7 may 2015

CAPITULO 30

HATE - ODIO.





-¿Ey? ¿___?- me llamó Kyle.- Ha llegado Fabiola por ti…- me susurró. Asentí.

Salí de la habitación y baje las escaleras de madera hasta llegar a la sala, Kyle venía tras de mí, me di la vuelta y antes de que pudiera llegar a la puerta le detuve.- Creo que es mejor que no te vea…- le miré, él me miro sin entender.- Creo que ella, no te tiene suficiente confianza y no quiero que confunda las cosas.- él asintió con sus ojos abierto, tan expresivos, me dieron ganas de abrazarle y quedarme con él, donde por alguna razón me sentía protegida.

Me despedí de él con un pequeño abrazo y él se hizo a un lado ocultándose de la vista de la puerta, sonreí a medía y termine de llegar a la puerta, la abrí con el rostro en dirección al suelo. Cerré rápidamente, ella se encontraba allí afuera con sus brazos cruzados por el frió. Me di la vuelta quedando frente a ella, ella inclino un poco la cabeza hacia un lado para verme y frunció su ceño.

Camine hacia ella mirando el suelo y encogida dentro de lo que antes era mi suéter. -¿___?- pregunto. Ya casi llegaba a ella, así que levante mi rostro golpeado y le sonreí un poco encogiéndome de hombros. Sus ojos se abrieron.- ¡JESUSCRISTO! ¡___! ¿QUÉ TE HA SUCEDIDO?- dijo gritando y moviéndose rápidamente hacía mí mientras lloraba. Me encogí más de hombros.-___  ¿QUE TE HA SUCEDIDO?- me preguntó llorando, comencé a llorar y la abrace.- OH DIOS MIO.- lloró mientras me abrazaba. Me aferré a ella tanto como quería aferrarme al rayito de luz que entraba por el hoyuelo del techo de aquel almacén, me aferre a ella como si no tuviera a nadie más. El miedo había vuelto a mí, como si lo estuviera viendo a él frente a mí.- DIME QUE TE SUCEDIÓ.- dijo aun abrazándome. No respondí continué llorando, me había guardado todo frente a Kyle, necesitaba llorar, mostrarme débil.- Llamaré a la policía.- comentó.

-¡NO, NO!- le dije y me separe de ella.- Solo llévame a casa…- la miré.

-___ ¡MIRA COMO ESTAS!- dijo con lágrimas en sus mejillas.

-Por favor llévame a casa…- le dije abrazándome a mí misma.

Ella se quedó un momento tomando aire por la boca, me miró y seco sus lágrimas.- Bien, vamos.- me dijo y me abrazó llevándome hasta el lugar del copiloto, cerró la puerta y se subió al auto, lo encendió y lo puso en marcha.- Dime, ¿te sucedió todo eso en esa casa?

-No, no.- dije y me adentre en el asiento queriendo desaparecer.- Allí vive alguien que me ayudo…- cerré mis ojos, pero las imágenes venían a mi mente así que solo mire el pavimento que comenzaba a humedecerse por la lluvia.

-___...- dijo mientras secaba con el dorso de su mano su mejilla.- que mierda ha sucedido…- lloró nuevamente pero se contenía porque iba conduciendo.

-Vamos a tu casa.- le dije.- No puedo llegar a que mi madre así.- ella me miró y asintió aun con dolor.- Estoy bien…- fingí una sonrisa y me encogí de hombros.- No es nada de otro mundo.- baje la mirada. Mordí mi labio sin querer llorar más. Respiré profundamente y mire hacia adelante…

-¿Me contaras lo sucedido?- preguntó ella como si no quisiera saber. Asentí. Ella manejo con cuidado hasta llegar a su casa, estaciono el auto en el aparcamiento y bajamos, entramos por la puerta de atrás y fuimos inmediatamente a su habitación, me senté en la cama y la miré, ella aún tenía sus ojos humedecidos.

Sequé mi mejilla y le miré. Le sonreí un poco, se veía chistoso que llorara por tan solo verme así.-No te rías, no le veo gracia a esto.- dijo a lo que parecía estar molesta. Baje la mirada quitando la sonrisa de mi rostro.

-Han abusado de mí.- no la miré, pero de reflejo vi que no se mutó, se quedó quieta, como si fuera un monumento.

