4 jun 2015

CAPITULO 33

¡MOURN STOP! - ¡DEJA DE LLORAR!






-¿Segura de que quieres bajar?- me pregunto Fabiana con cara de pocos amigos.

-Ya te dije que si…- le mire. Y le regale una sonrisa.

-Y sabes lo que dijo Justin…- me comentó y mordió su labio inferior en preocupación.

-Sí, lo sé.- le dije y alcé mis hombros.

-¡Lo dices tan tranquila!- dijo y choco sus manos con el volante del auto. La miré.- Dijo que si te sucedía algo, lo más mínimo, me mataría, a mí, ¿escuchaste? ¡A MI!- dijo histérica.

-No te hará nada.- le dije relajada, pero en realidad por dentro estaba pensando en cómo enfrentarme a todo lo que estaba por suceder.

-¿Qué me asegura a mí eso?

-El hecho de que no me pasara nada.- le dije sería.- Basta de preocuparte como si fuera una bebe comenzando a caminar.- le dije, me miró sorprendida- No me ayudas con nada manteniéndome en el lugar del que quiero salir. ¡Si no hago esto no lo superaré nunca!- le dije y baje del auto cerrando la puerta tras de mí. Camine con prisa hacía dentro de la universidad.

Al llegar adentro, muchos sostuvieron su mirada en mí, me comencé a encoger ¿ellos sabían todo? O quizás solo eran ideas mías, suspiré y los ignore, camine por el largo pasillo sin fijarme si Fabiana venía o no tras de mí.

-¡___!- gritaron mi nombre y me sobresalte. Me detuve y gire a ver, era Kyle, le di una media sonrisa.- Estas bien…- me dijo llegando a mí y rodeándome con sus brazos. Depositó un beso en mi cabeza y me sujeto un poco más, solo por un momento, luego se separó de mí y me miro.- ¿Lo estás?- me preguntó. Asentí.- ¿Segura? Estaba que me moría sin saber nada de ti… como no supe a donde buscarte, y a tu casa pero tu mamá me dijo que estabas en casa de tu amiga, así que por más que pregunté no supe donde, ¿estás bien?

-Hey…- dije en forma de saludo en un suspiro.- Eh si.- le miré.- estaba algo así como en un retiro.- sonreí.

-Me alegra que estés bien.- me miró con sus ojos dulces.- te eh extrañado.- dijo y me envolvió nuevamente entre sus brazos. Sonreí.

-¿Cómo has estado tú?- Le pregunte.

-Preocupado, tratando de averiguar sobre el desgraciado que te hizo eso…- me dijo tensando su mandíbula.

-¿Qué?- le mire con pánico.- ¿Cómo así? ¿Qué se supone que has averiguado?

-___ quiero encontrar ese desgraciado y hacerlo pagar por lo que te ha hecho.- me comentó. Sonreí.- ¿Qué se te hace gracioso?

-Si lo consigues… ¿Cómo lo harías pagar? Ni siquiera tienes un arma, ni nada…- le miré. Él se quedó callado.

-Pero encontraría la manera…- dijo luego de un momento.

-Nunca sabrás quien es…- le dije con medía sonrisa.

-¿Lo estás cubriendo?- preguntó con su ceño fruncido.

Una aclaración de garganta me hizo girar y se encontraba Fabiana.- Vamos a clases.- me dijo, asentí, ella permanecía allí de brazos cruzados.

-Nos vemos luego…- le dije a Kyle, le abrace y me fui con Fabiana, agradeciendo a Dios que hubiese llegado ella.

-___...- dijo cuando íbamos camino al aula.- creo que tenemos una conversación pendiente…

-Yo creo que no…- le dije entrando al aula y sentándome en mi lugar en silencio.




Las clases habían pasado. Estábamos en la última, eran las cinco de la tarde casi seis y la clase estaba por terminar, había bebido mucho refresco en los momentos libres así que mi vejiga no daba para más.- Voy al baño, te espero afuera.- le dije a Fabiana mientras me levantaba para salir antes que los demás. Fabiana ahora se había convertido en mi sombra con miedo de que me sucediera algo.

