20 may 2015

CAPITULO 31

¡LET ME!  -  ¡DÉJAME!



-¡DÉJAME! ¡DÉJAME!- gritó ___, me levante de su lado asustado y la miré estaba sudando, estaba dormida.- ¡DÉJAME!- gritó nuevamente, me acerque a ella y la tome por los brazos para que dejara de moverlos, la sacudí un poco para despertarla, ella despertó gritando y golpeándome.

-Tranquila, tranquila, soy yo.- le dije sosteniéndola y ella me miró en silenció con los ojos abiertos en par. Apenas podía verme en la oscuridad, aunque esta noche la luna estaba clara, y su luz entraba por la ventana, se colaba entre los cristales de la ventana como un ladrón.

___ comenzó a llorar abrazándome, en este momento quería irme y buscar al desgraciado que le había hecho eso, pero en lo que llevaba acá no había dicho nada.

Era la tercera noche, si, la tercera noche que yo estaba como un guardián, cuidando de sus sueños, y de ella mientras dormía. Me dolía verla así, estaba callada, muy callada, no hablaba, y aunque su amiga Fabiana, esta con ella en el día… no la había visto sonreír en ningún momento. No me dejo tocarla más desde el día que entre en la ducha con ella, desde que la abrace, y la ayude a bañarse, solo recibía miradas tristes, yo intentaba hacerla sentir bien… y aunque había tratado varías veces de sacarla de la casa, ella no aceptaba.

A veces, por absurdo que sonará lo que diré, a veces es así, a veces pienso que ella me odia por no haber llegado al lugar a salvarla, por no protegerla, por no cumplir con mi deber de cuidarla. Ella debía de estar odiándome al igual que yo me odio. Y se coloca como una opción cuando trato de acercarme a ella, y es como si se protegiera en una caja de vidrio, como si no quisiera saber de mí, a veces solo trato de mirarla, y se va, simplemente sale del lugar o se mueve de sitio.

Necesito saber con urgencia quien es, necesito que ella se sienta segura de nuevo, necesito que ella me ame, que confíe en mí, que mire con esos ojos iluminados y una sonrisa en sus labios, necesito verla bien, verla sonreír, necesito que ella vuelva a ser la misma de antes.

Dirigí mi mirada a ella, se había quedado dormida, siempre con esos sueños donde revivía lo que había pasado… ella había hablado con su madre que estaba en casa de su amiga. Así que podía estar tranquila mientras estuviera aquí. Mire sus rostro iluminado por la luna, mi princesa había pasado por tantas cosas… acaricié con mi pulgar su mejilla, ya los moretones estaban desapareciendo, estaban de un tono amarillo y verde… su cuerpo temblaba a veces, y lo que más me dolía era cuando estábamos todos, ella se marchaba de un momento a otro cuando comenzaba a llorar, claro que era incomodo, para todos, sin exceptuar a nadie.

Agradecí mucho a Ryan por traerla a casa, y también por hacerme sentar cabeza cuando tome el auto e iba a ir a buscar a ese desgraciado donde sea que fuera sin saber siquiera quien era, me hizo pensar con claridad, me hizo entender que ella me necesitaba más en estos momentos y que también ese hombre podía esperar, debía tener un plan perfecto para él, y mientras me encontraba en silenció mirando la noche oscura… siempre se venían partes de lo que le haría cuando le encontrase.



Las horas pasaron volando, mientras le veía dormir, no pude dormir en toda la noche, como las noches anteriores, a cada hora se despertaba con una crisis, pero me hacía sentir bien cuando la tranquilizaba, aunque ella luego de saber que estaba bien se envolvía bajo las sabanas alejándose de mis brazos.

La claridad llego rápidamente como el cansancio a mis ojos, la vi levantarse en silencio mientras me encontraba sentado en un sofá cerca de la cama. Me dirigió una pequeña mirada y fue hasta el baño. Continuaba usando la misma ropa que le había dado el primer día, una camiseta que le llegaba hasta las rodillas y unos monos de hacer ejercicio, simplemente ella se bañaba y volvía a ponérsela, salió esta vez con el cabello estaba suelto y peinado diferente a los días anteriores que solo se perdía en un moño desordenado, contando que hoy era el cuarto día. ¿Estaría comenzando a sentirse mejor?

Salió de la habitación sin decir palabra alguna me quede sentado por más de media hora allí en el sofá, pensando en que hacer este día para hacerla sentir mejor, si, lo sé, me estaba convirtiendo en rutina el pensar primeramente en qué hacer para que ella se sienta mejor… pero es por ella, por ella caería en toda la rutina del mundo, por más que odie la rutina.

Salí de la habitación luego de un aseo personal, baje hasta la cocina y tome un par de tostadas con un vaso de jugo, no sin antes pasar por la sala y ver a los chicos, sin contar a ___, Fabiana *que ahora se queda también acá* y Ryan, deben estar juntos así que por qué preocuparme, Ryan es mi hermano. Termine de desayunar y fui hasta la sala, salude a los chicos ya que antes no lo había hecho.

-¿Qué tal broth?- me saludo Chaz, di un movimiento de cabeza saludándolo.- ___ anoche…

-Fue igual que las otras noches.- dije y restregué mis ojos, me estaba pegando el cansancio.

-Pero ella…

-¿Qué sucede con ella?

-Hoy parece estar…

-No digas que bien porque no lo está.- dije y me acomode en el mueble.

-Bueno deberías verla…- me mencionó.

-¿Dónde está?

-Salió.- dijo, lo miré sin poder creer lo que escuchaba, ellos habían sacado a ___ y yo lo había intentado todos estos días sin respuesta alguna.- Así es amigo.- afirmó nuevamente.- Fueron a la montaña esa gay de colores radiantes y florecitas y esas cosas.- él y sus expresiones.- esta ella con su amiga y Ryan.- dijo, asentí. Por supuesto, como no se me había ocurrido ese lugar, la montaña de color, la que solo los chicos y yo conocíamos desde pequeños.

-¿Te quedarás allí sentado?- preguntó Chris (Christian).

Alcé mis hombros un poco.- Ryan esta con ella, creo que debo darle un poco de tiempo a ella…- dije y baje la mirada, claro que no era así, quería correr e ir a verla, no quería estar separado de ella nunca, pero no quería agobiarla más.

-No seas idiota, tu eres su novio ¿no?- me preguntó, asentí.- ¡BUENO!- alzo sus manos al aire.- ¿Qué haces aquí?- me miro con sus ojos abiertos. Una pequeña sonrisa, algo como una mueca movió mis labios. Cerré mis ojos y me levante, fui a mi cuarto, entre a la ducha, luego tome una guardacamisa, un suéter gris fino, los pantalones negros y los zapatos grises. Seque y sacudí un poco mi cabello, coloqué un gorro negro, me mire por última vez en el espejo y salí del lugar, tomé las llaves de mi deportivo negro y subí en el para ponerlo en marcha e irme a mi destino.




Cuando llegue al lugar deje el auto al lado del de Ryan, estaban aquí, estaba nervioso, ¿y si ella no quería verme? Me detuve frente al auto pensando un momento si debía irme o permanecer allí… así que miré colina arriba y suspiré, iría hasta allí, igual quería estar cerca de ella así ella ni me mirara.

