IT'S A BUSINESS - ES UN NEGOCIO.
No tarde
mucho en entrar, así que lo hice rápidamente, me di la vuelta y...
-Hola
___.- me dijo con voz masculina y con una sonrisa en sus labios, mi respiración
se tranco.
-Ho-Hola…-
pronuncié.
La
sonrisa apareció en sus labios- Pensé que me extrañabas así que eh decidido
venir por ti.- abrí mis ojos, no podía creer lo que estaba escuchando.
-Deberías
irte…- dije bajando la mirada y pasándole por un lado con mi camino hacía mi
habitación.
-Creo que
deberíamos hablar ___- me llama por mi nombre completo. Me detengo y me doy la
vuelta para mirarle.- Eh venido por ti.
-Pues
puedes irte por dónde has venido.- le dije con un poco de firmeza en mi voz.
-___ te
recuerdo que soy tu padre…
-Lo has
dejado de ser a penas saliste por esa puerta para irte con otra mujer.- le
respondí sin dar marcha atrás.
-Te diré
solo una cosa ___.- me miró fijo a los ojos.- Una cosa mínima, la más mínima.-
entrecerró sus ojos.- Y te llevo conmigo.
-Bueno
sigue esperando el momento.- le sonreí hipócritamente y me di la vuelta para
seguir a mi habitación, me detuve en las escaleras y le mire.- Creo que aun
recuerdas donde queda la salida.- sonreí y termine de subir a mi habitación.
-Bueno
ven y quédate acá.- dijo riendo, subí la mirada y negué con un movimiento de
cabeza.- ¿Qué estaría mal?
-No lo
sé, no sería buena idea…- baje la mirada y mire mis dedos sudorosos.- Igual y
muchas gracias por ayudarme.- le sonreí.
-Siempre
estaré acá.- dijo acariciándome un poco la mejilla.- ¿Ey?- me dijo. Le miré.-
Tranquila ¿vale?- asentí.- Por algo estas acá, quien sabe y es el destino.-
sonrió. Sonreí a medias. Cerré mis ojos mientras mi mejilla se acomodaba en la
palma de su mano, sus dedos acariciaban suavemente mi piel dejándome sentirlo
de una forma no normal. Abrí mis ojos, se encontraba muy cerca. Su respiración
era casi que la mía. Trague saliva. No me negué solo deje que pasara lo que iba
a pasar. Sus labios rozaron los míos, no cerré mis ojos, no podía, sus ojos si
se cerraron. Sus labios se acomodaron con más confianza sobre los míos. Se
detuvo en seco.- Lo siento.- susurró. Negué con la cabeza.
-Lo
necesito. Necesito olvidar lo que me ha sucedido…- le dije y le tomé por el
cuello trayéndolo a mí, besándolo como si no fuese él, como si lo fuese hecho
mucho antes, y por un momento sentí que había pasado ya por este momento… pero
quizás solo fue en sueños.
Sus
labios continuaron sobre los míos, por un momento se me olvidaron las
consecuencias que podrían venir con esto, como por ejemplo que Justin se
enterará, que mi madre fiara de que yo estaba bien y que estaba a que Fabi y no
era así. ¿Y si mi padre se enteraba? No, él no dejaría que me llevara, él me
ayudaría, lo haría.
Nos
colocamos de pie sus manos en mi cadera, mis manos en su cuello, el ambiente ya
había comenzado a cambiar. No quería sentir culpabilidad ahora, no lo haría.
Sus manos subieron por mi espalda, mi cuerpo no respondió a sus caricias, sus
manos llegaron a mi nuca y me tomaron con calma, quería olvidar por lo que
había pasado, pero no lo hacía, esta no era la forma, porque me hería más a mí
misma.
-¡¿kyle?!-
Se escuchó provenir de las escaleras, nos separamos al instante. Arregle mi
cabello y tome aire, él también arreglo su cabello, sus labios habían quedado
un poco rojizos.
-¿Si?-
dijo él respondiendo y posicionándose tras la puerta de su habitación para que
nadie entrara.
-Me iré a
dormir, no vayas a salir de la casa…
-Si tía.-
respondió él. Sonrió, sonreí.