-___...- dijo en un susurró, seguidamente tapo su boca y rompió en llanto. Baje la mirada, no quería llorar, no ganaba nada con llorar.


Luego de un momento todo lo que hizo fue correr hacía mí y abrazarme, por supuesto que lloré, necesitaba sacar eso de mí. Necesitaba desahogarme un poco.

-Llamaré a la policía.- dijo de repente.

-¿QUÉ?- dije y de inmediato deje de llorar.- No puedes hacer eso, no lo harás, ¿okey?- le miré.

-¡¿POR QUÉ NO?!

-¡Porqué me matarán si digo algo!- le dije y tape mi cara comenzando a llorar.

-¡Pues no puedo quedarme de brazos cruzados mientras te veo así!

-¡Pues entonces me voy!- me levante de la cama y salí de la habitación. Baje las escaleras y tomé mi celular. Busque mis contactos y visualice Kyle, marqué para llamar y camine con prisa. Contestó.- Por favor ven  buscarme.- dije sin siquiera dejarle hablar y dicte la dirección mientras lloraba. Colgué la llamada inmediatamente.

-¡___! ¡EY! ¡ESPERA!- dijo Fabi mientras venía tras de mi con un poco de prisa.

-No puedes mantenerte callada mientras me vez, pues me voy para que se te pase.- me di la vuelta para mirarle.- Pues nos veremos luego.- dije y continué caminando.

-Si te han amenazado de muerte ¿por qué irte a la calle arriesgándote nuevamente?

-¡PORQUE YA NO TENGO NADA QUE PERDER!- le grité y rompí en llanto.- Mi poca dignidad la eh perdido.- comenté.- No es nada fácil esto y aun así estoy aquí en vez de estar en un acantilado tratando de quitarme la vida.- sequé mis lágrimas.

-¿QUIÉN?- pronunció llorando calmadamente.

-¿Quién qué?- dije frunciendo un poco mi ceño.

-¿Quién te hizo esto?- me preguntó.

-No lo sé.- baje la mirada.

-Por supuesto que lo sabes…- susurro animándome a que le dijera.

-Es…- unas llantas de un auto se escucharon chillar sobre el asfalto. Nos dimos la vuelta ya que nos encontrábamos frente a su casa. Un auto deportivo se detuvo en seco e inmediatamente se bajó un chico. Entrecerré mis ojos para enfocar la vista y ver a…

-¿Quién es ese?- me preguntó Fabi al ver al chico dirigirse con rapidez hacia nosotras.

-¿Qué sucede?- dijo preocupado y mirándonos. Escaneó a Fabiola con la mirada y luego la posó sobre mí.

-Ry-Ryan.- logré decir.- ¿qué haces aquí?

-Me has llamado. ¿Estás bien? ¿Qué te sucedió?- me pregunto, tome la orilla del suéter y la cerré más.

-Ryan…- susurró Fabiola para sí misma sin que él lograra escucharla. Ella sabía quién era.

-Yo…- dije confundida, se suponía que había llamado era a Kyle.

-¿QUÉ TE SUCEDIÓ?- preguntó por segunda vez y esta vez obligándome con su voz a querer decirle. Negué con la cabeza y baje la mirada.- Dime ___.- tragué saliva.

-Tuvo un accidente.- dijo Fabiola a mi rescate.

-¿Qué clase de accidente?- preguntó, un silencio se hizo entre nosotras.- ¡___!- me llamó y brinque en mi lugar.

-Eh tenido un accidente, solo eso.- dije sin mirarlo.

Él quitó mis brazos los cuales yo tenía cruzados frente a mí. Rápidamente abrió el suéter viéndome en brasier y el cuerpo marcado, lo cerró inmediatamente y me levanto la cara.- ¿Quién fue el desgraciado que te hizo esto?- me preguntó con su mandíbula tensa.

-No es nada.- trate de bajar mi rostro mientras acomodaba mi suéter.

-¡DIME!

-Abusaron de mí…- susurré más para mí misma que para él.

-¡MALDICIÓN!- gritó y Fabiola y yo brincamos en nuestros lugares. Él tomo su cabello en forma de desesperación. Yo comencé a llorar y Fabiola también.- ___...- dijo con voz más relajada…- Linda…- tomó mi mentón.- Dime… dime quien te hizo esto…- dijo con voz suave.