Llegué arriba, los árboles adornaban el lugar, mientras los rayos suaves del sol se colaban entre las hojas de los árboles, la grama era un verde claro, estaba hermosa, si, el lugar era hermoso, siempre. Así que camine entre los arbustos, ya había encontrado con la vista a Ryan, pero no veía a las chicas en ningún lado… al ya estar cerca, me fije en Fabiana que vestía una braga clara, se encontraba de rodillas sobre la grama tomando algo Ryan estaba a su lado mirando determinadamente, ya me había visto, por eso se había ido hasta donde estaba ella.

Ahora yo me encontraba tras ___, quien… llevaba puesto un vestido amarillo claro, muy claro con flores mínimas color rojas, su cabello con una trenza que caía sobre su hombro. Sentí algo en mi pecho, algo que era como alegría, quizás ella hoy se sentía mejor… me acerqué en silenció y me arrodille a su lado, quedando un poco tras ella, no exactamente a su lado. Suspiré en silencio ¿por qué me sentí nervioso? Fui hablar pero… las palabras desaparecieron de mi boca. Así que apreté mis labios formando una línea.

-Estas aquí…- escuche que dijo, abrí mis ojos, llevaba días sin escucharla hablar. Tragué saliva.

-Yo…- pensé.- Si quieres yo me…

-Te estaba esperando.- dijo, así, directamente sin dejarme terminar de hablar. Mi pecho se alivió un poco, por lo menos no quería que me fuera.- Creo que te has tardado más de lo que pensé…- sonreí en silenció. Ella continuaba mirando hacia adelante. Fui a decir algo pero ella aclaro su garganta para continuar.- Me gustaría adivinar en que te has tardado tanto…- dijo y me miro. Quede paralizado, estaba hermosa, sus mejillas tenía un poco de color, sus pestañas alzadas con gel de pestañas, y sus labios con una fina capa de brillo. Sus ojos… estaban tomando un poco de brillo, sus morados lograban apenas notarse… estaba mejor, por supuesto que ella estaba mejor. El corazón me palpitaba rápidamente y fuerte. Ella se quedó en silenció al verme.- Bieber.- mencionó un poco sin aliento, sus mejillas tomaron más color.- Veo en que te has tardado.- sonrió a medias.- Te ves muy bien.- sonrió de medio lado, yo sonreí sin evitar mostrar mis dientes. Miró hacía adelante y se puso de pie rápidamente. Quede de rodillas sorprendido.- ¿No piensas decirme nada?- dijo esta vez sin la poca alegría en su voz que había sentido antes y extendió sus brazos a los lados. Me puse de pie rápidamente y la mire.

-Por supuesto que si…- la miré a los ojos…- Te encuentras hoy más hermosa que siempre.- ella bajo la mirada y unió sus manos delante de ella.- No me tarde en mi facha, en realidad estaba desde un poco antes acá.- Ella me miro.- Pero me eh tardado eligiendo esto a mitad de colina.- dije mientras colocaba una pequeña rosa roja enganchada entre su oreja y cabello.- El accesorio que te faltaba.- dije con mi dedo pulgar acariciando un poco la orilla de su mejilla.

Ella sonrió un poco de medio lado.- Creo que…- me miro, mordió su labio, y volví a sentirme asustado.- Creo que deberíamos caminar…- dijo, asentí rápidamente, ella paso frente de mí y yo la seguí, le seguí los paso de cerca, casi que a su lado. Llevaba mis manos en los bolsillos de mi pantalón, de verdad estaba nervioso ahora.


Caminamos en silencio entre los arbustos, por alguna  razón me sentía bien pero me encontraba un poco asustado de lo que pasaría,  ¿qué estaba pensando? ¿Qué hará ella luego? ¿Ya no me odia?

-Justin…- susurró. Y detuvo sus pasos, mi corazón también se detuvo. Contuve la respiración y ella aún continuaba de espalda a mí.-        Lo siento…- comentó, vi sus manos cerrarse en puños.- Yo no quería esto, jamás lo hubiese querido.- di un paso más cerca de ella.- Y no me interrumpas, por favor quédate en silencio.- tragué saliva, mi corazón estaba rompiéndose.- No te odio, no lo hago.- le escuche gemir, estaba comenzando a llorar.-  No quiero estar sola aunque eso aparente.- abrí mis labios para dejar ir el aire.-  No sé si aún me quieres, no sé si aún me deseas… pero por favor no me dejes en estos momentos, no lo hagas.- llevo las manos a su cara.- aunque ya no me quieras no me abandones en estos momentos, suena estúpido que te esté diciendo esto luego que pensé que lo mejor era que no estuvieras conmigo si lo ibas hacer por lastima, pero te necesito, lo hago, necesito sentirme protegida…- lloró.

-Tranquila linda…- me acerqué a ella frotando un poco sus brazos.- No te dejaré, no lo haré, no lo haría aunque me lo pidieras.- ella continuaba llorando.- No sé si mis palabras te harán sentir mejor, pero eh sido tu guardián estos días, y lo seguiré siendo hasta que ya no pueda, trata de alejarme y me mantendré allí, no importa el qué, el cómo, y el cuándo, pero estaré allí.- me acerqué más a ella quedando mi pecho casi pegado a su espalda…- Entiendo si necesitas tu espacio… por favor tomate tu tiempo…

-Justin…- susurró.

-Pero tienes que darte de cuenta, que no sólo eres tú, sabes que también me duele, verte así, con lágrimas en la manga… me lastiman a mí también…

-Justin yo

-Lo siento.- dije sin dejarla hablar. Ahora era mi momento debía decirle todo.- No estuve allí para atrapar tu caída, no te escuche cuando me llamabas esa noche…- me odiaba por eso.- Pero, por favor no olvides los días buenos conmigo, puedo hacer que retroceda el triste dolor de tu corazón.- ella se giró para mirarme, sus lágrimas estaban cesando.- Y cuando se torne oscuro y te sea difícil ver… yo seré tu luz…

-Justin…

-¡PERDÓNAME! Por favor perdóname.- dije mirándola a los ojos. Ella solo me miro en silencio.- Permíteme aunque sea intentarlo, por favor, sé que no estás bien, y puedo soportar más días así junto a ti, aunque no me hables ni me mires, pero no te dejare, no te dejare caer esta vez, y si ya te encuentras debajo déjame subirte, déjame hacerlo por ti, déjame ayudarte a salir de esto, pero por favor no me hagas a un lado, yo… ___ yo…- deje salir todo el aire, el pecho me comenzaba a doler por todo esto.

-Prométeme que no me abandonaras Justin, ayúdame con esto.- dijo ella mientras mordía su labio conteniéndose a llorar.

-¡Lo prometo! Nena te lo prometo.- dije mirándola a los ojos, ella se encontraba llorando, y no puedo negar que algunas lágrimas escaparon de mis ojos mientras le decía todo eso… pero me dolía que ella estuviera así.

-¿Me sigues queriendo?- dijo, y apretó sus labios contiendo las lágrimas.- dime, ¿aún podrías desearme igual que antes?

-Por supuesto que si linda.- le dije.- Aún… te quiero conmigo, aún deseo esto que tenemos, aún puedo desearte de todas las maneras…

-¿Por qué?- preguntó llorando.- ¿No te has dado dé cuenta de lo que ha pasado?- lloró.- ¡¿Por qué Justin?! ¡¿Por qué haces esto?!- dijo golpeando mi pecho mientras lloraba.

