¡MOURN STOP! - ¡DEJA DE LLORAR!
-¿Segura
de que quieres bajar?- me pregunto Fabiana con cara de pocos amigos.
-Ya te
dije que si…- le mire. Y le regale una sonrisa.
-Y sabes
lo que dijo Justin…- me comentó y mordió su labio inferior en preocupación.
-Sí, lo
sé.- le dije y alcé mis hombros.
-¡Lo
dices tan tranquila!- dijo y choco sus manos con el volante del auto. La miré.-
Dijo que si te sucedía algo, lo más mínimo, me mataría, a mí, ¿escuchaste? ¡A
MI!- dijo histérica.
-No te
hará nada.- le dije relajada, pero en realidad por dentro estaba pensando en
cómo enfrentarme a todo lo que estaba por suceder.
-¿Qué me
asegura a mí eso?
-El hecho
de que no me pasara nada.- le dije sería.- Basta de preocuparte como si fuera
una bebe comenzando a caminar.- le dije, me miró sorprendida- No me ayudas con
nada manteniéndome en el lugar del que quiero salir. ¡Si no hago esto no lo
superaré nunca!- le dije y baje del auto cerrando la puerta tras de mí. Camine
con prisa hacía dentro de la universidad.
Al llegar
adentro, muchos sostuvieron su mirada en mí, me comencé a encoger ¿ellos sabían
todo? O quizás solo eran ideas mías, suspiré y los ignore, camine por el largo
pasillo sin fijarme si Fabiana venía o no tras de mí.
-¡___!-
gritaron mi nombre y me sobresalte. Me detuve y gire a ver, era Kyle, le di una
media sonrisa.- Estas bien…- me dijo llegando a mí y rodeándome con sus brazos.
Depositó un beso en mi cabeza y me sujeto un poco más, solo por un momento,
luego se separó de mí y me miro.- ¿Lo estás?- me preguntó. Asentí.- ¿Segura?
Estaba que me moría sin saber nada de ti… como no supe a donde buscarte, y a tu
casa pero tu mamá me dijo que estabas en casa de tu amiga, así que por más que
pregunté no supe donde, ¿estás bien?
-Hey…-
dije en forma de saludo en un suspiro.- Eh si.- le miré.- estaba algo así como
en un retiro.- sonreí.
-Me
alegra que estés bien.- me miró con sus ojos dulces.- te eh extrañado.- dijo y
me envolvió nuevamente entre sus brazos. Sonreí.
-¿Cómo
has estado tú?- Le pregunte.
-Preocupado,
tratando de averiguar sobre el desgraciado que te hizo eso…- me dijo tensando
su mandíbula.
-¿Qué?-
le mire con pánico.- ¿Cómo así? ¿Qué se supone que has averiguado?
-___
quiero encontrar ese desgraciado y hacerlo pagar por lo que te ha hecho.- me
comentó. Sonreí.- ¿Qué se te hace gracioso?
-Si lo
consigues… ¿Cómo lo harías pagar? Ni siquiera tienes un arma, ni nada…- le
miré. Él se quedó callado.
-Pero
encontraría la manera…- dijo luego de un momento.
-Nunca
sabrás quien es…- le dije con medía sonrisa.
-¿Lo
estás cubriendo?- preguntó con su ceño fruncido.
Una
aclaración de garganta me hizo girar y se encontraba Fabiana.- Vamos a clases.-
me dijo, asentí, ella permanecía allí de brazos cruzados.
-Nos
vemos luego…- le dije a Kyle, le abrace y me fui con Fabiana, agradeciendo a
Dios que hubiese llegado ella.
-___...-
dijo cuando íbamos camino al aula.- creo que tenemos una conversación
pendiente…
-Yo creo
que no…- le dije entrando al aula y sentándome en mi lugar en silencio.
Las
clases habían pasado. Estábamos en la última, eran las cinco de la tarde casi
seis y la clase estaba por terminar, había bebido mucho refresco en los
momentos libres así que mi vejiga no daba para más.- Voy al baño, te espero
afuera.- le dije a Fabiana mientras me levantaba para salir antes que los
demás. Fabiana ahora se había convertido en mi sombra con miedo de que me
sucediera algo.
