HATE - ODIO.
-¿Ey?
¿___?- me llamó Kyle.- Ha llegado Fabiola por ti…- me susurró. Asentí.
Salí de
la habitación y baje las escaleras de madera hasta llegar a la sala, Kyle venía
tras de mí, me di la vuelta y antes de que pudiera llegar a la puerta le
detuve.- Creo que es mejor que no te vea…- le miré, él me miro sin entender.-
Creo que ella, no te tiene suficiente confianza y no quiero que confunda las
cosas.- él asintió con sus ojos abierto, tan expresivos, me dieron ganas de
abrazarle y quedarme con él, donde por alguna razón me sentía protegida.
Me
despedí de él con un pequeño abrazo y él se hizo a un lado ocultándose de la
vista de la puerta, sonreí a medía y termine de llegar a la puerta, la abrí con
el rostro en dirección al suelo. Cerré rápidamente, ella se encontraba allí
afuera con sus brazos cruzados por el frió. Me di la vuelta quedando frente a
ella, ella inclino un poco la cabeza hacia un lado para verme y frunció su ceño.
Camine
hacia ella mirando el suelo y encogida dentro de lo que antes era mi suéter.
-¿___?- pregunto. Ya casi llegaba a ella, así que levante mi rostro golpeado y
le sonreí un poco encogiéndome de hombros. Sus ojos se abrieron.- ¡JESUSCRISTO!
¡___! ¿QUÉ TE HA SUCEDIDO?- dijo gritando y moviéndose rápidamente hacía mí
mientras lloraba. Me encogí más de hombros.-___
¿QUE TE HA SUCEDIDO?- me preguntó llorando, comencé a llorar y la
abrace.- OH DIOS MIO.- lloró mientras me abrazaba. Me aferré a ella tanto como
quería aferrarme al rayito de luz que entraba por el hoyuelo del techo de aquel
almacén, me aferre a ella como si no tuviera a nadie más. El miedo había vuelto
a mí, como si lo estuviera viendo a él frente a mí.- DIME QUE TE SUCEDIÓ.- dijo
aun abrazándome. No respondí continué llorando, me había guardado todo frente a
Kyle, necesitaba llorar, mostrarme débil.- Llamaré a la policía.- comentó.
-¡NO,
NO!- le dije y me separe de ella.- Solo llévame a casa…- la miré.
-___
¡MIRA COMO ESTAS!- dijo con lágrimas en sus mejillas.
-Por
favor llévame a casa…- le dije abrazándome a mí misma.
Ella se
quedó un momento tomando aire por la boca, me miró y seco sus lágrimas.- Bien,
vamos.- me dijo y me abrazó llevándome hasta el lugar del copiloto, cerró la
puerta y se subió al auto, lo encendió y lo puso en marcha.- Dime, ¿te sucedió
todo eso en esa casa?
-No, no.-
dije y me adentre en el asiento queriendo desaparecer.- Allí vive alguien que
me ayudo…- cerré mis ojos, pero las imágenes venían a mi mente así que solo mire
el pavimento que comenzaba a humedecerse por la lluvia.
-___...-
dijo mientras secaba con el dorso de su mano su mejilla.- que mierda ha
sucedido…- lloró nuevamente pero se contenía porque iba conduciendo.
-Vamos a
tu casa.- le dije.- No puedo llegar a que mi madre así.- ella me miró y asintió
aun con dolor.- Estoy bien…- fingí una sonrisa y me encogí de hombros.- No es
nada de otro mundo.- baje la mirada. Mordí mi labio sin querer llorar más.
Respiré profundamente y mire hacia adelante…
-¿Me contaras
lo sucedido?- preguntó ella como si no quisiera saber. Asentí. Ella manejo con
cuidado hasta llegar a su casa, estaciono el auto en el aparcamiento y bajamos,
entramos por la puerta de atrás y fuimos inmediatamente a su habitación, me
senté en la cama y la miré, ella aún tenía sus ojos humedecidos.
Sequé mi
mejilla y le miré. Le sonreí un poco, se veía chistoso que llorara por tan solo
verme así.-No te rías, no le veo gracia a esto.- dijo a lo que parecía estar
molesta. Baje la mirada quitando la sonrisa de mi rostro.
-Han
abusado de mí.- no la miré, pero de reflejo vi que no se mutó, se quedó quieta,
como si fuera un monumento.