-¡PORQUE TE AMO!- le dije en voz alta, ella se detuvo en seco y me miro con sus ojos bien abiertos.- Si ___, te amo, no sé cómo, ni se cuándo empezó esto pero siento que te amo.- humedecí mis labios.- te amo ___.

Ella se lanzó a mis brazos abrazándome, la rodeé con mis brazos, amaba esta chica, la amaba, y había sido un tonto por no haberme dado de cuenta, estaba enamorado. Esta chica ahora era lo más importante, más que mi propia vida.

Ella se separó un poco de mí y levanto su rostro para mirarme, aun la tenía en mis brazos.- Deja de llorar, se te caerá el maquillaje.- dije dándole una sonrisa. Ella sonrió, y la vida volvió a mí, era una sonrisa verdadera, no fingida. Sus brazos que se encontraban encima de los míos se movieron rápidamente hasta mis hombros y sus manos  halaron mi cuello haciendo que me inclinara un poco para…. Recibir sus labios.

Cerré mis ojos, sus labios, cuanto los extrañaba. Hice presión en el centro de su espalda, pegándola más a mí, ella rodeó mi cuello con sus brazos, nuestros labios se unieron más, comenzó a besarme con fuerza, como si se aferrará a mí, me estaba robando la respiración y no me importaba, deseaba morir de esta forma si era necesario. Sus manos se incrustaron debajo de mi gorro en mi cabello, lo halaron un poco yo la apreté más a mí. Me estaba besando como si lo hubiese extrañado más que yo, pero era imposible, nada como yo la había extrañado.

Bajo la intensidad lentamente, para luego quedar dándonos castos besos, ella dio unos cerca de mis labios, en mi mejilla y luego guardo su rostro en mi cuello, permanecí allí, abrazándola, no la quería soltar, sus brazos caían suavemente sobre los míos con sus manos en mis hombros. Olí su cabello, su aroma rico como siempre.

No se por cuánto duramos así, quizás diez minutos o más, pero no me importaba, podía durar una eternidad así junto a ella…- Justin.- susurró.

-Dime…

-Gracias, gracias por aceptarme…- dijo, cerré mis ojos.- Gracias por estar estas noches junto a mí. Prometo dejarte entrar en la cama esta vez.- sonreí.- El sofá debe ser incómodo.

-No lo es cuando lo único que hago es mirarte.

-¿Me miras?

-Siempre…- dije sonriendo satisfecho.

-Acosador…- comentó. Sonreí, sentí su sonrisa chocar en mi pecho.

-Guardián querrás decir.

-¿Eres mi guardián?

-Hasta que no pueda más.- le dije. Ella se separó un poco y me miró, la miré.

-Es solo una excusa para poder acosarme…-dijo ella sonriendo.

-Se supone que tu no debes saberlo.- sonrió. Su risita se escuchó en un eco entre los árboles.

-Yo también…- comentó con la mirada abajo aún con una leve sonrisa en sus labios.

-¿Tú también qué?- le pregunté.- ¿Tú también me acosas?- sonreí.

Ella río.- No tonto.- dijo y golpeó suave mi pecho.- Yo también… te amo.- dijo y escondió su rostro en mi cuello. Sonreí. De seguro estaba sonrojada. No la intimide, me quede es silencio, quería que lo repitiera por siempre… quería escucharlo siempre.

Luego de un momento ella se separó de mí.- Es un lindo lugar…- dijo ya fuera mis brazos y mirado a su alrededor. Asentí.- Nunca había visto uno igual…

-Los chicos y yo solíamos venir acá cuando estábamos pequeños.- sonreí.- Ryan al parecer lo ha visitado algunas veces… Yo sin embargo…- suspiré.- tenía pensado que esto no lo volvería a ver…

-¿Por qué?- me miro  con curiosidad.

-Soy un chico rudo.- dije sonriendo.

-Pues si…- dijo ella en un suspiró.

Fruncí mis cejas.- ¿Lo soy?- le pregunte.

-Nunca había visto esta parte de ti.- la mire sin entender.- Lo tierno, lo dulce… lo..

-¿Gay?- dije.

-No, tú parte tierna…

-No habíamos tenido un momento así ¿verdad?- le pregunté ella me miro.- me refiero a ser así, sin mi…

-Sin tu armadura y traje de bravucón…- comentó. Asentí.- No…- dijo.

-Pues entonces hay que disfrutar este momento.- le guiñe el ojo. Ella sonrió un poco sonrojada.

-¿Por qué no te muestras como eres en realidad?- me preguntó mientras comenzábamos a caminar devuelta a los chicos…

-Las cosas no me lo permiten…

-¿Y por qué conmigo lo eres?

-Eres clase aparte.- sonreí.- Para ti soy lo que tú quieras…

-¿En serio?- preguntó. Asentí sonriendo.- Luego no te arrepientas de haber dicho eso.

-No lo haré.- dije y la abrace mientras caminábamos.


Llegamos a donde se encontraban Fabiana y Ryan… ___ sonrió, se sentía mejor o eso se veía, no feliz del todo, pero si mejor. Los chicos se encontraban con una gran sabana sobre el pasto, tenían tazas con comida, algunas bebidas, frutas, panecillos…

-Han regresado.- dijo Fabiana.

-Te dije que lo harían.- le comentó Ryan. Sonreí.- Os veo una buena imagen chicos.- dijo y rodeé mis ojos, ___ sonrió. Nos sentamos junto a ellos en el lugar del picnic, si eso era, un picnic.

-Deberíamos venir con frecuencia acá, es muy lindo el lugar…- comentó Fabiana.

-O solo quieres pasar rato con Ryan…- comenté, ella se puso roja, ___ sonrió. Ryan atoró con un poco de pan, me burlé de él.- ¿Acaso pasa algo que no sepamos?- pregunte.

-Deberías no sacar conclusiones Bieber.- dijo Ryan. Sonreí.- Fabiana ni siquiera te conoce.

-Oh que mal educado soy.- dije sonriendo, extendí mi mano hacía ella.- Justin.- le dije. Ella sonrió respondiendo con su nombre.- Bueno ya la conozco.- ___ sonrió.

-Podríamos venir algunas veces después de esta…- comentó Ryan.

-Ay Ryan…- le dije y le hice un movimiento de cejas, él soltó un golpe hacia mi brazo, Fabiana rió y ___ sonrió.- Yo no eh dicho nada.- dije insinuándole algo, él solo rodó los ojos, reí un poco y continuamos comiendo.

-Podríamos quedarnos hasta tarde acá a ver como es de noche…- comentó ___.

-No hemos venido preparados para quedarnos hasta tarde…- dijo Ryan mientras metía un bocado de pan en su boca.

-Si lo dices por la comida, ya te la estas acabando toda.- sonreí.

-¿Podemos hacer lo que dice ___?

-Podríamos acampar mañana aquí.- le dije a ___. Ella asintió. Le guiñe sonriéndole.
-Pero mañana no podre.- señalo Fabiana.- Mañana debo ir a la universidad en la noche para ver las clases que eh perdido…- hizo puchero.

-Bueno entonces será otro día.- dijo Ryan y suspiro decepcionado. Y yo, yo no podía creer que el mismísimo Ryan estuviese cayendo como yo frente a una chica.- ¿De qué te ríes?- dijo Ryan golpeándome en el brazo, parpadee un par de veces y le mire.