La universidad ya estaba un poco sola, era tarde, suspiré y camine por los pasillos, fui hasta mi casillero para sacar las cosas y guardarlas en mi bolso, luego fui rápidamente hasta el baño y entre, estaba solo, para mi fortuna, entre a uno de los cubículos y pase el pequeño seguro. Baje mis pantalones y me senté en el inodoro, tamboreé mis dedos mientras vaciaba mi vejiga, luego me limpie y subí mis pantalones, hale la cuerdita del agua, tome mi bolso del suelo y escuche un ruido afuera.

-Te dije que me esperaras afuera.- dije terminando de arreglarme. Suspire y quite el seguro y salí del cubículo.

-No podía esperar para verte.- dijo la voz masculina que me dejo fría al instante. Abrí mis ojos quieta en mi lugar, tragué saliva. Levante mi rostro lentamente, para encontrarme con la imagen de Laureen frente a mi.- Definitivamente extrañaba verte.- dijo con una sonrisa en sus labios. Di unos pasos hacia atrás para que no se acercara a mí.- No me tengas miedo nena, la última vez la pasamos muy bien…- dijo humedeciendo sus labios.

-No te me acerques…- le dije con la voz temblándome.- Por favor no te me acerques.

-¿Por qué tan asustada linda?

-Laureen no lo hagas…- dije estirando mi brazo y poniendo mi mano en su pecho para detenerlo. Las lágrimas habían comenzado a salir. Él se quedó allí, quieto, sin hacer o decir nada, solo mirando mi mano plasmada en su pecho. Comencé a temblar.

-No llores.- dijo sin mirarme. Pero llore más.- ¡QUE NO LO HAGAS, JODER!- gritó y brinque en mi lugar.- ¿Dónde está la chica de antes? La que no me temía, la que no lloraba, la que era de piedra, la que pensé que no podía derrotar ¡¿DÓNDE DEMONIOS ESTÁ?!- dijo entre diente para no gritar. Se acercó a mí mi mano no lo detuvo, me volví débil, su respiración ahora chocaba en mi mejilla. Yo me encontraba entre la pared y él sus manos estaban a ambos lados de mí, mientras yo estaba allí, temblando, indefensa, cerré mis ojos, quería hacer de esto una pesadilla y no una realidad.- ¿Dónde está?- me pregunto al oído.

-¡___!- se escuchó en voz alta. Laureen se dio la vuelta, había llegado Fabiana, mi cuerpo estaba temblando y mis lágrimas no se detenían, Laureen si decir nada golpeó la pared a un lado de mí y se fue. Fabiana me miro.- ¿Es-estás bien?- me preguntó mirándome completamente. Camino hacia mí y yo me lance en sus brazos, la abracé, había sido mi salvación. Llore en su hombro.- ¿Qué te hizo ese desgraciado?- me preguntó un poco asustada, no le respondí. Ella se separó de mí y le mire.- Espera…- abrió sus ojos, me miró un momento.- ___...- me miro y abrió aún más sus ojos.- Él…- asentí antes de que dijera otra cosa. Ella no dijo nada tapó su boca y miro atrás por donde Laureen se había ido para luego mirarme a mí.

-No digas nada por favor.- dije llorando.

-Pero ___...

-Júrame que no dirás nada…- le dije tomándole las manos.- No digas nada.- lloré.

-Pero como has podido…

-Me matará si alguien se entera…- lloré.- No digas nada Fabiana, por favor.

-Pero… ___...

-Júrame que no dirás nada…- le dije llorando y mirándola a los ojos, ella asintió.

-Está bien…- dijo en shock.- lo juro… pero…
-Solo llévame a mi casa…

-Estas muy afectada ___ no puedes estar sola.

-Necesito estarlo, por favor solo esta vez…

-Justin…

-Justin no debe saber nada de esto…- le dije llorando.

-___...

-Lo has jurado…- le recordé. Ella asintió. Me abrazo y salimos del baño.


Fabiana me había dejado en casa, mi madre me notó extraña pero le dije que solo no había descansado bien la noche anterior, me abrazo y me sonrió, fue un poco de fuerza, aunque al llegar a mi habitación y encerrarme me vi muy afectada. Fabiana me había entregado mi celular el cual ella siempre había tenido mientras me recuperaba.