-Dios te
bendiga.- dijo y se escuchó que se retiraba a su habitación. La tía de Kyle,
una joven mujer de treinta años de edad, muy buena persona, le agradecí mucho
por haberme ayudado, lástima que solo
viene a quedarse por unos días.
Kyle se
dio la vuelta para mirarme, me sonroje.- Te sonrojas.- dijo mientras caminaba a
mí con su linda sonrisa. Baje mi mirada, y luego lo mire.- Supongo que lo que
ha pasado…
-No tuvo
que haber sucedido- dije y le miré a los ojos, sus ojos se abrieron un poco.
-¿Te
arrepientes?
-No lo
hago, pero no debió haber sucedido.- sus ojos se abrieron más que antes.- Solo
estoy acá…- suspire.- Solo estoy acá porque tu tía me ha traído.- le mire
alzando un poco mis hombros.
-Está
bien.- dijo negando un momento con un movimiento de cabeza y luego dio dos
pasos grandes hacía mí y me abrazo. Sonreí un poco aliviada. Sentí comodidad
plena en su pecho.- Sabes que siempre estaré acá para lo que necesites.
-Lo sé.-
dije sonriendo un poco, él dio un beso en mi cabello y luego acaricio un poco
mi mejilla.- Debería irme…
-Es un
poco tarde…- comentó.
-Le
escribiré a Fabiana.- le miré.
-¿Ella es
buena?- me preguntó.
-No es
como Kate la había descrito.- le aclaré.- Kate también me ha amenazado con
destruirme y que se yo.- rodeé los ojos y llevé el tlf a mi oreja mientras
esperaba a que Fabi respondiera la llamada.
Luego de
hablar con Fabí y decirle que me viniese
a buscar espere sentada en la cama de Kyle… mientras él permanecía a mi lado,
los dos en silencio, y pensar como eh terminado aquí…
*FLASH
BACK*
-¡MAMÁ!-
grité luego de que mi padre se fuera ido de la casa. Camine hasta su habitación
donde la encontré secando sus lágrimas.- ¿Cómo se supone que papá ha decidido
llevarme con él?- le mire.
-___ te
aseguro que no es mi culpa.- lloró.- Fue a un juez y pidió permiso para
llevarte con él.
-¡Pero
tengo 18 años!- le dije mirándola con pasmo.
-Recuerda
que lo normal son 19… mayor mente de allí en adelante… luego los 21…- me miró
con lastima.- No sabía nada.- lloró.- Me ha dicho que no te pongo educación
como es debido, la rectora de la Universidad le ha llamado diciéndole que tu no
vas bien…- deje de escucharla, quede neutra, ¿entonces esto era mi culpa? Por
mi propia culpa me iría con mi padre.
Parpadeé
un par de veces y regrese en mi misma, ella estaba llorando, por supuesto que
no tenía la culpa de nada la pobre. Miré a los lados ¿ahora que se supone que
debía hacer? si algo salía mal me llevaría con él definitivo.
‘‘Justin’’ pensé
inmediatamente. Salí de la habitación de mi madre y corrí a mi habitación, tome
mi celular y sin pensar marque su número. Un intento, dos intentos, tres
intentos, no contestaba, mis ojos comenzaron a prepararse para llorar, estaba
perdida.
-¿SI?-
contesto una vos femenina. Abrí mis ojos ¿por qué una vos femenina contestaría
el celular de Justin?
-¿Se
encuentra Justin?- pregunte con un poco de dificultad sin querer alarmarme.
-¿Ey que
haces con eso?- escuche su vos en el fondo, abrí mis ojos.
-Hola
lindo…- comentó ella.
-¿Estás
loca?- dijo, se escuchó un ruido y luego la llamada se colgó. Miré la pantalla
del celular sin poder creer lo que había sucedido.
Mi
mejilla se humedeció un poco, pero inmediatamente la seque. Justin… ¿me había
dejado botada para irse con otra? Fruncí mi ceño, entre al baño con rabia, tire
la puerta y abrí la llave de la ducha quite mi ropa rápidamente y entre al
agua, sin esperar que se calentara, no quería sentir nada de eso. Lloré. Justin
estaba con otra.