-Solo estaba pensando en algo.- dije poniéndome serio.- Y está bien, vendremos otro día.- dije, mire a ___ quien comía en silencio. Sonreí a medias, era tan hermosa, y no podía creer que hace poco había aceptado que la amo. Baje la mirada hacía mis piernas, me estaba perdiendo en ella.

Sentí un pequeño rose en mis manos, mire y era ella acariciándolas un poco, la mire a los ojos, ella continuaba tocándome apenas con la yemas de sus dedos, cohibida, como con miedo. Le regale una sonrisa y le tomé de la mano, no la odia ni la aborrecía como ella quizás aún lo pensaba.

La tarde paso, mientras estaba junto ___ sentado sobre la sabana veíamos a Ryan y a Fabiana jugar corriendo en el pasto. ___ los miraba perdidamente, como si en realidad no les viera, como si pensara, como si pasara algo por su mente, suspire, Ryan me lanzó pasto suelto encima y ___ sonrió mirando la escena, me puse de pie rápidamente mientras corría tras él y lo alcanzaba para luego lanzarlo al suelo y hacer un poco de lucha libre.


Las horas se fueron volando… ya la tarde comenzaba a caer así que recogimos todo entre Ryan y yo y lo llevamos a su auto. Subimos nuevamente la colina por las chicas, le sonreí a ___ quien me esperaba frotando sus brazos por la brisa fría que comenzaba a hacer.

-¿Qué tal si hacemos una carrera?- comentó Fabiana.

-Me gustaría mucho…- respondió Ryan quién es competitivo por naturaleza.

-Bueno sería Justin y ___ contra nosotros.- dijo ella, él asintió indiferente y se encogió de hombros. Sonreí.

-¿Cuál sería el premio?- pregunte.

-Divertirnos.- dijo ella sonriendo.

Divertirnos. No era algo valioso, comida o dinero… pero era bueno, o al menos para ___.

-Perfecto.- dije sonriendo.- Acepto.

-Justin no soy rápida.- me susurró ___ un poco apenada. Yo la mire y sonreí.

-Lo serás.- le dije sonriendo. Ella sonrió.

-Bueno empecemos.- dijo Fabiana. Nos acomodamos los cuatros en una misma línea y distancia. Sonreí. La colina no era muy inclinada así que no me iría de boca.-Debe llegar la pareja completa antes que la otra.- asentí.- a la una, a  las dos, ¡a las tres!- gritó seguidamente de una risita y comenzamos a correr los cuatros.

___ corría casi igual de rápida que Fabiana y yo igual o más rápido que Ryan. Fabiana iba bajando velocidad poco a poco a medida que avanzaba y se cansaba Ryan se detuvo y la tomo por la mano llevándola de arrastras con él, ___ venía sonriendo apenada, sus piernas no le daban más velocidad así que la espere.- Lo siento.- dijo ella llegando a mí.

-Aún no ha terminado.- le dije sonriendo, ella frunció su ceño.- súbete.- le dije dándole la espalda.- Apresúrate.- le dije, ella hizo lo que le dije sonreí y la acomode bien sobre mi espalda sujetando muy bien sus piernas.

Comencé a correr para alcanzar la ventaja que los chicos nos llevaban.- No me dejes caer.- chillo ella entre risas mientras se apretaba más a mi cuerpo.

-Jamás te dejare caer.- le dije, al mismo momento alcancé a los chicos y los sobrepase ya que iba colina abajo, aunque sentía que caería de boca no fue así.

-Hacen lo mismo.- me dijo ___ quien había visto a Ryan tomar a Fabiana sobre su espalda, yo no podía frenar, llevaba demasiada velocidad.

Al llegar abajo logre detenerme antes de chocar contra un árbol o quizás un poco con mi propio auto, ___ bajo de mi espalda y me di la vuelta para mirar, capturando así el momento en que Ryan perdía el control en sus piernas y se iba de boca con Fabiana encima, comencé a reírme de una manera tal que el estomagó comenzó a dolerme y caí en el suelo mientras reía, ___ también reía, escuche su risa por un momento luego de que yo dejara de reírme tan alto.

Cuando me recupere vi a Ryan acercarse mientras sacudía sus pantalones y Fabiana hacia lo mismo con su braga de campo, sonreí ella se había raspado un poco sus manos y Ryan sus brazos.- Deja de reírte Bieber.

-No tengo culpa que quisieras hacer lo mismo que yo

-Cállate.

-¿O solo te duele el haber perdido?- dije aun riendo.

Desactive los seguros de mi auto y Ryan hizo lo mismo. Fabiana subió al asiento de adelante junto a Ryan, ___ me miró sin saber qué hacer.

-Si deseas puedes regresar conmigo.- dije mirándola, ella asintió, se alejó del auto de Ryan para subirse a mi auto en la parte de adelante.

Aceleré el auto y lo puse en marcha luego de que Ryan hiciera lo mismo. Conduje en silencio por el largo camino, la oscuridad nos comenzó a rodear, las luces de la ciudad comenzaban a brillar. Con un botón incline el asiento de ___, ella me miro sin entender.- Descansa, debes estar cansada, te avisare cuando lleguemos.- ella asintió y se recostó al asiento. Encendí la radio mientras conducía en silencio. La mire en un par de ocasiones, se veía tan hermosa así, en un momento note que ya estaba dormida, tan serena, tan indefensa.

Conduje con cuidado hasta llegar a la casa de todos, guarde el auto en el aparcamiento, ya Ryan había llegado antes que yo. Me baje del auto y pase frete a este para llegar al lado de ___, abrí la puerta y la mire.- ___...- la llamé mientras acomodaba su cabello.- ___ nena…- la llame. No despertó así que la baje del auto y la lleve en mis brazos hacía adentro de la casa, los chicos que estaban en la sala me miraron pero no mencionaron nada, seguí hasta mi habitación y entre como pude y me dirigí a la cama, depositando sobre ella a ___ quien caía ligeramente sobre las almohadas y se acomodaba para conciliar mejor el sueño, la mire un rato para luego sentir mis parpados pesados, iba a morir si continuaba sin dormir.

Sonreí al mirarla por séptima vez, estaba hermosa. Fui hasta sus pies y quite las sandalias que llevaba puestas, las deje a un lado de la cama, me desvestí, me fui a duchar, luego de salir me coloque unos monos y una guardacamisa para así dormir, o mejor dicho sentarme en el mueble a observarle.

-¡DÉJAME! ¡DÉJAME!- gritó ___, abrí mis ojos cuando comenzaba a conciliar el sueño,  la miré estaba sudando, estaba dormida.- ¡DÉJAME!- gritó nuevamente, me puse de pie y me acerque a ella y la tome por los brazos para que dejara de moverlos, la sacudí un poco para despertarla, ella despertó gritando- ¿DÓNDE ESTOY?- miro a los lados.- ¡DÉJAME!- grito.

-___ Amor soy yo…- la miré.- Justin, ya estás en casa cariño…- le comente. Ella me miró de repente y logró conocerme en la oscuridad. Se calmó y volvió a caer sobre las almohadas.- Descansa, estaré acá.- le dije mientras acariciaba su cabello y ella cerraba los ojos para sumergirse nuevamente en el sueño.


Suspiré y me senté nuevamente en el sofá frente a la cama, restregué mis ojos y mire a ___. Los parpados se volvieron pesados nuevamente, esta vez me acomode un poco en el mueble aunque era difícil dormir sentado… comencé a conciliar el sueño.

7 may 2015

CAPITULO 30

HATE - ODIO.