En la ducha llore durante dos horas, no podía permitir que me rompiera de nuevo, aun el momento con Justin permanecía en mi mente y pensaba aferrarme a él. Me dolía el pecho, me dolía demasiado, estaba sufriendo, ya había oscurecido para entonces cuando salí del baño, eran ya las siete de la noche y me encontraba en mi cama, enrollada, sin ánimo alguno. Solo mirando a la nada. Mi celular sonó.

-¿Aló?

-Hola nena, ¿estás bien?- dijo al otro lado de la llamada Justin.

-Si…- dije cerrando mis ojos para concentrarme en su voz.

-¿Estas bien?- preguntó nuevamente en alarma.

-Lo estoy…- dije tratando de sonar más segura.

-¿Qué sucede? ¿Por qué no has venido a casa? ¿Estas llorando?

-Es solo que… extrañaba a mi mamá, y me eh conmovido al verla.

-¿Segura?

-Si.- le dije deseando tenerlo en un lado para abrazarlo.

-¿Puedo estar tranquilo entonces?

-Puedes estarlo.
-Debería ir a verte…

-Deberías ocuparte un poco de ti…- le dije.

-Tú eres de lo que me tengo que ocupar…- dijo.

-Sabes que no me refiero a nada referente a mí…- dije sonriendo un poco.

-Si bueno, lo chicos me han dicho que tengo cosas por hacer…

-¿Cosas? ¿Qué tipo de cosas?

-No deberías preguntar tanto

-Me gusta estar informada…

-Pero no deberías saber tanto…

-¿Qué tipo de cosas?

-Negocios…

-Peligrosos…

-Nada es peligroso para mí…

-¿Seguro?- pregunté sonriendo.

-Más que seguro…- aclaró su garganta.

-¿No es peligroso?- pregunte nuevamente.

-Puedes estar tranquila…

-Eso me dice que me debo preocupar.

-No dije eso.

-No dijiste que no será peligroso.

-Tampoco dije que lo fuera.

-Bueno dime que no es peligroso.

-Debería descansar, ayer no dormiste casi.

Sonreí, claro que no había dormido, había estado parte de la noche en algo con él.- Dime que no es peligroso.- le dije.

-No puedo decir eso.

-¿Lo es?- pregunte asustada.

-No, pero no sé si pueda ponerse…

-Prométeme que no harás que sea peligroso.

-Prometo verte mañana después de clases…

-¡Justin!

-Deberías irte a dormir…

-¿Estarás bien?

-Tengo cosas que hacer nena.- dijo rápido. Escuche una voz masculina cerca de él pero no logre entender lo que dijo.- Descansa, iré por ti después de clases mañana…

-Justin que pasa…

-Descansa nena…- dijo y me quede en silencio.- Estaré bien

-Más te vale que vayas por mí

-Estaré ahí.- dijo y colgó la llamada. Tragué grueso. Mantuve los ojos cerrados mientras hacía una oración a Dios para que lo mantuviera con vida.

La puerta mi cuarto sonó, me levante y la abrí.- Te busca un amigo cariño.- dijo mi madre, asentí.

-Bajare en un momento.- dije, ella asintió y se fue, yo tomé mi sobre todo y lo puse encima de mi pijama, monos y camiseta. Suspiré y salí de mi habitación. Baje las escaleras y llegue a la sala donde me encontré con…- ¿Laureen?- dije. Él se dio la vuelta a mirarme mientras colocaba una foto familiar en una pequeña mesa. La sangre se me congelo.

-Necesito que vengas conmigo.- me dijo serió.

-¿Para qué?

-Necesito decirte algo ___

-No necesito escucharte.

-No me obligues a…- suspiró y cerro sus ojos.- No quiero matar a nadie aquí.- dijo con expresión de piedra. Mire a mi mamá que venía con un vaso de agua. Le sonrió a Laureen, él le devolvió la sonrisa y me miró, tomo unos sorbos de agua y le entrego el vaso a mi mamá.- Gracias señora…

-Mamá, saldré un momento.- me adelante a decir. Él me miró eh hizo una mueca parecida a una sonrisa.

-¿Todo está bien?- preguntó mi madre mirándonos a los dos.

-Lo está.- dije y comencé a caminar hacia afuera de la casa.