Fregué mi
cuerpo con rabia, recordando el momento en que había sido de él. Fregué con
furia mi cuello donde yacía el chupete. Lloré más. La puerta del baño sonó,
tres golpes secos. Abrí mis ojos ¿Quién podría ser? –Un momento.- dije, terminé
de ducharme y salí del lugar. Abrí la puerta de la habitación pequeña del baño
para entrar a mi habitación. Me quede un momento paralizada.- ¿Qué haces aquí?-
pregunté con un nudo en la garganta, estaba asustada.
-Vengo a
buscarte para dar un paseo.- dijo mientras miraba por la ventana y no me
miraba.- Vístete rápido.- fue lo último que dijo.
Tomé mi
ropa interior un suéter grande y unos pantalones. Entre al baño y me vestí
rápidamente. Salí del lugar y me puse
mis zapatillas. Él ya se encontraba allí esperándome, tragué saliva.
Él no
dijo nada, me tomó por el brazo y me sacó de la habitación.- Mantente quieta y
tu mamá estará bien.- asentí en silencio preocupándome por mi madre, espero
estuviera bien y hacia lo que me decía.
Bajamos
las escaleras, salimos de la casa y me llevó a su lado hasta el auto. Tragué
saliva. Subí a su auto, o mejor dicho, él me subió al auto y él también subió.
Aceleró un poco y marcho de la casa a toda velocidad. Apreté mis manos dentro
del bolsillo delantero de mi suéter donde también se encontraba mi celular.
-¿Por qué
has venido?- pregunte con un poco de miedo.
-No te
interesa.- me dijo.- Mantente callada.
-¿A dónde
me llevas?- le mire y pregunte cuando no conocía la ruta.
-¡CALLATÉ!-
me gritó. Me sobresalte.
-No eh
hecho nada…- lo mire asustada.- No tienes motivos para traerme contigo…- dije
mientras mi voz se quebraba.
-Es un
negocio…- comentó con su mandíbula fuerte.
-Déjame
ir…- dije comenzando a llorar.
-¡HE
DICHO QUE TE CALLES!- gritó, brinqué en mi asiento y comencé a llorar en
silencio.
-Por
favor no le hagas nada mi mamá…- lloré.
-¿Te
preocupa más lo que le pase a ella que lo que te pase a ti?- asentí.- Eres una
perra loca.- me dijo. Mordí mi labio intentando no romperme más.
El auto
se detuvo frente un almacén abandonado, mi corazón comenzó a latir rápidamente.
Él bajo del auto cerrando la puerta con fuerza. Tragué saliva mientras lo veía
pasar frente al auto para dirigirse a mi puerta y abrirla. Le miré asustada. Me
tomo del brazo y me saco afuera del auto, cerró la puerta y lo aseguro con el
control de las llaves. Miro a los lados mientras me conducía al almacén.
-¿Me
matarás?- pregunte mirando a los lados buscando una salida.
-No, te
daré algo mejor.- sonrió. La puerta del almacén sonó tras de mi con su crujido
de hierro oxidado. Me di la vuelta para mirarlo.- Por favor no me hagas nada.-
chillé.- No eh dicho nada de las cosas de antes, no te eh mencionado, no te eh
expuesto…- cualquier cosa que se me pasase por la mente la dije.- Por favor...- le miré con mis ojos llorosos.- No me mates…
-No lo
haré.- sonrió caminando hacía mi.- ___ primera vez que te veo tan… indefensa,
tan rogante cuando tú eres arrogante… peleas por todo… Y ahora que sucede…- me
miro de arriba abajo.- Estas asustada… estas rogando que no te haga nada…
-Lo
siento…- lloré.- Pero no me hagas nada…
-Muy
tarde para eso linda.- sonrió y camino hacia mí.