-¿Ey? ¿___?- me llamó Kyle.- Ha llegado Fabiola por ti…- me susurró. Asentí.

Salí de la habitación y baje las escaleras de madera hasta llegar a la sala, Kyle venía tras de mí, me di la vuelta y antes de que pudiera llegar a la puerta le detuve.- Creo que es mejor que no te vea…- le miré, él me miro sin entender.- Creo que ella, no te tiene suficiente confianza y no quiero que confunda las cosas.- él asintió con sus ojos abierto, tan expresivos, me dieron ganas de abrazarle y quedarme con él, donde por alguna razón me sentía protegida.

Me despedí de él con un pequeño abrazo y él se hizo a un lado ocultándose de la vista de la puerta, sonreí a medía y termine de llegar a la puerta, la abrí con el rostro en dirección al suelo. Cerré rápidamente, ella se encontraba allí afuera con sus brazos cruzados por el frió. Me di la vuelta quedando frente a ella, ella inclino un poco la cabeza hacia un lado para verme y frunció su ceño.

Camine hacia ella mirando el suelo y encogida dentro de lo que antes era mi suéter. -¿___?- pregunto. Ya casi llegaba a ella, así que levante mi rostro golpeado y le sonreí un poco encogiéndome de hombros. Sus ojos se abrieron.- ¡JESUSCRISTO! ¡___! ¿QUÉ TE HA SUCEDIDO?- dijo gritando y moviéndose rápidamente hacía mí mientras lloraba. Me encogí más de hombros.-___  ¿QUE TE HA SUCEDIDO?- me preguntó llorando, comencé a llorar y la abrace.- OH DIOS MIO.- lloró mientras me abrazaba. Me aferré a ella tanto como quería aferrarme al rayito de luz que entraba por el hoyuelo del techo de aquel almacén, me aferre a ella como si no tuviera a nadie más. El miedo había vuelto a mí, como si lo estuviera viendo a él frente a mí.- DIME QUE TE SUCEDIÓ.- dijo aun abrazándome. No respondí continué llorando, me había guardado todo frente a Kyle, necesitaba llorar, mostrarme débil.- Llamaré a la policía.- comentó.

-¡NO, NO!- le dije y me separe de ella.- Solo llévame a casa…- la miré.

-___ ¡MIRA COMO ESTAS!- dijo con lágrimas en sus mejillas.

-Por favor llévame a casa…- le dije abrazándome a mí misma.

Ella se quedó un momento tomando aire por la boca, me miró y seco sus lágrimas.- Bien, vamos.- me dijo y me abrazó llevándome hasta el lugar del copiloto, cerró la puerta y se subió al auto, lo encendió y lo puso en marcha.- Dime, ¿te sucedió todo eso en esa casa?

-No, no.- dije y me adentre en el asiento queriendo desaparecer.- Allí vive alguien que me ayudo…- cerré mis ojos, pero las imágenes venían a mi mente así que solo mire el pavimento que comenzaba a humedecerse por la lluvia.

-___...- dijo mientras secaba con el dorso de su mano su mejilla.- que mierda ha sucedido…- lloró nuevamente pero se contenía porque iba conduciendo.

-Vamos a tu casa.- le dije.- No puedo llegar a que mi madre así.- ella me miró y asintió aun con dolor.- Estoy bien…- fingí una sonrisa y me encogí de hombros.- No es nada de otro mundo.- baje la mirada. Mordí mi labio sin querer llorar más. Respiré profundamente y mire hacia adelante…

-¿Me contaras lo sucedido?- preguntó ella como si no quisiera saber. Asentí. Ella manejo con cuidado hasta llegar a su casa, estaciono el auto en el aparcamiento y bajamos, entramos por la puerta de atrás y fuimos inmediatamente a su habitación, me senté en la cama y la miré, ella aún tenía sus ojos humedecidos.

Sequé mi mejilla y le miré. Le sonreí un poco, se veía chistoso que llorara por tan solo verme así.-No te rías, no le veo gracia a esto.- dijo a lo que parecía estar molesta. Baje la mirada quitando la sonrisa de mi rostro.

-Han abusado de mí.- no la miré, pero de reflejo vi que no se mutó, se quedó quieta, como si fuera un monumento.

-___...- dijo en un susurró, seguidamente tapo su boca y rompió en llanto. Baje la mirada, no quería llorar, no ganaba nada con llorar.


Luego de un momento todo lo que hizo fue correr hacía mí y abrazarme, por supuesto que lloré, necesitaba sacar eso de mí. Necesitaba desahogarme un poco.

-Llamaré a la policía.- dijo de repente.

-¿QUÉ?- dije y de inmediato deje de llorar.- No puedes hacer eso, no lo harás, ¿okey?- le miré.

-¡¿POR QUÉ NO?!

-¡Porqué me matarán si digo algo!- le dije y tape mi cara comenzando a llorar.

-¡Pues no puedo quedarme de brazos cruzados mientras te veo así!

-¡Pues entonces me voy!- me levante de la cama y salí de la habitación. Baje las escaleras y tomé mi celular. Busque mis contactos y visualice Kyle, marqué para llamar y camine con prisa. Contestó.- Por favor ven  buscarme.- dije sin siquiera dejarle hablar y dicte la dirección mientras lloraba. Colgué la llamada inmediatamente.

-¡___! ¡EY! ¡ESPERA!- dijo Fabi mientras venía tras de mi con un poco de prisa.

-No puedes mantenerte callada mientras me vez, pues me voy para que se te pase.- me di la vuelta para mirarle.- Pues nos veremos luego.- dije y continué caminando.

-Si te han amenazado de muerte ¿por qué irte a la calle arriesgándote nuevamente?

-¡PORQUE YA NO TENGO NADA QUE PERDER!- le grité y rompí en llanto.- Mi poca dignidad la eh perdido.- comenté.- No es nada fácil esto y aun así estoy aquí en vez de estar en un acantilado tratando de quitarme la vida.- sequé mis lágrimas.

-¿QUIÉN?- pronunció llorando calmadamente.

-¿Quién qué?- dije frunciendo un poco mi ceño.

-¿Quién te hizo esto?- me preguntó.

-No lo sé.- baje la mirada.

-Por supuesto que lo sabes…- susurro animándome a que le dijera.

-Es…- unas llantas de un auto se escucharon chillar sobre el asfalto. Nos dimos la vuelta ya que nos encontrábamos frente a su casa. Un auto deportivo se detuvo en seco e inmediatamente se bajó un chico. Entrecerré mis ojos para enfocar la vista y ver a…

-¿Quién es ese?- me preguntó Fabi al ver al chico dirigirse con rapidez hacia nosotras.

-¿Qué sucede?- dijo preocupado y mirándonos. Escaneó a Fabiola con la mirada y luego la posó sobre mí.

-Ry-Ryan.- logré decir.- ¿qué haces aquí?

-Me has llamado. ¿Estás bien? ¿Qué te sucedió?- me pregunto, tome la orilla del suéter y la cerré más.

-Ryan…- susurró Fabiola para sí misma sin que él lograra escucharla. Ella sabía quién era.

-Yo…- dije confundida, se suponía que había llamado era a Kyle.

-¿QUÉ TE SUCEDIÓ?- preguntó por segunda vez y esta vez obligándome con su voz a querer decirle. Negué con la cabeza y baje la mirada.- Dime ___.- tragué saliva.

-Tuvo un accidente.- dijo Fabiola a mi rescate.