La
universidad ya estaba un poco sola, era tarde, suspiré y camine por los
pasillos, fui hasta mi casillero para sacar las cosas y guardarlas en mi bolso,
luego fui rápidamente hasta el baño y entre, estaba solo, para mi fortuna,
entre a uno de los cubículos y pase el pequeño seguro. Baje mis pantalones y me
senté en el inodoro, tamboreé mis dedos mientras vaciaba mi vejiga, luego me
limpie y subí mis pantalones, hale la cuerdita del agua, tome mi bolso del
suelo y escuche un ruido afuera.
-Te dije
que me esperaras afuera.- dije terminando de arreglarme. Suspire y quite el
seguro y salí del cubículo.
-No podía
esperar para verte.- dijo la voz masculina que me dejo fría al instante. Abrí
mis ojos quieta en mi lugar, tragué saliva. Levante mi rostro lentamente, para
encontrarme con la imagen de Laureen frente a mi.- Definitivamente extrañaba
verte.- dijo con una sonrisa en sus labios. Di unos pasos hacia atrás para que
no se acercara a mí.- No me tengas miedo nena, la última vez la pasamos muy
bien…- dijo humedeciendo sus labios.
-No te me
acerques…- le dije con la voz temblándome.- Por favor no te me acerques.
-¿Por qué
tan asustada linda?
-Laureen
no lo hagas…- dije estirando mi brazo y poniendo mi mano en su pecho para
detenerlo. Las lágrimas habían comenzado a salir. Él se quedó allí, quieto, sin
hacer o decir nada, solo mirando mi mano plasmada en su pecho. Comencé a
temblar.
-No
llores.- dijo sin mirarme. Pero llore más.- ¡QUE NO LO HAGAS, JODER!- gritó y
brinque en mi lugar.- ¿Dónde está la chica de antes? La que no me temía, la que
no lloraba, la que era de piedra, la que pensé que no podía derrotar ¡¿DÓNDE
DEMONIOS ESTÁ?!- dijo entre diente para no gritar. Se acercó a mí mi mano no lo
detuvo, me volví débil, su respiración ahora chocaba en mi mejilla. Yo me
encontraba entre la pared y él sus manos estaban a ambos lados de mí, mientras
yo estaba allí, temblando, indefensa, cerré mis ojos, quería hacer de esto una
pesadilla y no una realidad.- ¿Dónde está?- me pregunto al oído.
-¡___!-
se escuchó en voz alta. Laureen se dio la vuelta, había llegado Fabiana, mi
cuerpo estaba temblando y mis lágrimas no se detenían, Laureen si decir nada
golpeó la pared a un lado de mí y se fue. Fabiana me miro.- ¿Es-estás bien?- me
preguntó mirándome completamente. Camino hacia mí y yo me lance en sus brazos,
la abracé, había sido mi salvación. Llore en su hombro.- ¿Qué te hizo ese
desgraciado?- me preguntó un poco asustada, no le respondí. Ella se separó de
mí y le mire.- Espera…- abrió sus ojos, me miró un momento.- ___...- me miro y
abrió aún más sus ojos.- Él…- asentí antes de que dijera otra cosa. Ella no
dijo nada tapó su boca y miro atrás por donde Laureen se había ido para luego
mirarme a mí.
-No digas
nada por favor.- dije llorando.
-Pero
___...
-Júrame
que no dirás nada…- le dije tomándole las manos.- No digas nada.- lloré.
-Pero
como has podido…
-Me
matará si alguien se entera…- lloré.- No digas nada Fabiana, por favor.
-Pero…
___...
-Júrame
que no dirás nada…- le dije llorando y mirándola a los ojos, ella asintió.
-Está
bien…- dijo en shock.- lo juro… pero…
-Solo llévame
a mi casa…
-Estas
muy afectada ___ no puedes estar sola.
-Necesito
estarlo, por favor solo esta vez…
-Justin…
-Justin
no debe saber nada de esto…- le dije llorando.
-___...
-Lo has
jurado…- le recordé. Ella asintió. Me abrazo y salimos del baño.
Fabiana
me había dejado en casa, mi madre me notó extraña pero le dije que solo no
había descansado bien la noche anterior, me abrazo y me sonrió, fue un poco de
fuerza, aunque al llegar a mi habitación y encerrarme me vi muy afectada.
Fabiana me había entregado mi celular el cual ella siempre había tenido
mientras me recuperaba.