Lo abrace y comencé a llorar. Él me abrazó, su pecho era tan cálido, necesitaba sentirme protegida.- Llévame a un lugar seguro por favor.- dije llorando.

-Le avisare a Justin…- comentó.

-¡NO!- dije y me separé rápidamente de él.- No puedes.- le dije.- Él no debe saber.- sequé mis mejillas pero las lágrimas continuaban saliendo.- no debes decirle… por favor.- dije queriendo llorar más.

-___ necesito que…

-Por favor…- le repetí.- Soló llévame a un lugar seguro…- lloré.

Él asintió. Me rodeó con su brazo y me llevo a su lado hasta el auto, abrió la puerta de atrás y subí, él continuó detenido allí le mire un poco y le vi hacerle una señal a Fabiola, la cual corrió hasta la puerta de la casa, entro, y luego salió cerrando la puerta tras ella y caminando al auto rápidamente para subirse, él cerró la puerta y rodeó el auto para subirse en su lugar correspondido.

Aceleró y puso en marcha al auto.- Trata de dormir…- me comentó Fabiola que iba a mi lado y acarició mi cabello cuando acomode mi cabeza encima de sus piernas.- Te avisare cuando lleguemos.- Asentí. Cerré los ojos haciendo que salieran otras lágrimas… ella acarició mi cabello, era difícil dormirme si cada vez que cerraba los ojos le veía a él abusando de mí.




Entre a la casa, era la casa de los chicos, me sentía un poco asustada, había sido abusada, otro hombre me había hecho de él y Justin lo sabría, me odiaría, comencé a llorar, de las escaleras aparecieron los chicos, ellos me miraban sorprendidos, Justin no estaba, Ryan estaba un poco separado de mí y a su lado se encontraba Fabiola, me sentía en algo como un JUCIO, ¿me iban a juzgar? ¿Qué me iban a decir?

Deje de mirarles, pero solo fue por un momento hasta ver que se movieron, lleve la mirada hacia ellos, ellos se habrían paso, si, entre ellos salía Justin, serio, su mandíbula tensa, mirándome con… no sé cómo definirlo, me miraba con asco, con rabia, con odio, con todo lo referente a eso, y yo, me sentía mal, quería explicarle lo que había sucedido, pero nada, nada me lo permitía, las voces no salían de mi boca, solo la respiración.

-¿Cómo pudiste?- pronunció con asco mirándome por encima de mí. Sin siquiera darme una mirada normal.

-Jus… Justin

-Eres una perra.- dijo, está vez sin mirarme, me odiaba.- Lárgate de este lugar.

-No fue mi culpa…

-Todas dicen eso.

-Just…

-¡LARGATE!- me gritó y se dio la vuelta.- Antes de mañana la quiero fuera de esta casa, no la quiero ver  jamás, ¿entendido?- dijo mientras pasaba por donde se encontraban los chicos y ellos asentían dándole paso para que subiera las escaleras.

Me había juzgado sin saber… me ha creído una perra, me ha creído lo peor… me paralice, era algo absurdo, era estúpido, era inútil. Y si, en parte me sentí como una maldita perra. Yo debía de haber sido solo de él. De él y de nadie más.






Respire profundamente levantándome de golpe, quede sentada y un dolor de cabeza me acompañaba esta vez. Respire agitadamente mirando a mis lados, logre enfocar la mirada y vi a Fabi. Me relaje, solo había sido un sueño.

-¿Estas bien? Te estaba llamando para decirte que ya hemos llegado…- comento en voz baja, estábamos dentro del auto, en un aparcamiento, Ryan se encontraba afuera mientras abría la puerta. Asentí.- Estas sudando…- me miro un poco preocupada y toco mi frente.- Por Dios ___ estas ardiendo en fiebre…

-Estoy bien…- le comenté.- No es nada.- Claro que no era nada, no era nada comparado con que abusaran de ti.

-¿Listas?- preguntó Ryan, asentí y baje del auto, seguido de mi lo hizo Fabiola.- ¿Estas bien?- me preguntó, asentí con la mirada baja.- Eres fuerte.- dijo poniendo su mano en mi hombro dándome fuerzas, estuve a punto de caer de rodillas. Tragué saliva y entramos por la puerta de la casa que estaba allí en el aparcamiento.