-¿Qué clase de accidente?- preguntó, un silencio se hizo entre nosotras.- ¡___!- me llamó y brinque en mi lugar.

-Eh tenido un accidente, solo eso.- dije sin mirarlo.

Él quitó mis brazos los cuales yo tenía cruzados frente a mí. Rápidamente abrió el suéter viéndome en brasier y el cuerpo marcado, lo cerró inmediatamente y me levanto la cara.- ¿Quién fue el desgraciado que te hizo esto?- me preguntó con su mandíbula tensa.

-No es nada.- trate de bajar mi rostro mientras acomodaba mi suéter.

-¡DIME!

-Abusaron de mí…- susurré más para mí misma que para él.

-¡MALDICIÓN!- gritó y Fabiola y yo brincamos en nuestros lugares. Él tomo su cabello en forma de desesperación. Yo comencé a llorar y Fabiola también.- ___...- dijo con voz más relajada…- Linda…- tomó mi mentón.- Dime… dime quien te hizo esto…- dijo con voz suave.

Lo abrace y comencé a llorar. Él me abrazó, su pecho era tan cálido, necesitaba sentirme protegida.- Llévame a un lugar seguro por favor.- dije llorando.

-Le avisare a Justin…- comentó.

-¡NO!- dije y me separé rápidamente de él.- No puedes.- le dije.- Él no debe saber.- sequé mis mejillas pero las lágrimas continuaban saliendo.- no debes decirle… por favor.- dije queriendo llorar más.

-___ necesito que…

-Por favor…- le repetí.- Soló llévame a un lugar seguro…- lloré.

Él asintió. Me rodeó con su brazo y me llevo a su lado hasta el auto, abrió la puerta de atrás y subí, él continuó detenido allí le mire un poco y le vi hacerle una señal a Fabiola, la cual corrió hasta la puerta de la casa, entro, y luego salió cerrando la puerta tras ella y caminando al auto rápidamente para subirse, él cerró la puerta y rodeó el auto para subirse en su lugar correspondido.

Aceleró y puso en marcha al auto.- Trata de dormir…- me comentó Fabiola que iba a mi lado y acarició mi cabello cuando acomode mi cabeza encima de sus piernas.- Te avisare cuando lleguemos.- Asentí. Cerré los ojos haciendo que salieran otras lágrimas… ella acarició mi cabello, era difícil dormirme si cada vez que cerraba los ojos le veía a él abusando de mí.




Entre a la casa, era la casa de los chicos, me sentía un poco asustada, había sido abusada, otro hombre me había hecho de él y Justin lo sabría, me odiaría, comencé a llorar, de las escaleras aparecieron los chicos, ellos me miraban sorprendidos, Justin no estaba, Ryan estaba un poco separado de mí y a su lado se encontraba Fabiola, me sentía en algo como un JUCIO, ¿me iban a juzgar? ¿Qué me iban a decir?

Deje de mirarles, pero solo fue por un momento hasta ver que se movieron, lleve la mirada hacia ellos, ellos se habrían paso, si, entre ellos salía Justin, serio, su mandíbula tensa, mirándome con… no sé cómo definirlo, me miraba con asco, con rabia, con odio, con todo lo referente a eso, y yo, me sentía mal, quería explicarle lo que había sucedido, pero nada, nada me lo permitía, las voces no salían de mi boca, solo la respiración.

-¿Cómo pudiste?- pronunció con asco mirándome por encima de mí. Sin siquiera darme una mirada normal.

-Jus… Justin

-Eres una perra.- dijo, está vez sin mirarme, me odiaba.- Lárgate de este lugar.

-No fue mi culpa…

-Todas dicen eso.

-Just…

-¡LARGATE!- me gritó y se dio la vuelta.- Antes de mañana la quiero fuera de esta casa, no la quiero ver  jamás, ¿entendido?- dijo mientras pasaba por donde se encontraban los chicos y ellos asentían dándole paso para que subiera las escaleras.

Me había juzgado sin saber… me ha creído una perra, me ha creído lo peor… me paralice, era algo absurdo, era estúpido, era inútil. Y si, en parte me sentí como una maldita perra. Yo debía de haber sido solo de él. De él y de nadie más.






Respire profundamente levantándome de golpe, quede sentada y un dolor de cabeza me acompañaba esta vez. Respire agitadamente mirando a mis lados, logre enfocar la mirada y vi a Fabi. Me relaje, solo había sido un sueño.

-¿Estas bien? Te estaba llamando para decirte que ya hemos llegado…- comento en voz baja, estábamos dentro del auto, en un aparcamiento, Ryan se encontraba afuera mientras abría la puerta. Asentí.- Estas sudando…- me miro un poco preocupada y toco mi frente.- Por Dios ___ estas ardiendo en fiebre…

-Estoy bien…- le comenté.- No es nada.- Claro que no era nada, no era nada comparado con que abusaran de ti.

-¿Listas?- preguntó Ryan, asentí y baje del auto, seguido de mi lo hizo Fabiola.- ¿Estas bien?- me preguntó, asentí con la mirada baja.- Eres fuerte.- dijo poniendo su mano en mi hombro dándome fuerzas, estuve a punto de caer de rodillas. Tragué saliva y entramos por la puerta de la casa que estaba allí en el aparcamiento.

No puede ser. Me detuve de inmediato. Estaba en la casa de los chicos.- ¿Por qué me has traído acá?- le miré.- Te dije que no se lo dijeras a Justin.- comencé a preocuparme más de lo debido y comencé a temblar, a llorar.

-Este es el lugar más seguro que eh encontrado ___.- me dijo.- Debes entender que solo quiero el bien para ti.- lloré.- Los chicos y yo nos encargaremos de cuidarte…

-Te dije que no quería que le dijeras.- lloré.

-Lo siento linda, pero él debe saberlo.- me levanto la cara.- Estaré siempre contigo, ¿okey? Te cuidare de todo como si fuese el mismísimo Justin.- apreté mis labios debía ser fuerte como él lo había dicho, tenía que serlo, asentí.

Camine junto a Fabiola tras él, como si no conociera nada, en verdad no quería estar allí, no quería que Justin se enterara de nada. Pero allí estaba, con fiebre, dolor de cabeza, y asumiendo que debía pasar esto. En algún momento. Sentía pánico, no quería que él reaccionara de la misma manera que en el sueño. No podía dejar de tragar grueso, me encontraba demasiado nerviosa como para estarme tan quieta.

Nos detuvimos en la sala, los chicos se escuchaban en la cocina. Ryan me miro y asintió, dejándome claro que iría por ellos. Me abracé a mí misma frotando mis brazos dándome fuerza, le vi comenzar a caminar y me di la vuelta para mirar a Fabi. Ella estaba igual de preocupada y asustada que yo.

-Sácame de acá por favor…- le dije.

-___ lo siento…- me dijo triste.- Pero acá estas a salvo…

-No me querrá.- le miré.- Lo eh visto en mis sueños, él me aborrecerá por haber sido de otro hombre.

-Él debe entender.- me dijo en un susurró, si, estábamos hablando en susurros.- Se fuerte.- puso su mano en mi hombro.- Pase lo que pase estarás bien y él entenderá.- me miro a los ojos, se veía una pequeña luz de tranquilidad en ellos, pero no, yo no podía estar tranquila. Apreté mis labios, necesitaba salir de esta casa, no podía quedarme ahí sabiendo que Justin me aborrecerá.