En la
ducha llore durante dos horas, no podía permitir que me rompiera de nuevo, aun
el momento con Justin permanecía en mi mente y pensaba aferrarme a él. Me dolía
el pecho, me dolía demasiado, estaba sufriendo, ya había oscurecido para
entonces cuando salí del baño, eran ya las siete de la noche y me encontraba en
mi cama, enrollada, sin ánimo alguno. Solo mirando a la nada. Mi celular sonó.
-¿Aló?
-Hola
nena, ¿estás bien?- dijo al otro lado de la llamada Justin.
-Si…-
dije cerrando mis ojos para concentrarme en su voz.
-¿Estas
bien?- preguntó nuevamente en alarma.
-Lo
estoy…- dije tratando de sonar más segura.
-¿Qué
sucede? ¿Por qué no has venido a casa? ¿Estas llorando?
-Es solo
que… extrañaba a mi mamá, y me eh conmovido al verla.
-¿Segura?
-Si.- le
dije deseando tenerlo en un lado para abrazarlo.
-¿Puedo
estar tranquilo entonces?
-Puedes
estarlo.
-Debería
ir a verte…
-Deberías
ocuparte un poco de ti…- le dije.
-Tú eres
de lo que me tengo que ocupar…- dijo.
-Sabes
que no me refiero a nada referente a mí…- dije sonriendo un poco.
-Si
bueno, lo chicos me han dicho que tengo cosas por hacer…
-¿Cosas?
¿Qué tipo de cosas?
-No
deberías preguntar tanto
-Me gusta
estar informada…
-Pero no
deberías saber tanto…
-¿Qué
tipo de cosas?
-Negocios…
-Peligrosos…
-Nada es
peligroso para mí…
-¿Seguro?-
pregunté sonriendo.
-Más que
seguro…- aclaró su garganta.
-¿No es
peligroso?- pregunte nuevamente.
-Puedes estar
tranquila…
-Eso me
dice que me debo preocupar.
-No dije
eso.
-No
dijiste que no será peligroso.
-Tampoco
dije que lo fuera.
-Bueno
dime que no es peligroso.
-Debería
descansar, ayer no dormiste casi.
Sonreí,
claro que no había dormido, había estado parte de la noche en algo con él.-
Dime que no es peligroso.- le dije.
-No puedo
decir eso.
-¿Lo es?-
pregunte asustada.
-No, pero
no sé si pueda ponerse…
-Prométeme
que no harás que sea peligroso.
-Prometo
verte mañana después de clases…
-¡Justin!
-Deberías
irte a dormir…
-¿Estarás
bien?
-Tengo
cosas que hacer nena.- dijo rápido. Escuche una voz masculina cerca de él pero
no logre entender lo que dijo.- Descansa, iré por ti después de clases mañana…
-Justin
que pasa…
-Descansa
nena…- dijo y me quede en silencio.- Estaré bien
-Más te
vale que vayas por mí
-Estaré
ahí.- dijo y colgó la llamada. Tragué grueso. Mantuve los ojos cerrados
mientras hacía una oración a Dios para que lo mantuviera con vida.
La puerta
mi cuarto sonó, me levante y la abrí.- Te busca un amigo cariño.- dijo mi
madre, asentí.
-Bajare
en un momento.- dije, ella asintió y se fue, yo tomé mi sobre todo y lo puse
encima de mi pijama, monos y camiseta. Suspiré y salí de mi habitación. Baje
las escaleras y llegue a la sala donde me encontré con…- ¿Laureen?- dije. Él se
dio la vuelta a mirarme mientras colocaba una foto familiar en una pequeña
mesa. La sangre se me congelo.
-Necesito
que vengas conmigo.- me dijo serió.
-¿Para
qué?
-Necesito
decirte algo ___
-No
necesito escucharte.
-No me
obligues a…- suspiró y cerro sus ojos.- No quiero matar a nadie aquí.- dijo con
expresión de piedra. Mire a mi mamá que venía con un vaso de agua. Le sonrió a
Laureen, él le devolvió la sonrisa y me miró, tomo unos sorbos de agua y le entrego
el vaso a mi mamá.- Gracias señora…
-Mamá,
saldré un momento.- me adelante a decir. Él me miró eh hizo una mueca parecida
a una sonrisa.
-¿Todo
está bien?- preguntó mi madre mirándonos a los dos.
-Lo
está.- dije y comencé a caminar hacia afuera de la casa.