No puede ser. Me detuve de inmediato. Estaba en la casa de los chicos.- ¿Por qué me has traído acá?- le miré.- Te dije que no se lo dijeras a Justin.- comencé a preocuparme más de lo debido y comencé a temblar, a llorar.

-Este es el lugar más seguro que eh encontrado ___.- me dijo.- Debes entender que solo quiero el bien para ti.- lloré.- Los chicos y yo nos encargaremos de cuidarte…

-Te dije que no quería que le dijeras.- lloré.

-Lo siento linda, pero él debe saberlo.- me levanto la cara.- Estaré siempre contigo, ¿okey? Te cuidare de todo como si fuese el mismísimo Justin.- apreté mis labios debía ser fuerte como él lo había dicho, tenía que serlo, asentí.

Camine junto a Fabiola tras él, como si no conociera nada, en verdad no quería estar allí, no quería que Justin se enterara de nada. Pero allí estaba, con fiebre, dolor de cabeza, y asumiendo que debía pasar esto. En algún momento. Sentía pánico, no quería que él reaccionara de la misma manera que en el sueño. No podía dejar de tragar grueso, me encontraba demasiado nerviosa como para estarme tan quieta.

Nos detuvimos en la sala, los chicos se escuchaban en la cocina. Ryan me miro y asintió, dejándome claro que iría por ellos. Me abracé a mí misma frotando mis brazos dándome fuerza, le vi comenzar a caminar y me di la vuelta para mirar a Fabi. Ella estaba igual de preocupada y asustada que yo.

-Sácame de acá por favor…- le dije.

-___ lo siento…- me dijo triste.- Pero acá estas a salvo…

-No me querrá.- le miré.- Lo eh visto en mis sueños, él me aborrecerá por haber sido de otro hombre.

-Él debe entender.- me dijo en un susurró, si, estábamos hablando en susurros.- Se fuerte.- puso su mano en mi hombro.- Pase lo que pase estarás bien y él entenderá.- me miro a los ojos, se veía una pequeña luz de tranquilidad en ellos, pero no, yo no podía estar tranquila. Apreté mis labios, necesitaba salir de esta casa, no podía quedarme ahí sabiendo que Justin me aborrecerá.




*JUSTIN*


Estaba hablando con los chicos sonriendo.- Tu hermana me tomo el celular.- le dije a Khalil.- Y entonces… creo que estaba llamando a ___ o ella había llamado, los testículos se me subieron a la garganta de los nervios.- los chicos rieron  junto a mí.

-Quien iba a decir que Bieber estaría nervioso por unas chicas.- comentó Christian.

-Es que ___ no es cualquier chica…- sonreí.- Además Embel… ella…- me contuve de decir lo sexy que era frente a Khalil quien estaba serio porque hablábamos de su hermana.

-Embel está buena.- Comentó Chaz. Reímos cuando Khalil le dio una mirada furiosa.

-¡Dejen de joder!- dijo ya serió. Los chicos y yo reímos.

-Y ni hablar de lo buena que es en…

-Lo dices y te mató.- me miro molesto. Reí.

-¿En la cama?- preguntó Christian para enfurecerlo más. Contuve mi risa al verle ponerse rígido.

-Ya, está bien.- dije, había escuchado el auto de Ryan llegar quien nos había dejado tan repentinamente.- Khalil…- lo miré, me miro furioso.- Solo fui por el envió…- sonreí.- Nada que ver con tu hermana…- le envié un beso haciendo que negara con un movimiento de cabeza y los chicos rieran nuevamente.- Pero.- le dije.- Ahora debo ver cómo le explico a ___ todo eso.- di un suspiró, los chicos se rieron de mí y Khalil les acompaño.

Ryan entro por la puerta de la cocina, rígido, rojo, eso me preocupada, pocas cosas lo ponían a él de esta manera, todos lo notamos, nos dejamos de reír y le mire.- ¿Qué te ha sucedido broth?- le pregunte palmeándole en hombro.

-Justin…- tragó grueso, comenzaba a preocuparme.- Debes tomar las cosas con calma ¿vale?

-¿A qué te refieres?- le mire de arriba abajo.- Di lo que tienes que decir.

-Si broth, dilo.- dijo Khalil.