*JUSTIN*


Estaba hablando con los chicos sonriendo.- Tu hermana me tomo el celular.- le dije a Khalil.- Y entonces… creo que estaba llamando a ___ o ella había llamado, los testículos se me subieron a la garganta de los nervios.- los chicos rieron  junto a mí.

-Quien iba a decir que Bieber estaría nervioso por unas chicas.- comentó Christian.

-Es que ___ no es cualquier chica…- sonreí.- Además Embel… ella…- me contuve de decir lo sexy que era frente a Khalil quien estaba serio porque hablábamos de su hermana.

-Embel está buena.- Comentó Chaz. Reímos cuando Khalil le dio una mirada furiosa.

-¡Dejen de joder!- dijo ya serió. Los chicos y yo reímos.

-Y ni hablar de lo buena que es en…

-Lo dices y te mató.- me miro molesto. Reí.

-¿En la cama?- preguntó Christian para enfurecerlo más. Contuve mi risa al verle ponerse rígido.

-Ya, está bien.- dije, había escuchado el auto de Ryan llegar quien nos había dejado tan repentinamente.- Khalil…- lo miré, me miro furioso.- Solo fui por el envió…- sonreí.- Nada que ver con tu hermana…- le envié un beso haciendo que negara con un movimiento de cabeza y los chicos rieran nuevamente.- Pero.- le dije.- Ahora debo ver cómo le explico a ___ todo eso.- di un suspiró, los chicos se rieron de mí y Khalil les acompaño.

Ryan entro por la puerta de la cocina, rígido, rojo, eso me preocupada, pocas cosas lo ponían a él de esta manera, todos lo notamos, nos dejamos de reír y le mire.- ¿Qué te ha sucedido broth?- le pregunte palmeándole en hombro.

-Justin…- tragó grueso, comenzaba a preocuparme.- Debes tomar las cosas con calma ¿vale?

-¿A qué te refieres?- le mire de arriba abajo.- Di lo que tienes que decir.

-Si broth, dilo.- dijo Khalil.

Le vi dar un suspiro y mirarme preparado para decir algo.- Es algo difícil, pero, bueno está bien…

-¿De qué hablas?- me preocupe.- Dilo de una buena vez.

-Es ___.- comentó. El corazón se me detuvo, toda la habitación se quedó en silencio. Sentí que mis piernas flaquearon mientras la sangre comenzaba a burbujearme.

-¿Qué es? ¿Qué le paso? ¿Dónde está? ¡DIME!- le dije.

-Abusaron de ella…- me miró.- Justin debes tomarlo con calma.- tense mi mandíbula, cerré mis manos en puños...- Esta en la sala…

No dije nada, le fui a pasar por un lado cuando se atravesó en mi camino.- ¡QUITATE!- le dije o más bien le grite, él tenía sus manos en alto.

-Detente, debes pensar las cosas y tomarlo con calma.- me dijo, no lo escuche, lo hice a un lado y salí de la cocina dirigiéndome a la sala. La vi detenida allí, los chicos detrás de mí y Ryan se colocó nuevamente delante de mí- Debes calmarte.- me dijo, lo aparte.




*___.*


Estaba de frente a Fabiola, le mire preocupada, se escuchaban algunos murmullos en la cocina, ella empalideció un poco mirando tras de mí y lo supe, estaba allí. Él estaba allí. Cerré mis ojos y contuve la respiración.- Debes calmarte.- escuche a Ryan decir. ¿Él me odiaba? ¿Qué iba hacer él?

Me di la vuelta poco a poco, para verle, mi respiración lenta, Ryan tras de él, los chicos mirando la escena preocupados. Levante la mirada para verle mejor. Justin dio tres pasos y se detuvo al instante que me vio completamente. Trague saliva.

-___.- susurró para sí mismo pero logré leerle los labios. Mantuve mis brazos frente a mí, sosteniendo mi suéter roto. Una repentina lágrima recorrió mi mejilla. Parpadeé mirándolo allí detenido, tenía que esperar su palabra, ¿Me estaba odiando? ¿Qué pasaba por su mente?

Dio dos pasos más hacia adelante, lo noté, no lo podía creer, él no podía creer lo que veía. Baje la mirada, no podía soportarlo.- Justin… ella está bien…- le comentó Christian, a quien vi cuando levante la mirada nuevamente.

-¡NO ME DIGAS QUE ESTA BIEN!- gritó. Brinqué en mi lugar.- ¡¿ACASO NO LA VEZ?!- gritó nuevamente, mi corazón se rompía.  Mordí mis labios, estaba a punto de quebrarme frente a todos.

Le vi darse la vuelta para dirigirse a otro lugar, mordí más mi labio. Me aborrecía. Jadeé y me di la vuelta para mirar a Fabiola, me estaba rompiendo, estaba cayendo y nadie me agarraba.

Fabiola negó con un movimiento de cabeza algo, no sé qué, quizás trataba de decirme que él no me aborrecía, que no era lo que yo creía, o trataba de decirme que no me rompiera, que debía ser fuerte, pero no podía, mis fuerzas se habían ido, mi única esperanza de fuerza me acababa de dar la espalda para irse a otro lugar.

-Sácame de aquí.- dije en algo menos que un susurró, una salida de mi último aliento, no tenía aire en mis pulmones.- No puedo respirar.- le dije tomando mi pecho, estaba rompiéndome, lo sentía.

Ella fue a pronunciar algo cuando se detuvo y yo sentía no poder respirar. Jadeé. ¿Qué sucedía? ¿Acaso no me había escuchado? Jadeé en busca de aire. Tome una bocanada de aire la cual no lograba sentir en mis pulmones y unos brazos me rodearon, me apretaron, me sostuvieron.- Estoy aquí contigo, estarás bien.- escuche un susurro tras de mí. Mire a Fabiola, era él, era Justin. No me aborrecía. Las lágrimas continuaron saliendo, estaba rota, pero ahora, ahora podía soportarlo.- Perdóname…- le escuche decir, mientras su pecho se pegaba a mi espalda y su voz sonaba herida. No entendía, ¿Por qué me pedía perdón?- Perdón por no estar cuando me necesitabas.- Su boca se posó sobre mi hombro, su respiración era entrecortada.- Solo dime quien fue el desgraciado que te hizo esto…- me encontraba mal, no necesitaba venganza, lo necesitaba a él, dándome fuerzas.

Mis brazos cayeron encima de los de él. Lo rocé, aunque me sentía sucia para él, sentía una gran necesidad de abrazarlo. Algunas lágrimas cayeron en sus brazos, él de un momento a otro me dio la vuelta y me envolvió en sus brazos, me había atrapado, no me había dejado caer, estaba ahí, no me aborrecía. Lloré en su regazo, a pesar de que él no me aborrecía quería morir por lo que me había pasado.- Estarás bien conmigo.- me apretó más.- Te cuidare como mi propio corazón.- me susurró al oído, levanto su rostro un poco y deposito un beso en mi frente, yo permanecía con el rostro escondido en su pecho.

-Deberían…- comentó Khalil y aclaro su garganta.- Deberías llevarla a descansar.- Yo continuaba llorando en silencio, sentí Justin asentir y yo me separe un poco para comenzar a camina junto a él aunque me llevaba aun abrazada, sequé mis lágrimas, pase por un lado de Fabiola quien me miro con... Si, con lastima.

