THE BEGINNIG - EL COMIENZO.
-Bueno Señorita preséntese.- me repitió la Señora frente a
mí. Tragué grueso. Mi primera clase de Técnicas de Investigación y sentía esta
presión. Sentí los ojos de varios encima de mí, sonreí falsamente y suspiré.-
Esperamos por usted Señorita.- me presionó mas.
-___ Jess.- dije sin mirarle.
-¿Cómo dice?.- dijo ella inclinándose en dirección a mí. La
chica delante de mí se dio la vuelta para mirarme. Mis manos comenzaron a
humedecerse. Miré a la Señora con lentes de cabello corto y un poco ancha de
figura quien me miraba con el ceño fruncido.
-___ Jess.- repetí. Y escuche unas risitas de algunas chicas
que se encontraban al final de la fila.
La Señora asintió. Y continuó con la chica que se encontraba
detrás de mí. Luego prosiguió con la que estaba detrás de ella y así continuó.
Sin prestar mucha atención a los nombres espere a que por fin se decidiera a
hablar sobre la clase, aunque prestando atención a lo que decía, simplemente
hablo sobre como practicaba la materia con los estudiantes del semestre pasado
y que llevaba apenas unos años enseñando en esta Universidad pero toda su vida
enseñando en otras. Miré mi celular encendiendo la pantalla para ver la hora,
esta profesora no paraba de hablar de cosas sin importancia y las horas no
pasaban rápido.
-Si tiene mucho sueño se puede salir.- le dijo a una chica
que le bostezaba sin pena alguna en su cara queriéndole decir que su clase daba
sueño. La chica solamente la ignoro y la profesora continuó diciendo cosas que
a ninguno de los del aula nos importaba.
Bueno. Era mi tercer día de clases en la Universidad.
Suspiré. No era como me lo esperaba era como asistir al colegio pero con ropa
normal. Comencé a mover mi lapicero sobre mi pierna una vez que me encontraba
sentada debajo de un árbol en la plaza de la Universidad. Suspiré y cambie la
canción para continuar escuchándola por los auriculares.
Me pregunté si siempre sería así de aburrido. Si nada sería
como lo esperaba desde un principio. Al menos esperaba que sucediera algo
parecido como lo que leía en las novelas #Fanfics. Me sentía decepcionada hasta
ahora ni un chico lindo. Ni nada. Me levante de mi lugar y fue directo al aula
que me tocaba entrar. Agradecí que no hubiera tantas personas en el aula así no
enfocaban su mirada en mi, esta vez me senté en el lugar al final de la fila.
Él profesor de Derechos Humanos entro y educadamente nos saludo. ‘’Vaya al fin alguien que agrada’’ pensé y me encogí de hombros sin ninguna razón,
milagrosamente las horas se pasaron volando.
AL salir del aula camine en silencio sin mirar a los lados.
No recordaba decirles que era un poco tímida, quizás más de lo esperado. Así
que como niña buena tome un taxi directo a casa. Entre a casa, salude a mi
madre quien estaba preparando el almuerzo, mi padre se preparaba para ir a
trabajar y yo seguí hasta mi cuarto encerrándome y sin nada que contar.
Al rato mi madre me llamo, deje mi ordenador encendido,
busque la comida y me regrese a mi habitación con la comida para continuar en
el ordenador. Como no había mejor cosa que hacer comencé a ver noticias en una
página web de famosos. Mi mirada se desvió a la esquina de la página donde
salían los chicos locales más populares y en ellos salía Justin. Y es que no
podía negarlo estaba bueno el hijo de su mamita. *sonreí para mí misma* . Él y
sus problemas. Sonreí mientras veía una de sus fotos. Suspiré.
‘’ ¿Señor cuando me
enviarás a mi uno así? ‘’ pensé mientras metía un bocado de comida en mi
boca.
-¡___!.- me llamó mi madre desde abajo. Terminé de meterme la
comida en la boca para bajar con él plato vació. Le sonreí mientras ella me
entregaba un vaso de jugo. Ella se fue a la sala y yo me quedé allí, pensando
en cuando encontraría yo a un chico.
‘’seguro que como tus
fanfics no los encontraras ‘’ dijo mi mente.
‘’ pero algo es algo,
no? ‘’ me encogí de hombros.
Ese chico, Justin, no estaba muy lejos de mi alcancé, estaba
a tres manzanas de mi manzana. Pero eran de clase alta, yo de clase media por
eso no asistía a su misma universidad. Hice puchero.
‘’Que vida tan injusta
‘’ me quejé y termine de tomarme el jugo.
Los días siguientes en la Universidad continuaban siendo
igual que el primero, y miraba a esas chicas que estaban fijas en mi sección,
como es posible que en apenas unos días ya sean súper amigas.