Le vi dar un suspiro y mirarme preparado para decir algo.- Es algo difícil, pero, bueno está bien…

-¿De qué hablas?- me preocupe.- Dilo de una buena vez.

-Es ___.- comentó. El corazón se me detuvo, toda la habitación se quedó en silencio. Sentí que mis piernas flaquearon mientras la sangre comenzaba a burbujearme.

-¿Qué es? ¿Qué le paso? ¿Dónde está? ¡DIME!- le dije.

-Abusaron de ella…- me miró.- Justin debes tomarlo con calma.- tense mi mandíbula, cerré mis manos en puños...- Esta en la sala…

No dije nada, le fui a pasar por un lado cuando se atravesó en mi camino.- ¡QUITATE!- le dije o más bien le grite, él tenía sus manos en alto.

-Detente, debes pensar las cosas y tomarlo con calma.- me dijo, no lo escuche, lo hice a un lado y salí de la cocina dirigiéndome a la sala. La vi detenida allí, los chicos detrás de mí y Ryan se colocó nuevamente delante de mí- Debes calmarte.- me dijo, lo aparte.




*___.*


Estaba de frente a Fabiola, le mire preocupada, se escuchaban algunos murmullos en la cocina, ella empalideció un poco mirando tras de mí y lo supe, estaba allí. Él estaba allí. Cerré mis ojos y contuve la respiración.- Debes calmarte.- escuche a Ryan decir. ¿Él me odiaba? ¿Qué iba hacer él?

Me di la vuelta poco a poco, para verle, mi respiración lenta, Ryan tras de él, los chicos mirando la escena preocupados. Levante la mirada para verle mejor. Justin dio tres pasos y se detuvo al instante que me vio completamente. Trague saliva.

-___.- susurró para sí mismo pero logré leerle los labios. Mantuve mis brazos frente a mí, sosteniendo mi suéter roto. Una repentina lágrima recorrió mi mejilla. Parpadeé mirándolo allí detenido, tenía que esperar su palabra, ¿Me estaba odiando? ¿Qué pasaba por su mente?

Dio dos pasos más hacia adelante, lo noté, no lo podía creer, él no podía creer lo que veía. Baje la mirada, no podía soportarlo.- Justin… ella está bien…- le comentó Christian, a quien vi cuando levante la mirada nuevamente.

-¡NO ME DIGAS QUE ESTA BIEN!- gritó. Brinqué en mi lugar.- ¡¿ACASO NO LA VEZ?!- gritó nuevamente, mi corazón se rompía.  Mordí mis labios, estaba a punto de quebrarme frente a todos.

Le vi darse la vuelta para dirigirse a otro lugar, mordí más mi labio. Me aborrecía. Jadeé y me di la vuelta para mirar a Fabiola, me estaba rompiendo, estaba cayendo y nadie me agarraba.

Fabiola negó con un movimiento de cabeza algo, no sé qué, quizás trataba de decirme que él no me aborrecía, que no era lo que yo creía, o trataba de decirme que no me rompiera, que debía ser fuerte, pero no podía, mis fuerzas se habían ido, mi única esperanza de fuerza me acababa de dar la espalda para irse a otro lugar.

-Sácame de aquí.- dije en algo menos que un susurró, una salida de mi último aliento, no tenía aire en mis pulmones.- No puedo respirar.- le dije tomando mi pecho, estaba rompiéndome, lo sentía.

Ella fue a pronunciar algo cuando se detuvo y yo sentía no poder respirar. Jadeé. ¿Qué sucedía? ¿Acaso no me había escuchado? Jadeé en busca de aire. Tome una bocanada de aire la cual no lograba sentir en mis pulmones y unos brazos me rodearon, me apretaron, me sostuvieron.- Estoy aquí contigo, estarás bien.- escuche un susurro tras de mí. Mire a Fabiola, era él, era Justin. No me aborrecía. Las lágrimas continuaron saliendo, estaba rota, pero ahora, ahora podía soportarlo.- Perdóname…- le escuche decir, mientras su pecho se pegaba a mi espalda y su voz sonaba herida. No entendía, ¿Por qué me pedía perdón?- Perdón por no estar cuando me necesitabas.- Su boca se posó sobre mi hombro, su respiración era entrecortada.- Solo dime quien fue el desgraciado que te hizo esto…- me encontraba mal, no necesitaba venganza, lo necesitaba a él, dándome fuerzas.