-Un placer señora.- le vi decirle a mi madre mientras le depositaba un beso en la mano y mientras yo lo esperaba en la puerta.

Él camino hacia mí y salimos de la casa, cerré la puerta detrás de mí.- Habla.- le dije deteniéndome.

-No aquí.- me dijo y me tomó por el brazo llevándome hasta su auto. Me subió y luego subió él en su lugar.- Deberías actuar mejor.

-¿A dónde vamos?

-Un lugar.

-Dime a donde.

-Ya sabrás.- me dijo.

Estaba muriendo. Un par de lágrimas se salieron de mis ojos. Me quede en silencio todo fue en silencio. No quería pensar el tan solo hecho de que quizás abusaría nuevamente de mí y aunque quería lanzarme del auto mi cuerpo estaba bloqueado, estaba inmóvil.

Luego de un momento el auto se detuvo frente a una pequeña casa oscura. No quedaba duda de que algo pasaría esta noche, tragué grueso, mis lágrimas salían con rapidez. Él bajo de auto y me bajo a mí. Me llevo arrastras hacía la casa mientras le suplicaba que no me fuera hacer nada.

-¡DEJA DE LLORAR!- me gritó mientras me tiraba hacia adentro y cerraba la puerta tras él.

-No me hagas nada por favor.- dije llorando mientras me levantaba de suelo.

-¡CÁLLATE!- me gritó.

-Por favor…- dije llorando y tratando de alejarme de él.- Dijiste que había sido un negocio.- le recordé.- No lo hagas de nuevo…- lloré.

-Cállate…- repitió, con voz fría.

Lloré en mi lugar, en silencio, abrazándome a mí misma. Él estuvo en silencio caminando de un lado a otro. Tomando su cabello, pensando algo.- ¿Me matarás?

Él me miró.- No.- me respondió.

-Me… ¿abusaras de mi nuevamente?

No respondió. Me miro en silencio mientras yo solo lloraba.- Deja de llorar…- comentó. Pero por más que trataba no podía dejar de llorar.- ¡HE DICHO QUE DEJES DE LLORAR!- me gritó y lloré más. Se acercó a mí.

-¡No!- le dije.- ¡No por favor!- chillé.

Camine hacia atrás, hasta chocar contra la pared, él quedo frente a mí.- ¿Dónde está la chica ruda? ¿Dónde está la chica de antes? La que no me temía, la que no lloraba, la que era de piedra, la que pensé que no podía derrotar ¡¿DÓNDE DEMONIOS ESTÁ?!- gritó. Lloré más.- ¡QUE NO LLORES!- me gritó

-Déjame ir…- le dije llorando.- Te prometo que nadie lo sabe.

-¿Sabes por qué lo hice?- me dijo. Le miré y negué con un movimiento de cabeza.- Negocios.-dijo.- Kate.- mencionó. Lo miré. Ella lo había enviado hacerme esto. Llore más.- Si, la misma Katerinne.- rectifico.- ¡DEJA DE LLORAR QUE ME FASTIDIA JODER!- me gritó.

-¿Por qué lo hizo?- le pregunte.

-Ha dicho que esta con la persona que ella ama, quería darte un regalo por eso.- comentó.- Ahora… me ha mandado a matarte.- me miro. Lo miré mientras procesaba la información.

-Dijiste que no me matarías.- lloré.

-¡ESE ES EL PROBLEMA!- me gritó mientras yo lloraba sin poder contenerme.- ¿ACASO NO TE DAS DE CUENTA?- me miró.- ¿NO LO NOTAS?

-¿Qué?

-¡JODER ___!- me gritó.- ¡LO SIENTO!- me gritó.- ¡SIENTO LO QUE HE HECHO!

-No…- dije sin creerlo.- No puedes…

-¿POR QUÉ NO?

-¡NO PUEDES!- le grite y llore.- ¡ERES UN DESGRACIADO!
-Si sabes que no te matare ¿Por qué lloras?- continué llorando- ¿Dónde está la chica de antes? ¡LA QUE NO ME TEMÍA!- gritó.- ¡LA QUE NO ME LLORABA NI SUPLICABA! ¡¿DÓNDE DEMONIOS ESTÁ?!