-Ven conmigo.- escuche que Ryan le dijo a Fabiola. Ella también estaría bien, mejor que yo por no estar pasando esto.

Mi cuerpo me dolía, las lágrimas no dejaban de salir aunque las secaba continuamente.- Puedes llorar todo lo que quieras.- dijo él con voz fría, estaba firme junto a mí, era como si estuviéramos en un campo de batalla y él me cubriera de todas las cosas. Mis lágrimas continuaron saliendo, no las podía detener, debía dejarlas salir, debía sacar todo…

Subimos las escaleras hasta su habitación, él abrió la puerta para mí y pase y vi la cama, lloré al recordar el mal momento, baje la mirada, escuche la puerta cerrarse detrás de mí, él estaba en la habitación, lo sentía allí, su respiración áspera lo podía escuchar. Tome mis manos y apreté mis dedos ¿Qué debía hacer? ¿Qué debía decir? Me miré un poco las zapatillas, mis pies se encontraban un poco sucios, mis pantalones… recordé cuando él los quitaba y pasaba su lengua asquerosamente por mis piernas, corrí hasta el baño donde levante la tapa del inodoro y me arrodille en el suelo para vomitar.

Al terminar limpie mi boca con el dorso de mi mano donde llegaba el suéter. Mis lágrimas salieron, me tenía asco a mí misma ¿Cómo Justin no iba a tenerme asco? Caí sentada para comenzar a llorar pero vi sus zapatos, me detuve, subí la mirada y le vi, allí detenido, rígido, como si fuese de yeso, pero su mejilla tenía un camino húmedo, una lágrima que aún no caía de su barbilla. Baje la mirada rápidamente.- No te sientas así…- le escuche decirme, pero no se movía de su lugar.

-Lo siento…- susurré. Sin mirarle, estaba avergonzada, me aborrecía a mí misma.

-No tienes nada que sentir.- dijo caminando hacia mí y levantándome del suelo.

Quedé de pie frente a él. Él no dijo nada, permaneció en silencio, permanecimos en silencio, era tan… extraño. Su mano subió hasta mi mejilla y su dedo pulgar me acarició, sin querer esquive su tacto al recordar la misma caricia hecha por Laureen. Luego miré alarmada a Justin, él bajo la mirada y bajo su mano cerrándola en un puño, volviendo sus nudillos en blanco, tapé mi boca, un gemido de dolor salió, no pensé que lo rechazaría. Las lágrimas comenzaron a salir rápidamente.

-¿Quieres ir a dormir?- me pregunto.

-Preferiría tomar un baño primero…- susurré sin mirarle.

Él asintió, abrió la puerta del lugar de la ducha y abrió el grifo de donde comenzó a salir el agua, lo puso en calentador, luego salió del lugar…- Prefieres que me…

-Si.- le dije.- Necesito...

-Entiendo.- dijo. Me miró por última vez y salió de baño.

Luego de que él saliera, quité mis zapatillas, luego el pantalón, mientras veía mis piernas comencé a llorar, estaba asqueada de mi misma, recordar sus manos por mi cuerpo era lo peor, quite el suéter y lo deje caer al suelo con la demás ropa, el espejo estaba tras de mí, no me quería ver, no quería verme, así que quite mi brasier y mi braga la cual… estaba manchada de sangre. Lloré más, me dolía mi cuerpo, mi entrepierna, mis senos tenían chupetes, mis piernas marcas de palmas de la mano.

No podía, no podía terminar de romperme… entre al lugar de la ducha.- ¿Puedo ayudarte?- me di la vuelta y vi a Fabiola, ella me miraba con lastima, pero a pesar de todo, no sentía pena de que me viera desnuda. Asentí. Ella sonrió un poco y entro al lugar de la ducha sin zapatos.

La tina estaba ya llena con el agua tibia así que entre allí y me senté, las lágrimas comenzaron a salir, ella subió sus pantalones un poco y se sentó en la orilla de la tina, tomo una esponja y el jabón líquido, deposito un poco en mi espalda para luego pasar la esponja, quede sentada con mis rodillas frente a mis senos, abrace mis piernas mientras ella fregaba mi espalda. Comencé a llorar, nada era mejor que llorar en el baño, estaba libre aunque Fabiola estuviese allí.

Ella comenzó a tararear una canción mis lágrimas caían más seguido. Comencé a quejarme del dolor, el sonido salía de mi boca, no era dolor físico era dolor del alma, gemí mientras lloraba y en oportunidades reprimí los gritos. Apreté mis uñas en mi piel, y mis nudillos se volvía blancos, Fabiola seguía tarareando la canción mientras sus lágrimas salían. Era mi dolor el peor de todos, no le deseaba nada de esto a nadie.

Grité, no los reprimí, grite y llore en el entierro de mi propia dignidad, de mi propia alma, de mí ser. Apreté mis dientes, no quería, no quería vivir, había caído completamente en cuenta de todo lo que había sucedido y no quería vivir. No sintiendo esto dentro de mí, ¡NO!.

Fabiola continuó llorando al ver mi dolor. No, no era cualquier cosa. Escuchaba ruido a mí alrededor y no sabía definir de donde provenían. Levante la mirada y vi un pequeño espejo donde logre ver mi rostro, moreteado y golpeado. Continué llorando, y continué clavando mis uñas en mi cuerpo, necesitaba sentir dolor físico para olvidarme del dolor que me mataba por dentro.

Fabiola comprendió mi dolor y lloro con ganas pero continuaba limpiándome.

-¿Esta bien?- preguntó la voz masculina de Justin. Cerré mis ojos y continúe llorando. Escuche que Fabiola le respondió que sí, pero yo continuaba igual…- Sal.- escuche decirle.- Sal, por favor.- dijo, sentí que dejo de limpiarme la espalda la escuche salir de lugar, escuche otra voz de… Ryan, si era él, afuera en la habitación, escuche la puerta cerrarse, me aferre más a mis piernas.

Continué llorando, en silencio, no escuche nada, no supe nada de él hasta que sentí que entro en la tina junto a mí, se sentó tras de mí, tomo la esponja y la paso por mi espalda y mis brazos, continué llorando.

Él acomodo sus piernas una a cada lado de mí. Abrí mis ojos para mirarle, me miraba compadeciéndose de mí.- Lo siento.- le susurré esta vez mirándole a los ojos y llorando.

-Todo está bien.- dijo él abrazándome y llevándome con él, haciendo que quedara acostada sobre su pecho, él pasaba la esponja por los lugares que lograba alcanzar mientras yo lloraba en su regazo.

-¿No me aborreces?- le pregunté, él respiro profundo.

-No podría, y no tengo motivos para hacerlo.- beso mi cabello húmedo. Me acomode más en su pecho descubierto, él se encontraba en bóxer.

-No sé qué hacer…- lloré.- No puedo con esto.

-Estoy contigo, saldremos de esto juntos. Lloré más fuerte. Él estaba llorando en silencio y no lo había notado.- No sabes cómo me odio en este momento por no estar allí cuando me necesitaste, porque no te pude cuidar, no lo hice.- me abrazo con fuerza, estábamos llorando.

-Justin… ¿no me odias por que otro hombre me toco?- le mire.


-Tu no quisiste eso, no te odio, odio a ese desgraciado que se atrevió a ponerte una mano encima, te juro que le hare sufrir todo lo que estas sufriendo.- tomó mi rostro entre sus manos y me dio un beso en la frente.