-___...-
dijo en un susurró, seguidamente tapo su boca y rompió en llanto. Baje la
mirada, no quería llorar, no ganaba nada con llorar.
Luego de
un momento todo lo que hizo fue correr hacía mí y abrazarme, por supuesto que
lloré, necesitaba sacar eso de mí. Necesitaba desahogarme un poco.
-Llamaré
a la policía.- dijo de repente.
-¿QUÉ?-
dije y de inmediato deje de llorar.- No puedes hacer eso, no lo harás, ¿okey?-
le miré.
-¡¿POR
QUÉ NO?!
-¡Porqué
me matarán si digo algo!- le dije y tape mi cara comenzando a llorar.
-¡Pues no
puedo quedarme de brazos cruzados mientras te veo así!
-¡Pues
entonces me voy!- me levante de la cama y salí de la habitación. Baje las
escaleras y tomé mi celular. Busque mis contactos y visualice Kyle, marqué para
llamar y camine con prisa. Contestó.- Por favor ven buscarme.- dije sin siquiera dejarle hablar y
dicte la dirección mientras lloraba. Colgué la llamada inmediatamente.
-¡___!
¡EY! ¡ESPERA!- dijo Fabi mientras venía tras de mi con un poco de prisa.
-No
puedes mantenerte callada mientras me vez, pues me voy para que se te pase.- me
di la vuelta para mirarle.- Pues nos veremos luego.- dije y continué caminando.
-Si te
han amenazado de muerte ¿por qué irte a la calle arriesgándote nuevamente?
-¡PORQUE
YA NO TENGO NADA QUE PERDER!- le grité y rompí en llanto.- Mi poca dignidad la
eh perdido.- comenté.- No es nada fácil esto y aun así estoy aquí en vez de
estar en un acantilado tratando de quitarme la vida.- sequé mis lágrimas.
-¿QUIÉN?-
pronunció llorando calmadamente.
-¿Quién
qué?- dije frunciendo un poco mi ceño.
-¿Quién
te hizo esto?- me preguntó.
-No lo
sé.- baje la mirada.
-Por
supuesto que lo sabes…- susurro animándome a que le dijera.
-Es…-
unas llantas de un auto se escucharon chillar sobre el asfalto. Nos dimos la
vuelta ya que nos encontrábamos frente a su casa. Un auto deportivo se detuvo
en seco e inmediatamente se bajó un chico. Entrecerré mis ojos para enfocar la
vista y ver a…
-¿Quién
es ese?- me preguntó Fabi al ver al chico dirigirse con rapidez hacia nosotras.
-¿Qué
sucede?- dijo preocupado y mirándonos. Escaneó a Fabiola con la mirada y luego
la posó sobre mí.
-Ry-Ryan.-
logré decir.- ¿qué haces aquí?
-Me has
llamado. ¿Estás bien? ¿Qué te sucedió?- me pregunto, tome la orilla del suéter
y la cerré más.
-Ryan…-
susurró Fabiola para sí misma sin que él lograra escucharla. Ella sabía quién
era.
-Yo…-
dije confundida, se suponía que había llamado era a Kyle.
-¿QUÉ TE
SUCEDIÓ?- preguntó por segunda vez y esta vez obligándome con su voz a querer
decirle. Negué con la cabeza y baje la mirada.- Dime ___.- tragué saliva.
-Tuvo un
accidente.- dijo Fabiola a mi rescate.
-¿Qué
clase de accidente?- preguntó, un silencio se hizo entre nosotras.- ¡___!- me
llamó y brinque en mi lugar.
-Eh
tenido un accidente, solo eso.- dije sin mirarlo.
Él quitó
mis brazos los cuales yo tenía cruzados frente a mí. Rápidamente abrió el
suéter viéndome en brasier y el cuerpo marcado, lo cerró inmediatamente y me
levanto la cara.- ¿Quién fue el desgraciado que te hizo esto?- me preguntó con
su mandíbula tensa.
-No es
nada.- trate de bajar mi rostro mientras acomodaba mi suéter.
-¡DIME!
-Abusaron
de mí…- susurré más para mí misma que para él.
-¡MALDICIÓN!-
gritó y Fabiola y yo brincamos en nuestros lugares. Él tomo su cabello en forma
de desesperación. Yo comencé a llorar y Fabiola también.- ___...- dijo con voz
más relajada…- Linda…- tomó mi mentón.- Dime… dime quien te hizo esto…- dijo
con voz suave.