-Un
placer señora.- le vi decirle a mi madre mientras le depositaba un beso en la
mano y mientras yo lo esperaba en la puerta.
Él camino
hacia mí y salimos de la casa, cerré la puerta detrás de mí.- Habla.- le dije
deteniéndome.
-No
aquí.- me dijo y me tomó por el brazo llevándome hasta su auto. Me subió y
luego subió él en su lugar.- Deberías actuar mejor.
-¿A dónde
vamos?
-Un
lugar.
-Dime a
donde.
-Ya
sabrás.- me dijo.
Estaba
muriendo. Un par de lágrimas se salieron de mis ojos. Me quede en silencio todo
fue en silencio. No quería pensar el tan solo hecho de que quizás abusaría
nuevamente de mí y aunque quería lanzarme del auto mi cuerpo estaba bloqueado,
estaba inmóvil.
Luego de
un momento el auto se detuvo frente a una pequeña casa oscura. No quedaba duda
de que algo pasaría esta noche, tragué grueso, mis lágrimas salían con rapidez.
Él bajo de auto y me bajo a mí. Me llevo arrastras hacía la casa mientras le
suplicaba que no me fuera hacer nada.
-¡DEJA DE
LLORAR!- me gritó mientras me tiraba hacia adentro y cerraba la puerta tras él.
-No me
hagas nada por favor.- dije llorando mientras me levantaba de suelo.
-¡CÁLLATE!-
me gritó.
-Por
favor…- dije llorando y tratando de alejarme de él.- Dijiste que había sido un
negocio.- le recordé.- No lo hagas de nuevo…- lloré.
-Cállate…-
repitió, con voz fría.
Lloré en
mi lugar, en silencio, abrazándome a mí misma. Él estuvo en silencio caminando
de un lado a otro. Tomando su cabello, pensando algo.- ¿Me matarás?
Él me
miró.- No.- me respondió.
-Me…
¿abusaras de mi nuevamente?
No
respondió. Me miro en silencio mientras yo solo lloraba.- Deja de llorar…-
comentó. Pero por más que trataba no podía dejar de llorar.- ¡HE DICHO QUE
DEJES DE LLORAR!- me gritó y lloré más. Se acercó a mí.
-¡No!- le
dije.- ¡No por favor!- chillé.
Camine
hacia atrás, hasta chocar contra la pared, él quedo frente a mí.- ¿Dónde está
la chica ruda? ¿Dónde está la chica de antes? La que no me temía, la que no
lloraba, la que era de piedra, la que pensé que no podía derrotar ¡¿DÓNDE
DEMONIOS ESTÁ?!- gritó. Lloré más.- ¡QUE NO LLORES!- me gritó
-Déjame
ir…- le dije llorando.- Te prometo que nadie lo sabe.
-¿Sabes
por qué lo hice?- me dijo. Le miré y negué con un movimiento de cabeza.-
Negocios.-dijo.- Kate.- mencionó. Lo miré. Ella lo había enviado hacerme esto.
Llore más.- Si, la misma Katerinne.- rectifico.- ¡DEJA DE LLORAR QUE ME
FASTIDIA JODER!- me gritó.
-¿Por qué
lo hizo?- le pregunte.
-Ha dicho
que esta con la persona que ella ama, quería darte un regalo por eso.-
comentó.- Ahora… me ha mandado a matarte.- me miro. Lo miré mientras procesaba
la información.
-Dijiste
que no me matarías.- lloré.
-¡ESE ES
EL PROBLEMA!- me gritó mientras yo lloraba sin poder contenerme.- ¿ACASO NO TE
DAS DE CUENTA?- me miró.- ¿NO LO NOTAS?
-¿Qué?
-¡JODER
___!- me gritó.- ¡LO SIENTO!- me gritó.- ¡SIENTO LO QUE HE HECHO!
-No…-
dije sin creerlo.- No puedes…
-¿POR QUÉ
NO?
-¡NO
PUEDES!- le grite y llore.- ¡ERES UN DESGRACIADO!
-Si sabes
que no te matare ¿Por qué lloras?- continué llorando- ¿Dónde está la chica de
antes? ¡LA QUE NO ME TEMÍA!- gritó.- ¡LA QUE NO ME LLORABA NI SUPLICABA! ¡¿DÓNDE
DEMONIOS ESTÁ?!
