dijo casi en un susurró.

-Creo que debo ir a casa.- dije acomodándome en el asiento. Tragué grueso y trataba de no llorar. Él asintió en silencio y en menos de media hora estuvimos en casa.

-¿Estarás bien?.- me preguntó cuando abrí la puerta del auto para bajarme.

-Lo estaré.- le dije mostrándole una pequeña sonrisa y con mis ojos rojos.

-¿Me avisarías cualquier cosa?.- pregunto con su cejas un poco unidas. Sonreí y asentí.

-Gracias acosador.- le dije, él sonrió.- Gracias por traerme a casa.

-Siempre para ti.- dijo encogiéndose de hombros. Sonreí sin ganas, aun no se le iba su ego.

Salí del auto y cerré la puerta. Me despedí ya un poco lejos con un movimiento de mano. Él me guiño el ojo. Sonreí a medias. Llegué a casa y entre en silencio. Mi madre estaba concentraba viendo un programa de cocina en la Tv. Subí las escaleras mi hermanito estaba jugando en su Play. Suspiré. Entré en mi habitación y cerré la puerta con seguro. Quité mi sobre todo, mientras derramaba algunas lagrimas, guarde mi MP3 con los auriculares en la gaveta del escritorio y fui hasta mi cama.

¿Cómo se supone que debes reaccionar al ver a tu padre con otra mujer que no es tu madre, besándose? ¿No se supone que asisten a la iglesia y eso es un pecado en el matrimonio? ¿Hace cuanto tiempo hace esto? Mordí mi labio tratando de no entrar en crisis otra vez. Recordé esta mañana mi madre decirme que papá no vendría esta noche por cuestiones de trabajo. Si, seguro son cuestiones de trabajo mamá. ¿Debería decirle? ¿Debería decirle que papá le es infiel? Respiré profundo.

Y mi madre no lo había recordado aun, si ella no lo recordaba, menos mi padre, lloré, era la principal causa de mi tristeza. Miré la hora, mediodía, suspiré, quería morir. Esta no era la vida que quería. Este no era el giro que yo esperaba que diera. Me acosté y cerré los ojos, dejando algunas lágrimas hacer su camino desde mis ojos hasta mi cien y de allí adentrarse en mi cabello.



Me desperté en medio de mi habitación oscura, los ojos me pesaban un poco seguro estaban hinchados. Me levante y fui al baño encendí el calentador de agua mientras me despojaba de mi ropa, luego de terminar entre en la ducha donde el agua tibia me relajo el cuerpo suspiré y lave mi cabello y luego mi cuerpo. Tragué grueso sin querer llorar. Al fin ya se terminaría el día. Suspiré y salí de la ducha cerrando regadera. Duré medía hora frente al espejo del baño junto al secador de cabello, luego de secar mi cabello salí de mi habitación. Puse mi ropa interior y luego una pijama. Seguiría en casa. Fui hasta mi cama y ya sentía mis ojos livianos lo hinchado había desaparecido. Tome mi celular y tengo un par de mensajes.

Papá:
Hija, debemos hablar, tu madre no puede saber.

Acosador:
¿Ey, linda, que tal todo?

Acosador:
Podrías responder?

Acosador:
Al menos responde, no quiero enterarme de que te suicidaste nada más porque el maldito de tu padre sale con una puta.

Acosador:
Disculpa, no fueron las palabras adecuadas, pero es la verdad.

Acosador:
Si te pasa algo, voy por tu padre para hacerle sentir la culpa.

Acosador:
RESPONDEME

Para Acosador:
Aun estoy viva, pues admito que me haces sonreír con tu acoso, pero ey, solo me has ayudado.

Acosador:
Al fin respondes nena.

Para Acosador:
Dormí toda la tarde. Gracias por traerme a casa.

Acosador:
No te pregunte qué hiciste.

Para Acosador:
Lo sé. Pero lo dije para que te quites la idea de que me iba a suicidar.

Acosador:
Puedo visitarte.

Para Acosador:
Estás loco?  Mi madre está aquí. A demás es tarde.

Miré la hora las nueve de la noche.

Acosador:
Ese día era medianoche nena.

Sonreí.

Para Acosador:
No deberías colarte por mi ventana.

Acosador:
Entonces entrare por la puerta?

Para Acosador:
Tengo una mejor idea, claro si puedes.

Acosador:
Dime nena.

Para Acosador:
La oferta de llevarme a dar un paseo en tu auto aun sigue allí?

Acosador:
¿A qué hora paso por ti nena?

Para Acosador:
En medía hora?

Acosador:
Mas te vale tener la ventana abierta esta vez.

Para Acosador:
Espérame en el auto. En la esquina de la cuadra.

Acosador:
En media hora. No tardes.

Quise dar saltitos, pero no sabía si lo que hacía estaba bien o mal. Suspiré y fui hasta mi clóset, encendí la luz. Tomé un pantalón alto, y una camiseta corta. Tome las converse con plataforma de goma así no resbalaría en la nieve, batí mi cabello un poco para darle forma a las ondas que e hacían naturalmente y luego tome mi sobretodo. Guardé allí mi celular y mis llaves. Suspiré y mire por la ventana a través de las cortinas a ver si se veía en la esquina un auto.



Camine hasta mi cama y me senté allí me pregunte si estaba bien lo que hacía. Debía decirle que no saldría. ¿Debía avisarle a mi madre? Decidí no decirle nada, quizás estaba dormida o algo. Así que me puse de pie y mire la hora en el reloj de mesa las 9:34pm. Miré por la ventana y vi el deportivo negro. Sonreí. Aseguré todo en mi cuarto y salí en silencio. Tomé mis llaves y cerré la puerta. Baje las escaleras en silencio y me asegure de que mi madre estuviera dormida, correctamente, estaba dormida. Deje escapar un respiro de alivio y camine rápido por la sala y salí de la casa cerrando la puerta con cuidado. Sonreí y de una vez me dio frió, la nieve aun caía en los suelos. Camine hasta la acera y me dirigí a la esquina donde un auto deportivo color negro me esperaba con los vidrios arriba.

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