Lo abrace
y comencé a llorar. Él me abrazó, su pecho era tan cálido, necesitaba sentirme
protegida.- Llévame a un lugar seguro por favor.- dije llorando.
-Le
avisare a Justin…- comentó.
-¡NO!-
dije y me separé rápidamente de él.- No puedes.- le dije.- Él no debe saber.-
sequé mis mejillas pero las lágrimas continuaban saliendo.- no debes decirle…
por favor.- dije queriendo llorar más.
-___
necesito que…
-Por
favor…- le repetí.- Soló llévame a un lugar seguro…- lloré.
Él
asintió. Me rodeó con su brazo y me llevo a su lado hasta el auto, abrió la
puerta de atrás y subí, él continuó detenido allí le mire un poco y le vi
hacerle una señal a Fabiola, la cual corrió hasta la puerta de la casa, entro,
y luego salió cerrando la puerta tras ella y caminando al auto rápidamente para
subirse, él cerró la puerta y rodeó el auto para subirse en su lugar
correspondido.
Aceleró y
puso en marcha al auto.- Trata de dormir…- me comentó Fabiola que iba a mi lado
y acarició mi cabello cuando acomode mi cabeza encima de sus piernas.- Te
avisare cuando lleguemos.- Asentí. Cerré los ojos haciendo que salieran otras
lágrimas… ella acarició mi cabello, era difícil dormirme si cada vez que
cerraba los ojos le veía a él abusando de mí.
Entre a
la casa, era la casa de los chicos, me sentía un poco asustada, había sido
abusada, otro hombre me había hecho de él y Justin lo sabría, me odiaría,
comencé a llorar, de las escaleras aparecieron los chicos, ellos me miraban
sorprendidos, Justin no estaba, Ryan estaba un poco separado de mí y a su lado
se encontraba Fabiola, me sentía en algo como un JUCIO, ¿me iban a juzgar? ¿Qué
me iban a decir?
Deje de
mirarles, pero solo fue por un momento hasta ver que se movieron, lleve la
mirada hacia ellos, ellos se habrían paso, si, entre ellos salía Justin, serio,
su mandíbula tensa, mirándome con… no sé cómo definirlo, me miraba con asco,
con rabia, con odio, con todo lo referente a eso, y yo, me sentía mal, quería
explicarle lo que había sucedido, pero nada, nada me lo permitía, las voces no
salían de mi boca, solo la respiración.
-¿Cómo
pudiste?- pronunció con asco mirándome por encima de mí. Sin siquiera darme una
mirada normal.
-Jus…
Justin
-Eres una
perra.- dijo, está vez sin mirarme, me odiaba.- Lárgate de este lugar.
-No fue
mi culpa…
-Todas
dicen eso.
-Just…
-¡LARGATE!-
me gritó y se dio la vuelta.- Antes de mañana la quiero fuera de esta casa, no
la quiero ver jamás, ¿entendido?- dijo
mientras pasaba por donde se encontraban los chicos y ellos asentían dándole
paso para que subiera las escaleras.
Me había
juzgado sin saber… me ha creído una perra, me ha creído lo peor… me paralice,
era algo absurdo, era estúpido, era inútil. Y si, en parte me sentí como una
maldita perra. Yo debía de haber sido solo de él. De él y de nadie más.
Respire
profundamente levantándome de golpe, quede sentada y un dolor de cabeza me
acompañaba esta vez. Respire agitadamente mirando a mis lados, logre enfocar la
mirada y vi a Fabi. Me relaje, solo había sido un sueño.
-¿Estas
bien? Te estaba llamando para decirte que ya hemos llegado…- comento en voz
baja, estábamos dentro del auto, en un aparcamiento, Ryan se encontraba afuera
mientras abría la puerta. Asentí.- Estas sudando…- me miro un poco preocupada y
toco mi frente.- Por Dios ___ estas ardiendo en fiebre…
-Estoy
bien…- le comenté.- No es nada.- Claro que no era nada, no era nada comparado
con que abusaran de ti.
-¿Listas?-
preguntó Ryan, asentí y baje del auto, seguido de mi lo hizo Fabiola.- ¿Estas
bien?- me preguntó, asentí con la mirada baja.- Eres fuerte.- dijo poniendo su
mano en mi hombro dándome fuerzas, estuve a punto de caer de rodillas. Tragué
saliva y entramos por la puerta de la casa que estaba allí en el aparcamiento.