No me
quede allí, miré a un lado y corrí, no podía darme por vencida, no podía
hacerlo. Corrí lo más rápido que pude. Nunca me había visto en esta escena, de
estar escapando de alguien, pero aquí me encontraba, corriendo por mi vida.-
¡Perra!- escuche gritarle para luego
escucharle venir tras de mí. Un golpe
mudo, y caí al suelo aturdida, un sonido luminoso fue todo lo que logre
escuchar luego de caer, mi vista se hizo borrosa y alcance a verle acercarse.
Abrí mis
ojos, un fuerte dolor de cabeza me acompañaba, y… mi vista aún continuaba
borrosa, me sentía extraña, fruncí mi ceño y me moví, estaba atada, mis manos
por encima de mi cabeza atadas a la estructura de madera de esta. Hale
fuertemente pero no pude.- ¡AUXILIO!- grité. Y miré a los lados, mi vista había
vuelto, evite llorar, no quería llorar.- AUXILIO- chille otra vez.
-Hola
linda…- le vi venir con una sonrisa en su rostro.
-Suéltame
por favor…- lloré.
-Me
gustas mejor así.- dijo mientras acomodaba algo que parecía ser una cámara.
Abrí mis ojos ¿Qué se suponía que me haría?- Así no escapas.- comentó.
-Laureen
no me hagas nada… por favor…- dije, quería levantarme o al menos sentarme pero
mis manos atadas no me lo permitían.
Él se
hecho sobre mí y levanto un poco mi suéter, chillé.- No me hagas nada por
favor.- lloré.- No lo hagas.- dije mientras él besaba con rudeza mi estomagó.
No podía contener mi llanto.- ¡NO!- grité con mi voz sufrida. No podía estarme
sucediendo. No a mí.
‘‘Justin…’’ cerré mis ojos.
-Mantente
en silencio…- comentó.
-¡AUXILIO!
¡AYUDENME!- grite a lo que más daba mi voz.
-¡CALLATÉ!-
me grito encima de mí mientras subía más mi suéter hasta el punto donde quedaba
encima de mi pecho.
-No lo
hagas…- chille.- tu no quieres no lo hagas
-Como no
querer.- rió. Se puso de pie y fue hasta un estante donde tomo algo entre sus
manos y regreso a mí, trate de ver que traía en ellas y no lo supe hasta que
estaba encima de mi nuevamente, una tijera, y cortó mi suéter dejándolo como
una chaqueta. Lo hizo a los lados, lanzó la tijera al suelo y tomó mis senos en
sus manos.
-¡DEJAMÉ!-
grité. Su palma ardió en mi mejilla, de nada servía resistirme… las lágrimas
continuaban saliendo, era absurdo, nadie me escucharía, nadie sabía dónde estaba yo metida.
Cerré mis
ojos y lloré mientras sus labios se pasaban por mi cuello y bajaban por mis
senos. Hice la vista a un lado, fijando mi atención a un pequeño rayo de luz
que entraba por donde estaba un hueco en el zinc. Allí se veía como la pequeña
luz entraba, haciendo su camino, atravesando por todo, ignore sentir sus manos
en mi cuerpo, su boca en todos lados, no podía estarme sucediendo esto, solamente
era un simple sueño…
Sus
gemidos sonaban en el lugar, sus manos se paseaban con desespero en mi cuerpo
mientras se detenían varias veces en mis senos, luego las llevo hasta mi
pantalón y lo desabrocho rápidamente. Mordí mi labio para no gritar, no podía
hacer nada al respecto. Aunque moví mis piernas tratando de empujarlo fue
absurdo.
Me
encontraba sin ropa interior, lloré, estaba pasando, todo era verdad no era un
sueño, pero no tenía fuerzas para luchar. Él se acomodó entre mis piernas y
acomodó su miembro en la entrada de mi sexo, me había golpeado unas tres veces
para dejarme sin fuerza, yo no le permitía acomodarse, pero esta vez, lo logró,
penetró con tal fuerza que sentí desgarrarme por dentro, grite mientras
apretaba mis dientes y lloraba, su risa entraba por mis oídos, no era posible,
no podía estar pasando, en mi segundo gritó recibí otro golpeé, dejándome un
poco inconsciente, mi vista se fijó nuevamente en el pequeño rayito de luz…
mientras sentía que él se movía. Cerré mis ojos para evitar sentir… y… mil
veces, mil veces desee mi muerte. Debí haberle suplicado que me matara mil
veces antes de esto.