Mis brazos cayeron encima de los de él. Lo rocé, aunque me sentía sucia para él, sentía una gran necesidad de abrazarlo. Algunas lágrimas cayeron en sus brazos, él de un momento a otro me dio la vuelta y me envolvió en sus brazos, me había atrapado, no me había dejado caer, estaba ahí, no me aborrecía. Lloré en su regazo, a pesar de que él no me aborrecía quería morir por lo que me había pasado.- Estarás bien conmigo.- me apretó más.- Te cuidare como mi propio corazón.- me susurró al oído, levanto su rostro un poco y deposito un beso en mi frente, yo permanecía con el rostro escondido en su pecho.

-Deberían…- comentó Khalil y aclaro su garganta.- Deberías llevarla a descansar.- Yo continuaba llorando en silencio, sentí Justin asentir y yo me separe un poco para comenzar a camina junto a él aunque me llevaba aun abrazada, sequé mis lágrimas, pase por un lado de Fabiola quien me miro con... Si, con lastima.

-Ven conmigo.- escuche que Ryan le dijo a Fabiola. Ella también estaría bien, mejor que yo por no estar pasando esto.

Mi cuerpo me dolía, las lágrimas no dejaban de salir aunque las secaba continuamente.- Puedes llorar todo lo que quieras.- dijo él con voz fría, estaba firme junto a mí, era como si estuviéramos en un campo de batalla y él me cubriera de todas las cosas. Mis lágrimas continuaron saliendo, no las podía detener, debía dejarlas salir, debía sacar todo…

Subimos las escaleras hasta su habitación, él abrió la puerta para mí y pase y vi la cama, lloré al recordar el mal momento, baje la mirada, escuche la puerta cerrarse detrás de mí, él estaba en la habitación, lo sentía allí, su respiración áspera lo podía escuchar. Tome mis manos y apreté mis dedos ¿Qué debía hacer? ¿Qué debía decir? Me miré un poco las zapatillas, mis pies se encontraban un poco sucios, mis pantalones… recordé cuando él los quitaba y pasaba su lengua asquerosamente por mis piernas, corrí hasta el baño donde levante la tapa del inodoro y me arrodille en el suelo para vomitar.

Al terminar limpie mi boca con el dorso de mi mano donde llegaba el suéter. Mis lágrimas salieron, me tenía asco a mí misma ¿Cómo Justin no iba a tenerme asco? Caí sentada para comenzar a llorar pero vi sus zapatos, me detuve, subí la mirada y le vi, allí detenido, rígido, como si fuese de yeso, pero su mejilla tenía un camino húmedo, una lágrima que aún no caía de su barbilla. Baje la mirada rápidamente.- No te sientas así…- le escuche decirme, pero no se movía de su lugar.

-Lo siento…- susurré. Sin mirarle, estaba avergonzada, me aborrecía a mí misma.

-No tienes nada que sentir.- dijo caminando hacia mí y levantándome del suelo.

Quedé de pie frente a él. Él no dijo nada, permaneció en silencio, permanecimos en silencio, era tan… extraño. Su mano subió hasta mi mejilla y su dedo pulgar me acarició, sin querer esquive su tacto al recordar la misma caricia hecha por Laureen. Luego miré alarmada a Justin, él bajo la mirada y bajo su mano cerrándola en un puño, volviendo sus nudillos en blanco, tapé mi boca, un gemido de dolor salió, no pensé que lo rechazaría. Las lágrimas comenzaron a salir rápidamente.

-¿Quieres ir a dormir?- me pregunto.

-Preferiría tomar un baño primero…- susurré sin mirarle.

Él asintió, abrió la puerta del lugar de la ducha y abrió el grifo de donde comenzó a salir el agua, lo puso en calentador, luego salió del lugar…- Prefieres que me…

-Si.- le dije.- Necesito...

-Entiendo.- dijo. Me miró por última vez y salió de baño.

Luego de que él saliera, quité mis zapatillas, luego el pantalón, mientras veía mis piernas comencé a llorar, estaba asqueada de mi misma, recordar sus manos por mi cuerpo era lo peor, quite el suéter y lo deje caer al suelo con la demás ropa, el espejo estaba tras de mí, no me quería ver, no quería verme, así que quite mi brasier y mi braga la cual… estaba manchada de sangre. Lloré más, me dolía mi cuerpo, mi entrepierna, mis senos tenían chupetes, mis piernas marcas de palmas de la mano.