No puede
ser. Me detuve de inmediato. Estaba en la casa de los chicos.- ¿Por qué me has
traído acá?- le miré.- Te dije que no se lo dijeras a Justin.- comencé a
preocuparme más de lo debido y comencé a temblar, a llorar.
-Este es
el lugar más seguro que eh encontrado ___.- me dijo.- Debes entender que solo
quiero el bien para ti.- lloré.- Los chicos y yo nos encargaremos de cuidarte…
-Te dije
que no quería que le dijeras.- lloré.
-Lo
siento linda, pero él debe saberlo.- me levanto la cara.- Estaré siempre
contigo, ¿okey? Te cuidare de todo como si fuese el mismísimo Justin.- apreté
mis labios debía ser fuerte como él lo había dicho, tenía que serlo, asentí.
Camine
junto a Fabiola tras él, como si no conociera nada, en verdad no quería estar
allí, no quería que Justin se enterara de nada. Pero allí estaba, con fiebre,
dolor de cabeza, y asumiendo que debía pasar esto. En algún momento. Sentía
pánico, no quería que él reaccionara de la misma manera que en el sueño. No
podía dejar de tragar grueso, me encontraba demasiado nerviosa como para
estarme tan quieta.
Nos
detuvimos en la sala, los chicos se escuchaban en la cocina. Ryan me miro y
asintió, dejándome claro que iría por ellos. Me abracé a mí misma frotando mis
brazos dándome fuerza, le vi comenzar a caminar y me di la vuelta para mirar a
Fabi. Ella estaba igual de preocupada y asustada que yo.
-Sácame
de acá por favor…- le dije.
-___ lo
siento…- me dijo triste.- Pero acá estas a salvo…
-No me
querrá.- le miré.- Lo eh visto en mis sueños, él me aborrecerá por haber sido
de otro hombre.
-Él debe
entender.- me dijo en un susurró, si, estábamos hablando en susurros.- Se
fuerte.- puso su mano en mi hombro.- Pase lo que pase estarás bien y él
entenderá.- me miro a los ojos, se veía una pequeña luz de tranquilidad en
ellos, pero no, yo no podía estar tranquila. Apreté mis labios, necesitaba
salir de esta casa, no podía quedarme ahí sabiendo que Justin me aborrecerá.
*JUSTIN*
Estaba
hablando con los chicos sonriendo.- Tu hermana me tomo el celular.- le dije a
Khalil.- Y entonces… creo que estaba llamando a ___ o ella había llamado, los
testículos se me subieron a la garganta de los nervios.- los chicos rieron junto a mí.
-Quien
iba a decir que Bieber estaría nervioso por unas chicas.- comentó Christian.
-Es que
___ no es cualquier chica…- sonreí.- Además Embel… ella…- me contuve de decir
lo sexy que era frente a Khalil quien estaba serio porque hablábamos de su
hermana.
-Embel
está buena.- Comentó Chaz. Reímos cuando Khalil le dio una mirada furiosa.
-¡Dejen
de joder!- dijo ya serió. Los chicos y yo reímos.
-Y ni
hablar de lo buena que es en…
-Lo dices
y te mató.- me miro molesto. Reí.
-¿En la
cama?- preguntó Christian para enfurecerlo más. Contuve mi risa al verle
ponerse rígido.
-Ya, está
bien.- dije, había escuchado el auto de Ryan llegar quien nos había dejado tan
repentinamente.- Khalil…- lo miré, me miro furioso.- Solo fui por el envió…-
sonreí.- Nada que ver con tu hermana…- le envié un beso haciendo que negara con
un movimiento de cabeza y los chicos rieran nuevamente.- Pero.- le dije.- Ahora
debo ver cómo le explico a ___ todo eso.- di un suspiró, los chicos se rieron
de mí y Khalil les acompaño.
Ryan
entro por la puerta de la cocina, rígido, rojo, eso me preocupada, pocas cosas
lo ponían a él de esta manera, todos lo notamos, nos dejamos de reír y le
mire.- ¿Qué te ha sucedido broth?- le pregunte palmeándole en hombro.
-Justin…-
tragó grueso, comenzaba a preocuparme.- Debes tomar las cosas con calma ¿vale?
-¿A qué
te refieres?- le mire de arriba abajo.- Di lo que tienes que decir.
-Si
broth, dilo.- dijo Khalil.