-¡LA MATASTE!- le grite llorando.- ¡LA MATASTE ESA NOCHE EN ESE DEPOSITO ABANDONADO!- le grite con el alma mientras lloraba. Él permaneció en silencio.- ME HAS MATADO.- dije en voz alta.- ASÍ QUE NO PUEDES SENTIRTE MAL.- reí.- ¿ERES INCRÉDULO? ¿CÓMO PUDISTE HACERLO?

-___...

-ERES UN ANIMAL. UN DESGRACIADO…- le dije.- ¡NO TIENES SENTIMIENTOS NI CORAZÓN!

-¡CÁLLATE!- dijo sacando su arma de su espalda y apuntándome.

-HAZLO.- dije aun con algunas lágrimas recorriendo mi mejilla.

-DIJISTE QUE EH MATADO A ESA CHICA…- me dijo un poco aturdido por mi conducta.

-Lo has hecho, por eso ahora no me interesa.

-¡CÁLLATE!

-¡MÁTAME! ¡HAZME EL FAVOR Y TERMINA CON ESTO QUE SIENTO DE UNA VEZ!- le grite.

-___...

-Hazlo.- le dije tomando su arma y poniéndola en mi frente- ¡HAZLO!- le grité mientras lloraba.

Él tenso su mandíbula movió su dedo sobre su arma. Tragué saliva. Frunció un poco su ceño…- No puedo…- dijo y bajo su arma.

-¿Qué?- le mire.

-¡NO PUEDO JODER!- gritó y subió su arma nuevamente, abrí mis ojos. La bajo al momento.- ¡JODER ME EH ENAMORADO DE TI!- dijo y se dio la espalda. Cargo su arma y el sonido de proyectil se escucharon tres veces en el lugar, había disparado a la nada, a una pared.

Quede quieta, en mi lugar, las lágrimas dejaban de salir, no podía ser cierto lo que acababa de escuchar. Lo mire sin entender.- Es imposible.

-No lo es.- me dijo y se dio la vuelta a mí.- Ahora me arrepiento…- bajo su mirada.- de verdad lo siento.

Reí irónicamente. Él me miro sin entender.- ¿Crees que un “lo siento” arreglara todo?

-No pero…

-¡ME HAS DESTRUIDO!- le grité.- ¡ME HAS VUELTO NADA! ¡ME HAS JODIDO LA VIDA!

-Detente…- susurró.

-¡NO!- grité.- ¡TU ERES UNA BASURA! ANTES DESEABA TU MUERTE PERO AHORA PODRÁS VIVIR CON TU MALDITA CONCIENCIA COCHINA.- espeté en voz alta.

-___ detente.

-¡ERES UN A BASURA! ¡VE! ¡VE Y DILE A KATE QUE NO HAS PODIDO MATARME! DILE QUE ERES UNA BASURA POR ENAMORARTE DE MÍ.

-Detente…- dijo ahora con vos gruesa.

-¡DILE QUE LA PERSONA  DE LA QUE ESTAS ENAMORADO TE ODIA PORQUE LA HAS MATADO!- dije y unas lágrimas recorrieron mi rostro.

-¡DETENTE!- me gritó mientras me tomaba por el cuello apretándome un poco y pegada a la pared.

-No…- le dije mirándole a los ojos.- ¿Tu lo hiciste?- le pregunte, él dejo de apretar un poco.- No lo hiciste.- le dije.- ¡NO TE DETUVISTE CUANDO TE LO PEDÍ!- le grite y le di una bofetada, comencé a golpearlo con los puños cerrados, él se mantuvo quieto.- ¡NO LO HICISTE!- le grité.- ¡NO TE DETUVISTE!- chillé.- ¡NO LO HICISTE!- caí al suelo llorando.

-___...- tocó mis hombros.

-¡NO ME TOQUES!- le grite.- ¡ME CAUSAS ASCO!- grite.

-¿Qué puedo hacer para que esto se arregle?

-Devuelve el tiempo.- le dije mirándolo con odio, seque mis lágrimas y me puse de pie.- ¿No puedes cierto?- sonreí con dolor.- No puedes.- dije con mis puños cerrados.

-___...


-Creo que hemos hablado todo.- le dije y le pase por un lado.- Llévame a casa.

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