No podía, no podía terminar de romperme… entre al lugar de la ducha.- ¿Puedo ayudarte?- me di la vuelta y vi a Fabiola, ella me miraba con lastima, pero a pesar de todo, no sentía pena de que me viera desnuda. Asentí. Ella sonrió un poco y entro al lugar de la ducha sin zapatos.

La tina estaba ya llena con el agua tibia así que entre allí y me senté, las lágrimas comenzaron a salir, ella subió sus pantalones un poco y se sentó en la orilla de la tina, tomo una esponja y el jabón líquido, deposito un poco en mi espalda para luego pasar la esponja, quede sentada con mis rodillas frente a mis senos, abrace mis piernas mientras ella fregaba mi espalda. Comencé a llorar, nada era mejor que llorar en el baño, estaba libre aunque Fabiola estuviese allí.

Ella comenzó a tararear una canción mis lágrimas caían más seguido. Comencé a quejarme del dolor, el sonido salía de mi boca, no era dolor físico era dolor del alma, gemí mientras lloraba y en oportunidades reprimí los gritos. Apreté mis uñas en mi piel, y mis nudillos se volvía blancos, Fabiola seguía tarareando la canción mientras sus lágrimas salían. Era mi dolor el peor de todos, no le deseaba nada de esto a nadie.

Grité, no los reprimí, grite y llore en el entierro de mi propia dignidad, de mi propia alma, de mí ser. Apreté mis dientes, no quería, no quería vivir, había caído completamente en cuenta de todo lo que había sucedido y no quería vivir. No sintiendo esto dentro de mí, ¡NO!.

Fabiola continuó llorando al ver mi dolor. No, no era cualquier cosa. Escuchaba ruido a mí alrededor y no sabía definir de donde provenían. Levante la mirada y vi un pequeño espejo donde logre ver mi rostro, moreteado y golpeado. Continué llorando, y continué clavando mis uñas en mi cuerpo, necesitaba sentir dolor físico para olvidarme del dolor que me mataba por dentro.

Fabiola comprendió mi dolor y lloro con ganas pero continuaba limpiándome.

-¿Esta bien?- preguntó la voz masculina de Justin. Cerré mis ojos y continúe llorando. Escuche que Fabiola le respondió que sí, pero yo continuaba igual…- Sal.- escuche decirle.- Sal, por favor.- dijo, sentí que dejo de limpiarme la espalda la escuche salir de lugar, escuche otra voz de… Ryan, si era él, afuera en la habitación, escuche la puerta cerrarse, me aferre más a mis piernas.

Continué llorando, en silencio, no escuche nada, no supe nada de él hasta que sentí que entro en la tina junto a mí, se sentó tras de mí, tomo la esponja y la paso por mi espalda y mis brazos, continué llorando.

Él acomodo sus piernas una a cada lado de mí. Abrí mis ojos para mirarle, me miraba compadeciéndose de mí.- Lo siento.- le susurré esta vez mirándole a los ojos y llorando.

-Todo está bien.- dijo él abrazándome y llevándome con él, haciendo que quedara acostada sobre su pecho, él pasaba la esponja por los lugares que lograba alcanzar mientras yo lloraba en su regazo.

-¿No me aborreces?- le pregunté, él respiro profundo.

-No podría, y no tengo motivos para hacerlo.- beso mi cabello húmedo. Me acomode más en su pecho descubierto, él se encontraba en bóxer.

-No sé qué hacer…- lloré.- No puedo con esto.

-Estoy contigo, saldremos de esto juntos. Lloré más fuerte. Él estaba llorando en silencio y no lo había notado.- No sabes cómo me odio en este momento por no estar allí cuando me necesitaste, porque no te pude cuidar, no lo hice.- me abrazo con fuerza, estábamos llorando.

-Justin… ¿no me odias por que otro hombre me toco?- le mire.


-Tu no quisiste eso, no te odio, odio a ese desgraciado que se atrevió a ponerte una mano encima, te juro que le hare sufrir todo lo que estas sufriendo.- tomó mi rostro entre sus manos y me dio un beso en la frente.

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