Le vi dar
un suspiro y mirarme preparado para decir algo.- Es algo difícil, pero, bueno
está bien…
-¿De qué
hablas?- me preocupe.- Dilo de una buena vez.
-Es ___.-
comentó. El corazón se me detuvo, toda la habitación se quedó en silencio.
Sentí que mis piernas flaquearon mientras la sangre comenzaba a burbujearme.
-¿Qué es?
¿Qué le paso? ¿Dónde está? ¡DIME!- le dije.
-Abusaron
de ella…- me miró.- Justin debes tomarlo con calma.- tense mi mandíbula, cerré
mis manos en puños...- Esta en la sala…
No dije
nada, le fui a pasar por un lado cuando se atravesó en mi camino.- ¡QUITATE!-
le dije o más bien le grite, él tenía sus manos en alto.
-Detente,
debes pensar las cosas y tomarlo con calma.- me dijo, no lo escuche, lo hice a
un lado y salí de la cocina dirigiéndome a la sala. La vi detenida allí, los
chicos detrás de mí y Ryan se colocó nuevamente delante de mí- Debes calmarte.-
me dijo, lo aparte.
*___.*
Estaba de
frente a Fabiola, le mire preocupada, se escuchaban algunos murmullos en la
cocina, ella empalideció un poco mirando tras de mí y lo supe, estaba allí. Él
estaba allí. Cerré mis ojos y contuve la respiración.- Debes calmarte.- escuche
a Ryan decir. ¿Él me odiaba? ¿Qué iba hacer él?
Me di la
vuelta poco a poco, para verle, mi respiración lenta, Ryan tras de él, los
chicos mirando la escena preocupados. Levante la mirada para verle mejor.
Justin dio tres pasos y se detuvo al instante que me vio completamente. Trague
saliva.
-___.-
susurró para sí mismo pero logré leerle los labios. Mantuve mis brazos frente a
mí, sosteniendo mi suéter roto. Una repentina lágrima recorrió mi mejilla.
Parpadeé mirándolo allí detenido, tenía que esperar su palabra, ¿Me estaba
odiando? ¿Qué pasaba por su mente?
Dio dos
pasos más hacia adelante, lo noté, no lo podía creer, él no podía creer lo que
veía. Baje la mirada, no podía soportarlo.- Justin… ella está bien…- le comentó
Christian, a quien vi cuando levante la mirada nuevamente.
-¡NO ME
DIGAS QUE ESTA BIEN!- gritó. Brinqué en mi lugar.- ¡¿ACASO NO LA VEZ?!- gritó
nuevamente, mi corazón se rompía. Mordí
mis labios, estaba a punto de quebrarme frente a todos.
Le vi
darse la vuelta para dirigirse a otro lugar, mordí más mi labio. Me aborrecía.
Jadeé y me di la vuelta para mirar a Fabiola, me estaba rompiendo, estaba cayendo
y nadie me agarraba.
Fabiola
negó con un movimiento de cabeza algo, no sé qué, quizás trataba de decirme que
él no me aborrecía, que no era lo que yo creía, o trataba de decirme que no me
rompiera, que debía ser fuerte, pero no podía, mis fuerzas se habían ido, mi
única esperanza de fuerza me acababa de dar la espalda para irse a otro lugar.
-Sácame
de aquí.- dije en algo menos que un susurró, una salida de mi último aliento,
no tenía aire en mis pulmones.- No puedo respirar.- le dije tomando mi pecho,
estaba rompiéndome, lo sentía.
Ella fue
a pronunciar algo cuando se detuvo y yo sentía no poder respirar. Jadeé. ¿Qué
sucedía? ¿Acaso no me había escuchado? Jadeé en busca de aire. Tome una
bocanada de aire la cual no lograba sentir en mis pulmones y unos brazos me
rodearon, me apretaron, me sostuvieron.- Estoy aquí contigo, estarás bien.-
escuche un susurro tras de mí. Mire a Fabiola, era él, era Justin. No me
aborrecía. Las lágrimas continuaron saliendo, estaba rota, pero ahora, ahora
podía soportarlo.- Perdóname…- le escuche decir, mientras su pecho se pegaba a
mi espalda y su voz sonaba herida. No entendía, ¿Por qué me pedía perdón?-
Perdón por no estar cuando me necesitabas.- Su boca se posó sobre mi hombro, su
respiración era entrecortada.- Solo dime quien fue el desgraciado que te hizo
esto…- me encontraba mal, no necesitaba venganza, lo necesitaba a él, dándome
fuerzas.