Él
terminó de moverse y dio su ultimo gemido, lloré más en silencio, me incline un
poco a un lado para vomitar.- Perra.- le escuche susurrar. Volví a mi lugar con
los ojos cerrados.
-¿Ey?-
abrí mis ojos.- Levántate y vístete.- me dijo cuando termino de desatarme las
manos. No lo miré, lo aborrecía, me aborrecía a mí misma.- Deja de chillar.-
sonrió mientras abrochaba su pantalón.- ¿o acaso no la pasaste tan bien como
yo?
Baje la
mirada, ahora me sentía sucia, enferma, asqueada, odiaba mi cuerpo. Me senté y
mire mi ropa interior en el suelo, la tome y me la puse, seguidamente mi
pantalón. El suéter lo use como chaqueta, me encogí dentro de él. Toqué su
bolsillo, aún estaba mi celular. Pero… de que valía ahora, ya me había sucedido
lo peor, mejor y me matara de una buena vez. Me levante de la cama y vi sangre…
me sentí más sucia aun… y no podía fingir que no había pasado, el dolor en mi
entrepiernas me lo recordaba.
Me tomo
del brazo y me llevo con él pasamos por frente de la cámara, cámara que no
estaba encendida, baje la mirada, me llevo hasta afuera del almacén donde
subimos al auto y él tomo velocidad.- No me arrepiento de haber hecho negocio.-
dijo con una sonrisa en sus labios…
-¿Con
quién hiciste negocios…?- pregunté, aún tenía la fuerza de hablar y más a él.
-Alguien
que quería esto. Pero de verdad no fue tan malo.- sonrió.- La próxima vez
intentaremos de otra manera.
-¿Qué te
hace pensar que habrá próxima vez?- le pregunté con voz fría, mirando hacía el
pavimento.
-Cuando
yo quiera, eso si tú no te matas después de esto.- rió.- Por cierto… ¿tienes
novio?- me preguntó.- Porque tú y yo haríamos muy buena pareja…- deje de
escucharlo. Cerré mis ojos mientras mis lágrimas recorrían toda mi mejilla.
El auto
se detuvo, miré estábamos frente a una farmacia él bajo y entro a la tienda…
estaba en medio de la nada, ¿a dónde podría escapar? No tenía a donde. Regreso al momento. Con un agua y…- Tómala.-
dijo ofreciéndomela. Fruncí mi ceño.- A no ser que quieras tener tan pronto un
hijo conmigo.- la tomé y tomé el agua, la píldora de emergencia. Subió al auto
y lo puso en marcha, aceleró y en pocos minutos estábamos frente a un
restaurante.- Bájate.- me dijo, le miré sin entender.- No hagas esto más
difícil, solo baja y no comentes nada de mí, si abres esa linda boquita te
morirás pronto.- asentí y baje rápidamente del auto, apenas cerré la puerta él
acelero y se fue.
Mire a mi
alrededor… estaba frente a un pequeño restaurant de carretera, presione mis
labios, las lágrimas comenzaron a salir.
-¿Chica,
te encuentras bien?- levante la mirada para ver una mujer joven aproximarse.-
¿Es-estas bien?- preguntó un poco asustada.
Lloré
como si fuese visto al propio Dios, la abrace y llore en su hombro…- ¿Pu-puedo
ayudarte?- pregunto.
-Lléveme
a casa por favor…- llore.
-Pe-pero…
¿cuál es tu casa?- lloré- ¿Llamó a la policía?
-¡No!-
dije, me miro sin entender. Me calme. Hable con ella, para mi suerte iba en mi
misma dirección, se ofreció a llevarme hasta su casa y ayudarme con la pequeña
herida de la cabeza.
Al llegar
a la casa un chico la recibió, cuando logre ver quien era… Kyle…
Y así
termine en casa de kyle…
*FIN DEL
FLASH BACK*
-¿Ey?
¿___?- me llamó Kyle.- Ha llegado Fabiola por ti…- me susurró. Asentí.