CAPITULO 3

¡OH, FUCK! - ¡OH, MIERDA!

Estaba escuchando un par de voces y murmullos. Fruncí el ceño aun con los ojos cerrados y el sueño en las pestañas. Esas voces no eran de mi madre, ¿será mi padre con unos colegas?. Me removí bajo la sabana. Y suspiré para dormirme otra vez, pero no fue así porque el sonido de una puerta me mantuvo despierta. Entre abrí los ojos y veo una persona de pantalones negros a la cadera caminando algo cerca. Fruncí el ceño.- ¿Damián?.- pregunté, lo cual fue estúpido porque era muy grande para ser mi pequeño hermano.

-¿Aun esta drogada?.- hablo una vos gruesa. ¡OH, MIERDA! ¿Dónde estoy?!! Me senté de prisa y sentí el cerebro pesarme lo que lo acompaño un gran dolor de cabeza.

-Mierda...- susurré tomándome la cabeza y cerrando fuertemente los ojos. Luego de un momento abrí los ojos y poco a poco levanto la mirada para encontrarme con... ese chico de ojos claros, de brazos tatuados, con músculos remarcados. '' O-M-G '' - Yo...- miré a mi alrededor dándome de cuenta de que estoy en una habitación gigantesca al igual que la cama donde estaba.- No puede ser que dormí contigo.- dije poniéndome las manos en la cara.-Oh por Dios no puede ser!- dije apretando mi cara en mis manos.

-Ey, Ey.- dijo él.- No tuvimos relaciones, ni nada de eso si es eso lo que te está matando.

-NO?.- dije con los ojos abiertos y mirándole. Me miraba sonriente. Negó con un movimiento de cabeza...-OMG...- susurré.

-Aun que si quieres eso, podemos arreglarlo ahora.- dijo guiñándome un ojo. Abrí mis ojos mirándole. Él rió.- si supieras como estas de roja.- me dijo y camino hasta la cama.- Déjame informarte que cuando voy a tener relaciones... me gusta que la otra persona esté consciente de lo que hace.- me sonrió pícaro.

-Bueno yo...

-Yo solo te traje a mi casa para que no te fuera a suceder que sabe Dios por allí en la calle...- dijo y se sentó en la orilla de la cama

-Por qué? Ni me conoces?- dije mirándolo extrañada.

-Bueno digamos que vi algo en ti que me dijo que no podía dejarte allí en la acera desmayada y drogada.- se encogió de hombros.- por cierto...- me miro y me sonrió.- pesas.

-Peso?.- repetí con mi ceño fruncido.

-Te cargué. O acaso piensas que te traje de alguna otra forma?.

-Oh...- caí en cuenta.- Gracias...- dije y me encogí de hombros.

-De nada?.- dijo él sonriendo.

Baje de la cama poniéndome de pie y comenzando a sentir un tremendo dolor de cabeza. Puse mis zapatos pensando o quizás vagamente imaginándome como este chico me había quitado los zapatos. Suspire y me enderecé mirándolo. Estaba allí acostado en su cama con su mano izquierda detrás de su cabeza y sonriéndome. Acomode mi cabello detrás de mi oreja. Y él con su mano derecha lanzo algo sobre la cama. Miré era mi celular. Con el ceño fruncido me acerque a tomarlo rápidamente.-Se te calló anoche al desmayarte.- comentó. Yo asentí.

-Gracias.- le repetí. Él asintió y yo suspiré.- Bueno debo irme...- le miré sin saber que hacer o decir.

-Te llevó.

-Oh, no no. Yo puedo tomar un taxi, está bien.- dije apresurada.-  creo que has hecho mucho por mí.

-No te lo pregunté.- dijo él ya de pie y pasando por al frente de mi.- Lo dije.

Yo lo miré. Dios mío era tan sexy. Me dejaba sin aire. Tragué grueso y le seguí. Salimos de su habitación. Para luego caminar por un corto pasillo y bajar unos cinco escalones que nos conducían a la gran sala. Vi unos chicos en el sofá conversando pero no les puse cuidado mientras iba o trataba de concentrarme para no tropezar con algo y caer al suelo y así pasar la vergüenza de mi vida.