Mis
brazos cayeron encima de los de él. Lo rocé, aunque me sentía sucia para él,
sentía una gran necesidad de abrazarlo. Algunas lágrimas cayeron en sus brazos,
él de un momento a otro me dio la vuelta y me envolvió en sus brazos, me había
atrapado, no me había dejado caer, estaba ahí, no me aborrecía. Lloré en su
regazo, a pesar de que él no me aborrecía quería morir por lo que me había
pasado.- Estarás bien conmigo.- me apretó más.- Te cuidare como mi propio
corazón.- me susurró al oído, levanto su rostro un poco y deposito un beso en
mi frente, yo permanecía con el rostro escondido en su pecho.
-Deberían…-
comentó Khalil y aclaro su garganta.- Deberías llevarla a descansar.- Yo
continuaba llorando en silencio, sentí Justin asentir y yo me separe un poco
para comenzar a camina junto a él aunque me llevaba aun abrazada, sequé mis
lágrimas, pase por un lado de Fabiola quien me miro con... Si, con lastima.
-Ven
conmigo.- escuche que Ryan le dijo a Fabiola. Ella también estaría bien, mejor
que yo por no estar pasando esto.
Mi cuerpo
me dolía, las lágrimas no dejaban de salir aunque las secaba continuamente.-
Puedes llorar todo lo que quieras.- dijo él con voz fría, estaba firme junto a
mí, era como si estuviéramos en un campo de batalla y él me cubriera de todas
las cosas. Mis lágrimas continuaron saliendo, no las podía detener, debía
dejarlas salir, debía sacar todo…
Subimos
las escaleras hasta su habitación, él abrió la puerta para mí y pase y vi la
cama, lloré al recordar el mal momento, baje la mirada, escuche la puerta
cerrarse detrás de mí, él estaba en la habitación, lo sentía allí, su
respiración áspera lo podía escuchar. Tome mis manos y apreté mis dedos ¿Qué
debía hacer? ¿Qué debía decir? Me miré un poco las zapatillas, mis pies se
encontraban un poco sucios, mis pantalones… recordé cuando él los quitaba y
pasaba su lengua asquerosamente por mis piernas, corrí hasta el baño donde
levante la tapa del inodoro y me arrodille en el suelo para vomitar.
Al
terminar limpie mi boca con el dorso de mi mano donde llegaba el suéter. Mis
lágrimas salieron, me tenía asco a mí misma ¿Cómo Justin no iba a tenerme asco?
Caí sentada para comenzar a llorar pero vi sus zapatos, me detuve, subí la
mirada y le vi, allí detenido, rígido, como si fuese de yeso, pero su mejilla
tenía un camino húmedo, una lágrima que aún no caía de su barbilla. Baje la
mirada rápidamente.- No te sientas así…- le escuche decirme, pero no se movía
de su lugar.
-Lo
siento…- susurré. Sin mirarle, estaba avergonzada, me aborrecía a mí misma.
-No
tienes nada que sentir.- dijo caminando hacia mí y levantándome del suelo.
Quedé de
pie frente a él. Él no dijo nada, permaneció en silencio, permanecimos en
silencio, era tan… extraño. Su mano subió hasta mi mejilla y su dedo pulgar me
acarició, sin querer esquive su tacto al recordar la misma caricia hecha por
Laureen. Luego miré alarmada a Justin, él bajo la mirada y bajo su mano
cerrándola en un puño, volviendo sus nudillos en blanco, tapé mi boca, un
gemido de dolor salió, no pensé que lo rechazaría. Las lágrimas comenzaron a
salir rápidamente.
-¿Quieres
ir a dormir?- me pregunto.
-Preferiría
tomar un baño primero…- susurré sin mirarle.
Él
asintió, abrió la puerta del lugar de la ducha y abrió el grifo de donde
comenzó a salir el agua, lo puso en calentador, luego salió del lugar…-
Prefieres que me…
-Si.- le
dije.- Necesito...
-Entiendo.-
dijo. Me miró por última vez y salió de baño.
Luego de
que él saliera, quité mis zapatillas, luego el pantalón, mientras veía mis
piernas comencé a llorar, estaba asqueada de mi misma, recordar sus manos por
mi cuerpo era lo peor, quite el suéter y lo deje caer al suelo con la demás
ropa, el espejo estaba tras de mí, no me quería ver, no quería verme, así que
quite mi brasier y mi braga la cual… estaba manchada de sangre. Lloré más, me
dolía mi cuerpo, mi entrepierna, mis senos tenían chupetes, mis piernas marcas
de palmas de la mano.