‘’Hipócritas es lo que
son ‘’ como van a ser súper amigas de un momento a otro.
‘’Quizás estas dolida
por no tener ni alguien con quien hablar ‘’ apuntó mi mente.
‘’No es así, no me
interesa ‘’ suspiré ‘’además voy allí
a estudiar no hacer amiguitas’’ espeté.
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Dos semanas de clase y aun sin hablar con nadie, de vez en cuando algunas chicas me miraban y me sonreían en forma de saludo. Y es que no es porque no me hablaran, es que no veía a nadie que pudiese compactar conmigo. Claro que tuve que hablarle algunas chicas cuando me ingresaron a su grupo para ser algo en clase. Pero no paso más de ahí.
Dos semanas de clase y aun sin hablar con nadie, de vez en cuando algunas chicas me miraban y me sonreían en forma de saludo. Y es que no es porque no me hablaran, es que no veía a nadie que pudiese compactar conmigo. Claro que tuve que hablarle algunas chicas cuando me ingresaron a su grupo para ser algo en clase. Pero no paso más de ahí.
Me levante del suelo del pasillo y tome mi bolso. Suspiré,
sacudí mi trasero por si estaba sucio y salí de la Universidad.
-Hey, hola.- me dijo una chica deteniéndome frente a la
universidad.
-Ey...- dije confundida.
-Creo que te eh visto en la clase de Derechos.- yo abrí mi
boca y luego asentí, era cierto, cruzaba esa clase conmigo.- Quieres ir a una
fiesta? Es por mi casa será hasta tarde, puedes quedarte allí si no tienes como
regresar luego.- dijo sonriéndome.
-Bueno yo...- suspiré.- Debo pensarlo...
-Anda no perderás nada, solo será una salida.
‘’Anda, dile que sí, es
tu oportunidad, no la desaproveches.’’
-Está bien...-dije tímidamente. La chica brinco en su lugar.
-Bueno me das tu nombre y tu número telefónico?.- yo asentí y
le di mis datos mientras ella anotaba en su agenda.- Bueno te veo mañana en la
noche.
-Espera.- dije. Ella me miro.- donde es? Digo... la dirección
exacta..- dije y ella sonrió.
-En la calle Serifech, casa 24958A.- yo asentí y ella se
alejo dando saltitos y uniéndose a otras chicas.
Bien. Ahora que se suponía que le diría a mis padres. Apenas
tengo diecisiete años. Si le digo que es una fiesta quizás no me dejaran. Así
que mire al frente donde estaba un taxi vació y lo tome. Aun así en el camino a
casa no pude pensar que excusa e daría a mis padres para poder salir el sábado
por la noche.
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Logré convencer a mis padres de que me dejaran quedar en casa
de una chica, que según habíamos hablado desde el primer día de la universidad
y nos habíamos hecho amigas, me iría a quedar en su casa para que me explicara
algo sobre matemática.
Ahora librada de eso... me tocaba pensar en que ponerme. Que
ropa me pondría. ¿cómo tendría que ir
vestida?. Suspiré. Las fiestas de las universidades según lo que había
leído eran muy populares por que iban todos los universitarios. Así no fueran
de la misma universidad. ¿Así que como
debería ir vestida? Si me pongo una falda pareceré una prostituta. Si voy
con un vestido quizás sea la única loca vestida formalmente. Así que opte por
un jeans y una camiseta de tirantes color melón. Puse mis converse y encima me
puse una chaqueta por ser de noche. Ahora más vale salir bien en el parcial de
matemática próximo para que así me dejen seguir saliendo a estas cosas donde
''me explican matemática''
Suspire y me mire por última vez en el espejo baje. Y me
despedí de mis padres.
-Y tu no llevas cuadernos ni nada para estudiar?.- dijo mi
padre deteniéndome en seco en la puerta.
-Oh, claro que sí, es solo que ayer ella aprovecho de
llevarse mis cuadernos y mis cosas para así yo no ir tan incómoda.
Mi padre asintió, yo le sonreí y salí de casa cerrando la
puerta tras de mí. Sentía nervios en mi estomagó. No sabía si estaba bien o mal
lo que iba hacer pero algo tenía que dejarme esto, o una resaca por la
ebriedad, o algo mas, solo esperaba no terminar ebria y en la cama con alguien
que no conociera.
Detuve el taxi y le di la dirección, a medida que avanzaba el
auto los nervios se acumulaban en mi estomago. Terminaría por vomitarle el auto
al pobre taxista. Trate de quitar esa imagen de mi mente. Suspiré y trate
seriamente de relajarme.
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