Salimos de la casa al garaje donde se encontraba un auto deportivo color negro. Suspiré. Él camino hasta su lado y subió al auto, me le quede mirando.- Sube, ¿o quieres que te cargué y te suba?.- dijo con una sonrisa en los labios. Le miré sorprendida y negué rápidamente con un movimiento de cabeza. Entré al auto y cerré la puerta con cuidado. Me quede allí sentada en los asientos de cuero. Él me miró y frunció el ceño, quizás en respuesta a su pensamiento. Me quedé mirando hacia al frente. Donde esperaba con ansia que encendiera el auto para salir de una vez. Lo cual sucedido seguidamente de que yo pensara eso.

-Y dime... a donde voy?.- dijo mirándome por un momento y luego enfocando su mirada en la vía.

-Oh...- pensé un momento.- A la universidad.

-¿QUÉ?.- dijo y sus carcajadas comenzaron a salir agudamente de su garganta, le miré sin entender. Luego de que se calmó aun riendo me miró.- supongo que aun estas drogada.- me dijo y continuó riéndose.

-No lo estoy.- le dije mirándole con los ojos abiertos y mi ceño fruncido sin saber que le causaba tanta gracia.

-Nena hoy es domingo.- me dijo. Y caí en la cuenta, oh si, había pensado en voz baja y no sabía él porque necesitaba ir a la universidad.

-Y eso perfectamente lo sé.- le dije. Él dejo de reírse.

-Segura que no estas dro..

-¡No, no lo estoy!.- dije sin dejarle terminar de hablar.- necesito ir a la universidad por unas cosas para poder ir a la casa.- dije sería. Me removí en mi asiento.

-Valla...- dijo.- ¿cuál es tu universidad?

-Campus Freetown.- dije sin mirarle.

-Oh... esa...- dijo él en un susurró.

-Sí que tiene de malo?.- le dije mirándolo.

-Hey, solo lo comente.- dijo mirándome serió.- ¡Puedes dejar tu maldito humor para otro!.- me dijo en voz alta. Me dejo callada, no me había dado dé cuenta de que tan mal humor este chico me había puesto. Tragué grueso y me removí en el asiento incomoda. Ahora el aire era espeso dentro del auto.

Luego de un momento le vi detenerse frente a la universidad. Suspiré le miré. Él continuaba mirando hacía al frente.-Bueno...- deje escapar en un susurró. Abrí la puerta del auto y baje.- gracias.- comenté antes de cerrar la puerta. Pero sin antes esperar un poco a ver si decía algo, pero no fue así.

''Eres una estúpida. Un chico tan guapo se ofrece a llevarte y lo tratas de esta manera!'' me pateé el trasero mentalmente. ''Y luego te sigues quejando del porque no tienes novio.''

Continué caminando sin mirar atrás. Agradecí que los chicos de ciencia y los que llamaban nerds estaban en la universidad haciendo algo como investigar en la biblioteca o cosas así. Me encogí de hombros con las manos metidas en los bolsillos de mi chaqueta. Dejé escapar un gran suspiro mientras entraba a la universidad. Fui hasta mi casillero, puse la clave y se abrió. Saque un par de cuadernos y lo cerré nuevamente. Debía llegar a casa con los supuestos cuadernos que mi supuesta amiga me tenía la noche anterior.

Caí en cuenta de que me gustaba la universidad así, silenciosa, sin nadie en los pasillos, sonreí. Caminé hacía la salida y luego por todo el campo de la universidad para así poder llegar a la salida como tal del instituto. Me llevo un poco de tiempo pensar si irme caminando o en taxi. Y si. Me fui en un taxi, porque mágicamente lo que quería era tirarme en la cama y dormir.

Y como lo quería. En cuestión de unos largos minutos ya estaba en mi habitación, agradeciendo que mis padres estuvieran en la iglesia y podría decirles que llegue temprano a casa y no a las diez de la mañana. Así que quite mi chaqueta y tire en la cama boca abajo. Analice todo lo sucedido la noche anterior hasta donde me acordaba claro. Y definitivamente...

¡¡NO VOLVERÉ ASISTIR A NINGUNA FIESTA UNIVERSITARIA, NI A NINGUNA OTRA. NO VOLVERÉ A EMBRIAGARME O DROGARME.!!