-¡LA
MATASTE!- le grite llorando.- ¡LA MATASTE ESA NOCHE EN ESE DEPOSITO
ABANDONADO!- le grite con el alma mientras lloraba. Él permaneció en silencio.-
ME HAS MATADO.- dije en voz alta.- ASÍ QUE NO PUEDES SENTIRTE MAL.- reí.- ¿ERES
INCRÉDULO? ¿CÓMO PUDISTE HACERLO?
-___...
-ERES UN
ANIMAL. UN DESGRACIADO…- le dije.- ¡NO TIENES SENTIMIENTOS NI CORAZÓN!
-¡CÁLLATE!-
dijo sacando su arma de su espalda y apuntándome.
-HAZLO.-
dije aun con algunas lágrimas recorriendo mi mejilla.
-DIJISTE
QUE EH MATADO A ESA CHICA…- me dijo un poco aturdido por mi conducta.
-Lo has
hecho, por eso ahora no me interesa.
-¡CÁLLATE!
-¡MÁTAME!
¡HAZME EL FAVOR Y TERMINA CON ESTO QUE SIENTO DE UNA VEZ!- le grite.
-___...
-Hazlo.-
le dije tomando su arma y poniéndola en mi frente- ¡HAZLO!- le grité mientras
lloraba.
Él tenso
su mandíbula movió su dedo sobre su arma. Tragué saliva. Frunció un poco su
ceño…- No puedo…- dijo y bajo su arma.
-¿Qué?-
le mire.
-¡NO
PUEDO JODER!- gritó y subió su arma nuevamente, abrí mis ojos. La bajo al
momento.- ¡JODER ME EH ENAMORADO DE TI!- dijo y se dio la espalda. Cargo su
arma y el sonido de proyectil se escucharon tres veces en el lugar, había
disparado a la nada, a una pared.
Quede
quieta, en mi lugar, las lágrimas dejaban de salir, no podía ser cierto lo que
acababa de escuchar. Lo mire sin entender.- Es imposible.
-No lo
es.- me dijo y se dio la vuelta a mí.- Ahora me arrepiento…- bajo su mirada.-
de verdad lo siento.
Reí
irónicamente. Él me miro sin entender.- ¿Crees que un “lo siento” arreglara
todo?
-No pero…
-¡ME HAS
DESTRUIDO!- le grité.- ¡ME HAS VUELTO NADA! ¡ME HAS JODIDO LA VIDA!
-Detente…-
susurró.
-¡NO!-
grité.- ¡TU ERES UNA BASURA! ANTES DESEABA TU MUERTE PERO AHORA PODRÁS VIVIR
CON TU MALDITA CONCIENCIA COCHINA.- espeté en voz alta.
-___
detente.
-¡ERES UN
A BASURA! ¡VE! ¡VE Y DILE A KATE QUE NO HAS PODIDO MATARME! DILE QUE ERES UNA BASURA
POR ENAMORARTE DE MÍ.
-Detente…-
dijo ahora con vos gruesa.
-¡DILE
QUE LA PERSONA DE LA QUE ESTAS ENAMORADO
TE ODIA PORQUE LA HAS MATADO!- dije y unas lágrimas recorrieron mi rostro.
-¡DETENTE!-
me gritó mientras me tomaba por el cuello apretándome un poco y pegada a la
pared.
-No…- le
dije mirándole a los ojos.- ¿Tu lo hiciste?- le pregunte, él dejo de apretar un
poco.- No lo hiciste.- le dije.- ¡NO TE DETUVISTE CUANDO TE LO PEDÍ!- le grite
y le di una bofetada, comencé a golpearlo con los puños cerrados, él se mantuvo
quieto.- ¡NO LO HICISTE!- le grité.- ¡NO TE DETUVISTE!- chillé.- ¡NO LO
HICISTE!- caí al suelo llorando.
-___...-
tocó mis hombros.
-¡NO ME
TOQUES!- le grite.- ¡ME CAUSAS ASCO!- grite.
-¿Qué
puedo hacer para que esto se arregle?
-Devuelve
el tiempo.- le dije mirándolo con odio, seque mis lágrimas y me puse de pie.-
¿No puedes cierto?- sonreí con dolor.- No puedes.- dije con mis puños cerrados.
-___...
-Creo que
hemos hablado todo.- le dije y le pase por un lado.- Llévame a casa.
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