No podía,
no podía terminar de romperme… entre al lugar de la ducha.- ¿Puedo ayudarte?-
me di la vuelta y vi a Fabiola, ella me miraba con lastima, pero a pesar de
todo, no sentía pena de que me viera desnuda. Asentí. Ella sonrió un poco y
entro al lugar de la ducha sin zapatos.
La tina
estaba ya llena con el agua tibia así que entre allí y me senté, las lágrimas
comenzaron a salir, ella subió sus pantalones un poco y se sentó en la orilla
de la tina, tomo una esponja y el jabón líquido, deposito un poco en mi espalda
para luego pasar la esponja, quede sentada con mis rodillas frente a mis senos,
abrace mis piernas mientras ella fregaba mi espalda. Comencé a llorar, nada era
mejor que llorar en el baño, estaba libre aunque Fabiola estuviese allí.
Ella
comenzó a tararear una canción mis lágrimas caían más seguido. Comencé a
quejarme del dolor, el sonido salía de mi boca, no era dolor físico era dolor
del alma, gemí mientras lloraba y en oportunidades reprimí los gritos. Apreté
mis uñas en mi piel, y mis nudillos se volvía blancos, Fabiola seguía
tarareando la canción mientras sus lágrimas salían. Era mi dolor el peor de
todos, no le deseaba nada de esto a nadie.
Grité, no
los reprimí, grite y llore en el entierro de mi propia dignidad, de mi propia
alma, de mí ser. Apreté mis dientes, no quería, no quería vivir, había caído
completamente en cuenta de todo lo que había sucedido y no quería vivir. No
sintiendo esto dentro de mí, ¡NO!.
Fabiola
continuó llorando al ver mi dolor. No, no era cualquier cosa. Escuchaba ruido a
mí alrededor y no sabía definir de donde provenían. Levante la mirada y vi un
pequeño espejo donde logre ver mi rostro, moreteado y golpeado. Continué
llorando, y continué clavando mis uñas en mi cuerpo, necesitaba sentir dolor
físico para olvidarme del dolor que me mataba por dentro.
Fabiola
comprendió mi dolor y lloro con ganas pero continuaba limpiándome.
-¿Esta
bien?- preguntó la voz masculina de Justin. Cerré mis ojos y continúe llorando.
Escuche que Fabiola le respondió que sí, pero yo continuaba igual…- Sal.-
escuche decirle.- Sal, por favor.- dijo, sentí que dejo de limpiarme la espalda
la escuche salir de lugar, escuche otra voz de… Ryan, si era él, afuera en la
habitación, escuche la puerta cerrarse, me aferre más a mis piernas.
Continué
llorando, en silencio, no escuche nada, no supe nada de él hasta que sentí que
entro en la tina junto a mí, se sentó tras de mí, tomo la esponja y la paso por
mi espalda y mis brazos, continué llorando.
Él
acomodo sus piernas una a cada lado de mí. Abrí mis ojos para mirarle, me
miraba compadeciéndose de mí.- Lo siento.- le susurré esta vez mirándole a los
ojos y llorando.
-Todo
está bien.- dijo él abrazándome y llevándome con él, haciendo que quedara
acostada sobre su pecho, él pasaba la esponja por los lugares que lograba
alcanzar mientras yo lloraba en su regazo.
-¿No me
aborreces?- le pregunté, él respiro profundo.
-No
podría, y no tengo motivos para hacerlo.- beso mi cabello húmedo. Me acomode
más en su pecho descubierto, él se encontraba en bóxer.
-No sé
qué hacer…- lloré.- No puedo con esto.
-Estoy
contigo, saldremos de esto juntos. Lloré más fuerte. Él estaba llorando en
silencio y no lo había notado.- No sabes cómo me odio en este momento por no
estar allí cuando me necesitaste, porque no te pude cuidar, no lo hice.- me
abrazo con fuerza, estábamos llorando.
-Justin…
¿no me odias por que otro hombre me toco?- le mire.
-Tu no
quisiste eso, no te odio, odio a ese desgraciado que se atrevió a ponerte una
mano encima, te juro que le hare sufrir todo lo que estas sufriendo.- tomó mi
rostro entre sus manos y me dio un beso en la frente.
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